"Tú Y Yo, Juntos..." Charlos adaptacion.

Capítulo 26.- Antes del partido.

NARRA CARLOS

Charles estaba muriendo y yo no podía hacer nada, lo único que podía hacer era calmar su dolor cuando lo necesitara, hacer sus momentos inolvidables.

Desde la primera vez que leí su lista de deseos, sentí la extraña necesidad de proteger a este chico de toda clase de daño y, aun así, creo ser el que más lo ha lastimado en estos últimos días, no quisiera que Charles viviera sus últimos días siendo lastimado por mí, ni que se sienta mal por cosas que no le corresponde sentirse mal.

La noche cayó y el partido estaba a punto de comenzar, en realidad faltaban alrededor de 50 minutos, tan solo tenía que esperar a Charles para salir de la habitación.

Charles: Estoy seguro que te congelaras si solo llevas ese short. – dice sentándose a mi lado.
Carlos: En el campo me calentaré un poco. – sonreí.
Charles: También lo decía porque no quiero que nadie te ande mirando las piernas, y quiero aclarar que ni el campo te calienta como yo. – se recarga en mi hombro y pasa su mano por mi pecho.
Carlos: No me hagas esto ahora. – dije poniendo mi mano en la entrepierna y… sí, Perceval me la había parado.
Charles: Lo siento. – ríe al ver mi problema. -¿Quieres ayuda? – dice y se coloca de rodillas frente a mí.
Carlos: Charles no tienes que hacer esto. – digo como no queriendo… pero si quería, ¡ahre!

Charles no escuchó y bajó mi short junto con mi bóxer, al observar a mi miembro bastante inquieto, el menor no pudo evitar morderse su labio inferior.
No lo pensó dos veces y lo metió a su boca. De la mía escaparon gemidos, mi jamón icónico lo hacía bastante bien, como si fuera un experto en eso, aunque eso significaría que ya lo había hecho antes y eso me daban celos.

Carlos: Charles… - dije con dificultad en la voz, estaba bastante excitado.- ¿Y si Max llega?
Charles: Le invito un poco. – dice sacándolo de su boca. No pude evitar soltar una leve risa.
Carlos: Esto es solo tuyo. – señalé a mi miembro. Charles comenzó a hacerlo cada vez más rápido, el momento estaba llegando. – Char… Charles – dije tartamudeando. – Voy a llegar. – avisé, pero al parecer a Perceval eso no le importó, había tragado todo el líquido que le había proporcionado, y lo que no escurría por sus labios.

Charles: Oh Carlos, sabes tan bien. – dijo sonriendo.
Carlos: Tengo ganas de besarte Charles.
Charles: ¿Por qué no lo haces? – preguntó.
Carlos: Porque no Leclerccito… me tienes por todos tus labios. – miré el reloj y… ¡Mierda! Hacían falta 10 minutos para que el partido iniciara. – Carajo Leclerc es muy tarde. – dije levantándome el short y mi ropa interior, tomé a Charles de los hombros y lo levanté plantándole un beso en los labios. – Oh mierda que asco. – dije sintiendo el sabor de… mí.

Charles solo comenzó a reír.

Entró al baño y cepilló sus dientes, yo hice lo mismo y después salimos de la habitación, tomamos un taxi y llegamos con 2 minutos de sobra, estaba muy nervioso, el entrenador me mataría, primero me arrancaría las pestañas con unas pinzas y después me torturaría física y sexualmente.

Charles: Hey Carlos. – dice deteniéndome. – Suerte, si puedes… - dice sonrojado. -¿Me dedicas un gol? Nunca antes me han dedicado uno.
Carlos: Hey. – lo tomo del trasero y lo recargo en la pared. – yo te dedico todo el partido si tú quieres. – Charles acarició mi cabello y me besó.
Charles: Vete o el entrenador te regañará. – dijo, lo bajé no sin antes dar un pequeño pellizco a su… al lugar donde debe ir el trasero. Por suerte la alineación seguía dentro de los pasillos, pude llegar y busqué a Checo.
Checo: Hey. – dijo levantando la mano para que lo notara.
Carlos: Oye ¿Qué pasa? Ya era para que hubiera iniciado.
Checo: Están limpiando la nieve que hay en el campo de juego.
Carlos: Oh ya, entonces no hay problema de llegar tan tarde. – dije y Checo se acerca a mí.
Checo: ¿Estabas con Charles? – pregunta curioso.
Carlos: Si. – sonrió al escuchar su nombre.
Checo: Ay no…- escucho quejarse a Checo, lo miro y él con sus ojos señala por el pasillo detrás de mí. – Mira quien viene.
Carlos: Hay maldición. -digo poniendo la mano en la boca.

Lewis: Sainz, espero hayas preparado tu trasero para ser pateado por un equipo superior al de tu colegio barato. – dice hablando como lo haría un capitán, y agravando la voz.
Carlos: Lewis… - dije haciendo una mueca. – Creí que ya te habrían expulsado del equipo.
Lewis: Tú sabes lo que dicen. – dice mientras niega con la cabeza. – mala hierba nunca muere.
Lando: Lewis deja de decir estupideces y avanza. – dice mi salvación, ya que, si alguien no interrumpía esto, terminaría matando a este idiota.
Lewis: Cállate Norris – dijo mirándolo furioso. Norris solo bajó la mirada. Después dirige la mirada hacia mí. – Bueno, creo que suerte. – extiendo la mano. – la necesitarán.
Checo: Ya lárgate Lewis. – dice Sergio colocándose entre Hamilton y yo.
Lewis se echa a reír y se va.

Carlos: Tenía ganas de golpearlo tan duro hasta que me quedara dormido. – dije frunciendo el ceño.
Checo: Pues el partido está por iniciar, ¿Por qué no le pateas su moreno trasero en el juego? – me sonríe, yo asiento y me preparo para iniciar.

NARRA CHARLES

Busqué a Max entre las gradas, le había pedido que apartara un lugar en las primeras filas y eso hizo, ahí estaba con una sonrisa al verme.
Charles: ¡Hey! Te extraño Max, casi no nos hemos visto. – dije llegando a abrazarlo.
Max: has estado ocupado con el chilito. – sonríe.
Charles: ¿Chilito? Había olvidado tu imaginación al hacer apodos.

Max solo sigue sonriendo y en ese momento los jugadores salen a la cancha, busco a Carlos quien llevaba la playera con el número 16, al parecer mira para todos lados como buscándome, levanto las manos para llamar su atención y al mirarme sonríe.