Cap.39 Las Caras Familiares

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El silencio en la habitación de Sonic era profundo, roto solo por el suave sonido de las páginas al pasar mientras continuaba leyendo su diario. Las palabras de Tails seguían resonando en su mente, especialmente lo que había escrito sobre Blaze. Cada línea lo hacía sentir más conectado con lo que había pasado en los últimos dos años, pero también lo llenaba de una sensación de tristeza y confusión. Blaze, quien había sido su compañera en tantas batallas, había desarrollado sentimientos profundos por él mientras él permanecía inconsciente.

De repente, un sonido inesperado lo sacó de sus pensamientos. La puerta de la habitación del hospital se abrió con un leve chirrido, haciendo que Sonic se sobresaltara. Levantó la vista rápidamente, dejando caer el diario sobre su regazo.

El doctor, con una amable sonrisa, apareció en el umbral. "Sonic, tienes una visitante," dijo, su tono suave pero lleno de significado. "Es alguien que ha estado viniendo a verte todos los días."

Antes de que Sonic pudiera preguntar quién era, su corazón dio un vuelco. El doctor se hizo a un lado, y allí, en la puerta, estaba Blaze.

Sonic sintió cómo su garganta se cerraba de golpe. Blaze parecía diferente, más delgada y visiblemente cansada, pero aún así, tan fuerte como siempre. Sus ojos estaban llenos de emoción contenida, y antes de que él pudiera decir algo, ella cruzó la habitación rápidamente y lo abrazó con fuerza.

"¡Sonic... estás despierto!" Las palabras de Blaze se rompieron al salir, su voz cargada de un alivio inmenso. "No sabía cuánto tiempo tendría que esperar para verte abrir los ojos otra vez..."

Sonic, que aún sostenía el diario en su regazo, estaba tan abrumado que no supo cómo responderle. Sentía el calor del abrazo de Blaze, su energía que lo envolvía, pero las palabras simplemente no llegaban a su boca. Había leído lo que Tails había escrito sobre ella, y ahora, estar cara a cara con Blaze, después de todo lo que había pasado, era demasiado para procesar en ese momento.

Blaze se apartó ligeramente, lo suficiente como para mirarlo a los ojos, y Sonic pudo ver cómo las lágrimas brillaban en los suyos. "No tienes idea de lo difícil que fue... cada día, esperando... sin saber si volverías."

Sonic, con un nudo en la garganta, finalmente habló, su voz quebrada pero sincera. "Blaze, yo... lo siento. No sé qué decir."

Blaze negó con la cabeza rápidamente, limpiándose una lágrima con el dorso de la mano. "No tienes que decir nada. Solo estoy feliz de que estés aquí."

Los dos permanecieron en silencio por unos momentos, sin necesidad de más palabras. El tiempo parecía detenerse mientras simplemente disfrutaban de la presencia del otro, un reencuentro lleno de emociones no expresadas pero claramente sentidas.

Pasaron casi dos horas en las que Blaze y Sonic hablaron de todo y nada a la vez. Blaze le contó algunos detalles sobre cómo Mobius había cambiado, aunque evitaba los temas más dolorosos. Sonic la escuchaba, todavía tratando de asimilar todo lo que había aprendido, pero agradecido de tenerla allí a su lado.

De repente, la puerta se abrió de nuevo. Esta vez, una multitud de voces alegres llenó la habitación.

"Sonic, ¡finalmente estás despierto!" exclamó Tails, entrando primero con una sonrisa enorme en su rostro, seguido de Knuckles, Amy, y los demás. Cada uno llevaba una mezcla de alivio y felicidad en sus rostros.

Sonic no pudo evitar sonreír, aunque todavía estaba procesando todo. "¡Chicos...!" fue todo lo que pudo decir antes de ser rodeado por sus amigos.

Amy fue la primera en darle un suave golpe en el hombro. "Nos has dado un buen susto, Sonic. No vuelvas a hacer eso, ¿de acuerdo?"

Knuckles, con su típica expresión seria pero cálida, asintió. "Pensé que íbamos a tener que encargarnos de todo sin ti para siempre, pero supongo que no te quedarías dormido tanto tiempo."

Tails se acercó con una sonrisa más suave, aunque sus ojos estaban llenos de emoción. "Me alegra tanto verte despierto. Todos hemos estado esperando este momento."

Sonic, aún un poco aturdido, miró a sus amigos uno por uno, y por primera vez en mucho tiempo, sintió una profunda gratitud por todos ellos. "Gracias, chicos. No puedo creer lo mucho que he perdido..."

"No te preocupes por eso ahora," dijo Amy con una sonrisa. "Lo importante es que estás de vuelta."

Durante la siguiente hora, el cuarto se llenó de risas, historias y bromas. Todos compartieron con Sonic lo que había estado sucediendo durante los dos años que estuvo en coma. Knuckles habló de su constante lucha por proteger la Esmeralda Maestra, mientras que Amy contó cómo había ayudado a reconstruir partes de la ciudad. Tails, por su parte, solo se concentraba en Sonic, asegurándose de que su amigo estuviera bien y se sintiera cómodo.

A pesar de la alegría del momento, Sonic no podía dejar de notar cómo Blaze permanecía en silencio mientras el resto de sus amigos hablaban. Aunque seguía sonriendo, parecía perdida en sus pensamientos, distante de la energía que llenaba la habitación.

Finalmente, cuando los demás comenzaron a despedirse, Blaze fue la última en acercarse a Sonic antes de irse. "Me alegra tanto que estés bien," dijo en voz baja, apenas audible para los demás. Sonic pudo ver el dolor aún latente en sus ojos.

"Blaze," comenzó Sonic, intentando encontrar las palabras adecuadas, pero ella solo sacudió la cabeza.

"Estaremos bien," dijo con una pequeña sonrisa. "Lo importante es que estás de vuelta."

Y con eso, Blaze salió de la habitación, dejando a Sonic una vez más sumido en sus pensamientos. Sabía que había mucho más que necesitaban decirse, pero por ahora, era suficiente estar de vuelta con sus amigos, y con ella.

Mientras el silencio volvía a llenar la habitación, Sonic miró nuevamente el diario, sabiendo que había mucho que procesar. Pero una cosa era segura: no estaba solo, y con sus amigos a su lado, enfrentaría lo que viniera de aquí en adelante.

Sonic cerró los ojos por un momento, dejando que las emociones del día se asentaran en su mente. No era solo el hecho de haber despertado después de tanto tiempo, sino todo lo que había cambiado en su ausencia. Las palabras de Blaze resonaban en su mente como un eco persistente, cargado de sinceridad y emociones profundas.

Supo que tendría que hablar con ella pronto, realmente hablar, más allá de los límites de las palabras que habían intercambiado ese día. Había algo en su mirada, algo que él necesitaba comprender.

Pero no era el momento.

Tomó el diario nuevamente y lo abrió por una página en particular que Tails había marcado con un pequeño recorte de papel. En letras rápidas y emotivas, Tails había escrito sobre cómo Blaze había sido un pilar para todos durante los momentos más oscuros, incluso cuando ella misma parecía estar al borde del colapso. Había liderado, luchado y nunca dejó de creer que Sonic volvería.

El héroe se detuvo en una frase subrayada por su mejor amigo:

"Blaze no solo te espera, Sonic. Ella cree en ti más de lo que tú mismo podrías hacerlo. Siempre lo ha hecho."

Un peso inesperado se instaló en su pecho. ¿Cómo podía estar a la altura de algo tan grande, tan genuino?

Sonic suspiró y cerró el diario con cuidado, colocándolo en la mesita junto a la cama. Fuera, las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, pintando el horizonte con tonos cálidos y brillantes.

"Supongo que tengo trabajo que hacer," murmuró para sí mismo, mirando por la ventana, una leve sonrisa asomando en sus labios.

Lejos de allí, Blaze caminaba bajo la misma luz, con su mente llena de recuerdos y dudas. Aunque se sentía aliviada de que Sonic estuviera bien, sabía que enfrentar sus propios sentimientos no sería tan sencillo. Pero si había algo que había aprendido en esos años difíciles, era que siempre había una manera de seguir adelante.

Y ahora, con Sonic despierto, sentía que, por primera vez en mucho tiempo, esa manera empezaba a ser un poco más clara.

Sonaze un amor dimencionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora