El viento soplaba con fuerza mientras Blaze, Tails y Marine se acercaban a la imponente fortaleza de Neo Metal Sonic Supremo. A lo lejos, se podía ver el brillo metálico del ejército de Metal Sonics patrullando la entrada, pero eso no intimidaba al equipo. Sabían que Sonic estaba en algún lugar dentro, sufriendo bajo las garras de Neo Metal Sonic Supremo, y estaban decididos a enfrentarse a lo que fuera necesario para salvarlo.
—Blaze, ¿estás lista?—preguntó Tails mientras ajustaba los controles de su radar portátil—. Neo Metal Sonic Supremo tiene un montón de tropas aquí afuera. No será fácil abrirnos camino.
Blaze asintió con determinación. Su mirada era firme, su fuego interior ardiendo más fuerte que nunca. Había sido testigo de demasiada destrucción, y esta vez, no iba a dejar que Neo Metal Sonic Supremo siguiera con su tiranía. Sabía que Sonic estaba sufriendo y no podía permitir que eso continuara.
—Siempre estoy lista.—respondió Blaze, concentrada—. Hemos llegado demasiado lejos como para echarnos atrás ahora.
Marine, aunque algo nerviosa, trataba de mantenerse firme al lado de sus compañeros.
—¡Sí! Vamos a darle una buena paliza a ese montón de chatarra.—dijo Marine, tratando de sonar valiente, aunque la idea de enfrentarse de nuevo a Neo Metal Sonic Supremo la hacía temblar ligeramente.
Mientras tanto, dentro de la fortaleza, Sonic permanecía atrapado en la celda, observando con impotencia cómo Neo Metal Sonic Supremo destruía ciudades y sometía a sus amigos. Las imágenes de Vanilla y Cream siendo torturadas seguían atormentándolo, pero ahora sabía que rendirse no era una opción. Tenía que mantenerse fuerte, por sus amigos y por el mundo.
Sin embargo, justo cuando Sonic empezaba a recuperar un poco de esperanza, Neo Metal Sonic Supremo volvió a aparecer frente a él, con una expresión que denotaba malicia pura.
—¿Creíste que todo había terminado, Sonic?—preguntó Neo Metal Sonic Supremo con una sonrisa fría—. Aún no has visto lo peor.
Con un gesto de su mano, apareció otra pantalla holográfica en el aire. Esta vez, las imágenes que Sonic vio no eran de Vanilla ni Cream, sino de Silver, el erizo del futuro. Silver estaba atrapado, luchando desesperadamente mientras era rodeado por los Metal Sonics.
—¡Silver!—gritó Sonic, su corazón acelerándose al ver a su amigo atrapado y en peligro.
En la grabación, Silver lanzaba ráfagas de energía psíquica, tratando de defenderse de los implacables ataques de los Metal Sonics. Estaba claro que estaba agotado, apenas manteniéndose en pie mientras los robots lo atacaban una y otra vez.
—¡No puede ser! ¡No puede ser real!—dijo Sonic, mirando la grabación con desesperación.
Neo Metal Sonic Supremo se inclinó hacia él, disfrutando cada segundo del sufrimiento de Sonic.
—Oh, es muy real, Sonic.—dijo con una sonrisa torcida—. Silver ha estado tratando de detener mi ascenso, pero como puedes ver, ha fracasado. Ahora está pagando el precio por oponerse a mí.
La grabación continuaba mostrando a Silver siendo golpeado y torturado por los robots, mientras Sonic apretaba los puños, su cuerpo temblando de furia y dolor. Sabía que Silver era uno de los pocos capaces de enfrentar amenazas de tal magnitud, pero ahora estaba viendo cómo su amigo caía derrotado.
—¡Déjalo en paz!—gritó Sonic, con los ojos llenos de lágrimas—. Silver no tiene nada que ver con esto. ¡Eres un monstruo!
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Sonaze un amor dimencional
Adventureen este universo nuestro erizo azulado se veia todo triste, como si se sintiera solo el quisiera amar a alguien ( alguien que no este loca por el) alguien que le entienda