"Tú Y Yo, Juntos..." Charlos adaptacion.

Capítulo 31

MARATÓN 3/5

Narra Carlos

Me había dolido todo lo que Lewis había venido a decirme, tenía toda la razón del mundo, me dolía, todo lo que me dijo era verdad, yo estaba sufriendo cada segundo el que Charles, ya no estará conmigo, nunca lo veré con una toga recibiendo un reconocimiento por su buen desempeño escolar, nunca lo vería recibir su primero sueldo, nunca lo vería con sus hijos, nada de eso existía si hablábamos de Charles.

Narra Checo

– ¡Maldición, maldición! – escuché gritar a mi compañero de renta desde su habitación, apresuré el paso y entré, encontrando el cuarto de Carlos hecho un desastre.

– ¿Qué sucede? – pregunté algo asustado.

– Es mi Charles. – dice con tristeza en su voz, una tristeza que... llegaba desde el interior, tristeza acompañada por miedo. – Está muriendo Checo. – dice entre lágrimas.

– Pero... - dudé en si decirlo o no- eso ya lo sabías. – por fin dije.

– Pero... - las palabras estaban marcadas en sus labios, solo que a Carlos se le dificultaba decirlas...- Pero antes no me estaba enamorando de él.

– Oh, Sainz, amigo. – dije caminando hasta él y abrazándolo.

– No quiero. – sollozó. – No quiero enamorarme de Charles. – guardó silencio mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas, me partía el alma verlo así. – No quiero sufrir esa pérdida.

– Y ¿Qué haces aquí diciéndomelo a mí? – dije levantándolo de la barbilla. – ve, corre y grítale que lo amas, pasa todo el tiempo necesario a su lado, aprovéchalo ahora que lo tienes contigo, después mi amigo, no podrás hacer nada, después solo será un recuerdo.

– Tengo miedo de mirarlo a los ojos, confesarle que lo amo, tenerlo aquí por unos segundos y a los siguientes llorar en una tumba. – lloraba sin parar.

– No cometas el error que muchas personas en tu lugar cometen. – dije sentándolo en la cama y sentándome a un costado de él. – No podrás decirle todo lo que piensas y sientes hacia él, habrá cosas que no te dará tiempo decirle, suena horrible pero quizá debes manejar la idea en que él pueda irse sin despedirse de ti. Pero tú debes decirle todo lo que puedas ahora, dile todos los "Te amo" que puedas ahora.

Carlos secó sus lágrimas, me regaló una sonrisa y tomó una guitarra, saliendo del apartamento con mucha energía.

NARRA CHARLES

La vida se me iba en esta cama, desearía tener a Carlos aquí conmigo, ¿Qué idiota? Decirme que aún no somos nada, prohibiéndome todo derecho de decirle lo mucho que lo quiero. Mi celular vibró, sacándome de mis tristes y desvanecidos pensamientos.

Carlos ❤️

¿Me abres la ventana?

Charles

¿Qué? ¿Estás aquí? ¿Cómo sabes dónde vivo?

Carlos ❤️

Abre la ventana, Max me dijo.

No lo pensé más y fui directo hasta la ventana, no veía nada ¿Acaso se había burlado de mí?

Charles

Ja Ja Ja... Gracioso Sainz.

Carlos ❤️

Abre la ventana princeso.

Hice lo que me pidió, pasé mi cabeza por el marco de la ventana, buscando señales de Carlos, cuando de pronto veo al chico acercarse por el frente cargando una guitarra.

– Enero siempre me lleva a ti, el sol, tus manos y el frío en Madrid. Alimentando un recuerdo gris, un año en pausa, stop.

Déjame repetir, para volver a sentir... Nuestros besos a destiempo

Lo que hablamos en silencio. No, no hacer que nunca pasó.

Terminada esa frase, no pude evitar recordar la linda mañana en que ambos habíamos despertado desnudos, abrazados, cuando me despertó por completo su linda voz y su liviano beso.

Sonrojado me cubrí la cara con ambas manos. Solo Carlos podía causar eso en mí. Marqué con mis labios la palabra "Te amo", Carlos al notar el gesto sonrió, sonrojándose de igual manera en que yo lo hacía.

– Dicen que el tiempo todo cura en su momento, nadie me dijo que el dolor se iba tan lento, yo quiero odiarte, pero te amo, yo no puedo. Cómo te olvido, fuiste mi mejor invento, tú me quieres a destiempo.

No descifro tus silencios, y no, no puedo hacer como que esto nunca pasó, y por querer estar volando, realmente nunca despegamos, me vendiste un amor que realmente existió. Y aquí estoy, queriendo ser extraordinarios, queda un amor tan ordinario, oh. – terminada la frase, yo ya no estaba en la ventana, corrí sin control hasta la planta baja, bajando las escaleras sin cuidado, corrí hasta la puerta y la abrí, pude ver la cara de idiota de Carlos buscándome todavía en la ventana de mi cuarto.

Carlos al ver que corría con lágrimas en mis ojos, dejó caer su guitarra al suelo y abrió sus brazos, yo con gran prisa me lancé sobre ellos, besando sus dulces labios. Me separé de él y las palabras brotaron.

– Te amo Calos, te amo, no me importa si aún no soy nada para ti, pero tenía que decírtelo, no quiero quedarme con esas palabras, necesitaba que tú las supieras.

– Tranquilo princeso, lo que dice la canción es amor extraordinario, no quería aceptarlo, pero desde la primera vez que me crucé con esos ojitos algo alborotaron dentro de mí y hoy me cuesta creer que esos ojitos ahora van a mi lado, de mi mano. Yo también te amo Charles, oficialmente... ¿Quieres ser mi novio?

– Debo pensarlo sabes. – dije soltando a Carlos. – hay algunas cosas que debo analizar, pero la más importante es... ¿Serás un novio posesivo?

– Oh, bueno. - rascó su cabeza. – depende sabes... Si alguien se acerca a esos lindos ojos, si tendré que golpearlo, creo que más que posesivo seré muy territorial. – dice y sonríe.

– Entonces sí, sí quiero ser tu novio. – dije acercándome a sus labios. – quiero estar contigo hasta el final de mis días Calos, quiero que seas tú lo último que vean mis ojos.

– Así será hasta el último minuto, hasta el último segundo, hasta tu último suspiro...