Capítulo 25.- Contigo hasta el final.

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NARRADOR OMNISCIENTE.

Carlos: ¡Norris! Maldito bastardo, claro que te recuerdo. – dijo el chico levantándose y abrazando al chico que se había incorporado a la plática, Charles solo mostraba un cierto gesto de incomodidad.

Lando: hace dos años que no nos veíamos. Estás algo cambiado.
Carlos: Ni tanto bro. – dijo el chico hablando como un típico chico.

Charles sin decir nada comenzó a probar su comida, pasaron diez minutos y Carlos no lo había presentado ante su amigo, Charles creía que Carlos se había olvidado de su presencia, estaban tan ocupados en su plática que no notaron que el menor se había parado de la mesa y estaba decidido a irse.

Carlos: ¡Charles! – grita el mayor. Leclerc voltea sin saber si sonreír o poner una cara de chico enojado. -¿A dónde vas?
Charles: Iré al hotel con Max, te veo en el partido. – dijo y salió del restaurante.

Carlos sabía que había cometido un error centrarse en Norris demasiado y olvidar por completo a Charles. Se levantó de la mesa y corrió tras el ojiazul.

Carlos: ¿Perceval que sucede? - grita este deteniendo al chico.
Charles: Sentí que hacía mal tercio con tu amigo y tú. – bajó la mirada.
Carlos: Lo siento, confieso que me porté como un idiota, es solo que Yuk…
Charles: No me des explicaciones Carlos, no tienes por qué dármelas.
Carlos: Entras. – dice el español tomándolo de la mano. – Te presentaré a Norris.
Charles: No es necesario, de verdad, quiero ir a la habitación a dormir un rato, estoy cansado.
Carlos: Charles Marc Hervé Perceval ¿Estas celoso de Norris? – pregunta con una sonrisa.
Charles: ¿Por qué lo estaría? ¿Por qué es guapo o porque parece conocerte más que yo?
Carlos: ¿Recuerdas que… prácticamente soy heterosexual? -¿Por qué andaría con otro chico que no seas tú?
Charles: Eso no me convence Carlos. – dice haciendo un puchero.

El mayor se acerca a Charles y le toma por las mejillas, dándole un lento pero apasionado beso, cuando de pronto se escucha un “Oww” ajeno a ambos chicos, el menor se separa de Carlos inmediatamente para encontrarse con Lando.

Charles: No es lo que parece. – dice el monegasco preocupado por Carlos.
Carlos: De hecho, Norris, quiero presentarte a mi novio Charles. – dice y lo toma de la mano.
Lando: ¿Tu novio? – dice serio. - ¡Maldito Bastardo! ¿Cuándo pensabas decírmelo? – dice alegre y abrazando al español. – así como no tienes malos gustos en chicas tampoco tienes malos gustos en chicos.
Charles: ¿Eso fue un cumplido? – dice el menor.
Carlos: Obvio que fue un cumplido, porque hasta Norris sabe que eres realmente guapo. – al momento las mejillas de Charles se tornaron rojas.
Charles: Nunca me lo habías dicho.
Lando: Lo siento tortolos, pero debo preguntar… - dice y ambos chicos lo miran. - ¿Quién es el activo y el pasivo?
Carlos: No creo que debas saber eso. – dice intentando evadir la pregunta.
Lando: Con eso me respondiste mi pregunta. – dice riendo.
Carlos: Hey cállate. – dice intentando no sentir pena. – Tú no sabes nada de esto Norris.
Lando: ¡Destrózalo tigre! – dice dirigiéndose a Charles sin parar de reír.
Charles: De… - trata de decir aun apenado. - ¿De dónde se conocen? – finalmente logra decir.
Lando: Hace dos años, Carlos y yo jugábamos en el mismo equipo de futbol, pero por cuestiones personales, él abandono el equipo y la escuela en este pueblo.
Charles: ¿Estudiabas aquí? – pregunta al mayor.
Carlos: Así es Predestinato, hace tiempo. – sonríe.
Lando: Ahora somos rivales de juego, hoy jugaremos en equipos contrarios, si yo fuera tu Charles, le echaría porras a mi equipo, el cual ganará esta noche. – sonríe.
Carlos: Ah, cierra la boca, mi equipo le ha pateado el trasero al tuyo dos años consecutivos,
Lando: Tal vez Car. – sonríe. – pero esta vez hemos cambiado de capitán.
Carlos: ¿Otro más patán?
Lando: De echo… -guarda seriedad – es Lewis.

Carlos al escuchar el nombre de Lewis borra instantáneamente la sonrisa de sus labios y se tensa.

Carlos: ¿Sigue viviendo aquí? – pregunta algo tenso.
Charles: ¿Qué sucede Calos?
Lando: Estará hoy en el juego obviamente, sabes que él no te dará una bienvenida tan cordial.
Carlos: Lo sé. – abraza a Charles. – Estoy bien mi niño. – responde a la pregunta del menor.
Lando: Bien chicos, yo me despido, tenemos entrenamiento y Hamilton es bastante pesado así que, les deseo suerte esta noche.

Ambos chicos dieron las gracias y Norris se marchó. Charles seguía con la duda de porque le había molestado tanto al escuchar el nombre de Lewis, ni siquiera sabía quién era ese tipo, seguramente nadie bueno ahora que conoce parte del pasado de Carlos.

Charles: ¿Puedo preguntar quién es Lewis?
Carlos: Era mi turno de preguntar ¿Recuerdas?
Charles: Cierto, lo siento, pero después necesito que me cuentes sobre Lewis.
Carlos: Lo haré amor. – sonríe dejando marcar sus hermosos hoyuelos.
Charles: Bueno como empezar. – dice poniendo su cara de pensativo. – hace más o menos dos meses, me comenzaron a llegar distintos síntomas, al grado de ser insoportables, ni siquiera podía dormir por las noches por el dolor, mis padres decidieron que tenía que hospitalizarme y realizarme varios estudios de sangre y esas cosas, hace un mes detectaron que mi cuerpo había desarrollado una enfermedad que me estaba matando poco a poco, mi doctor dijo que era una enfermedad de la cual se conocía muy poco, por lo tanto, no tenía cura, pero él podía hacer que bueno. – intentó no llorar. –

Intentó hacer que ya no sufriera más los dolores nocturnos y todo eso, tomo muchos medicamentos para tranquilizar mis dolores, pero eso no detendrá lo inevitable, según las cuentas, la enfermedad en mi etapa es terminal, y las personas en etapa terminal no tienen más que 1 o 2 meses de vida, viviéndolos en completo dolor, leí en internet y observé casos sobre esta enfermedad, las personas sufren tanto en los últimos días, incluso en las últimas 2 semanas, el dolor  es tan insoportable que deciden suicidarse y pensar que yo puedo llegar a ese punto me da mucho miedo Carlos, ¿Qué tan grande debe ser el dolor como para arrebatarte tu propia vida? – dijo entre lágrimas, Carlos extendió sus brazos y Charles se aferró a él como si fuera lo último que fuese a hacer.

Carlos: Siempre estaré a tu lado Charles, en cada momento, hasta el final, lo juro.

"Tú Y Yo, Juntos..." Charlos adaptacion.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora