VISERRA
Montar en Sunwings es lo que más amo hacer; es el único momento en que siento que puedo ser yo misma, sin las miradas de nadie, sin las expectativas de nadie más que las mías. El aire frío contra mi rostro y el rugido del viento en mis oídos me hacen sentir tan viva, tan libre, que nada más importa. Sunwings me entiende de una forma que nadie más lo hace; en su lomo soy simplemente Viserra, sin títulos, sin el peso de ser hija de reyes.
Esta mañana, decidí sobrevolar los acantilados de la costa. Desde allá arriba, todo el castillo de Desembarco parece tan pequeño e insignificante; incluso Aegon y sus decisiones, que tanto afectan nuestras vidas, parecen ser cosa de otro mundo. Estando tan alto, lejos de todo, puedo dejar de lado la angustia, el resentimiento y las disputas que parecen no tener fin entre mis hermanos y mi padre.
Aterricé cerca de los jardines privados, donde, para mi sorpresa, encontré a mi madre. Ella rara vez se muestra fuera de sus aposentos a estas horas; sin embargo, allí estaba, observándome con una sonrisa ligera pero intrigante. No pude evitar recordar todas las veces que, de niña, la miraba con admiración. Ahora, entiendo mejor que nunca lo que significa vivir en esta familia, con todas sus responsabilidades y secretos.
—Montar te da la paz que la corte no puede darte, ¿verdad? —dijo ella, sin apartar la mirada, sus ojos brillando con una especie de comprensión que solo las dos compartíamos.
—Sí —respondí, tratando de sonar despreocupada, aunque la intensidad de su mirada me incomodaba un poco—. Montar en Sunwings es lo único que me hace sentir como yo misma.
Ella asintió, dando un paso más cerca de mí, como si quisiera decirme algo importante. Había un aire de complicidad en su expresión, algo que, en cualquier otra persona, habría parecido afecto, pero que en ella era como un reto.
—Recuerda siempre eso, Viserra —dijo suavemente—. Hay pocas cosas en este mundo que nos pertenecen por completo. Montar tu dragón, esa libertad, es tuya y de nadie más.
Asentí, absorbiendo sus palabras como si fueran un consejo y una advertencia al mismo tiempo.
Mi madre extendió la mano, y de entre los pliegues de su capa de terciopelo extrajo una daga. Me quedé en silencio, observando la pequeña y hermosa arma que brillaba bajo el sol. La empuñadura de oro estaba decorada con rubíes que destellaban como llamas, y el filo, afilado y reluciente, era de un diseño fino y detallado, digno de un tesoro. Era una daga de verdadero poder, y, a la vez, de exquisita belleza.
—Para ti, Viserra —dijo mi madre, entregándomela con una mezcla de solemnidad y orgullo—. Quiero que la lleves contigo siempre.
Tomé la daga, sintiendo su peso en mi mano, y me maravilló cómo parecía una versión pequeña y delicada de Hermana Oscura, la espada legendaria que mi madre portaba con tanto orgullo. Me atreví a sonreír, alzándola un poco para admirarla mejor.
—Es... como una Hermana Oscura en miniatura —comenté con una sonrisa atrevida, sabiendo bien cuánto significaba esa espada para ella.
Ella me miró con una expresión que mezclaba ternura y un leve toque de severidad, como si reconociera la broma pero quisiera también que comprendiera la seriedad del regalo.
—Lo es, en cierto modo —admitió, sin perder la mirada fija en mí—. Una daga es una arma íntima, Viserra. Más que una espada, está destinada a protegerte en momentos donde nadie más puede. Lleva en ella el mismo espíritu de Hermana Oscura, y es tan mortal en manos de quien sabe usarla.
Pasé un dedo por el borde de la empuñadura, sintiendo los fríos rubíes incrustados en el oro. Sabía que este no era solo un obsequio lujoso, sino un símbolo, un recordatorio de lo que mi madre esperaba de mí. Ella confiaba en que yo también sabría protegerme en este juego peligroso al que llamamos corte.
ESTÁS LEYENDO
OUR LOVE ── 𝐦𝐚𝐞𝐠𝐨𝐫 𝐭𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧
Hayran Kurguᴏᴜʀ ⎯⎯⎯ belonging to or associated with one or more people. ໒꒱ Donde Maegor solo tiene ojos para su dulce Viserra, pero el deber y el amor se interponen entre lo que alguna vez uno de ellos creyó tener. ˎˊ˗ ʟᴏᴠᴇ ⎯⎯⎯ an intense feeling of deep affe...