Todopoderoso diseñador de juegos

25. El primer jugador

Al día siguiente, a las 10 de la mañana...

Chen Mo estaba despierto y ya había desayunado. Estaba esperando dentro de la tienda de experiencias.

Ayer, durante toda la tarde hasta las 8:00 p. m., cuando cerraron las puertas, no había ni un solo jugador. Todos los visitantes estaban allí para ir al cibercafé. Después de darse cuenta de que era una tienda de experiencias que costaba cinco dólares la hora, ninguno de ellos se quedó.

Por supuesto, una de las razones por las que nadie quería unirse era porque la tienda estaba vacía.

Chen Mo se preguntó si su vida se suponía que sería tan difícil.

-Mi juego está a punto de sorprender a toda la industria de los videojuegos. Aunque les permito gastar cinco dólares para jugarlo antes de que salga al mercado, ¿aún no están satisfechos?

Chen Mo no iba a ceder, por lo que abrió la tienda a tiempo el segundo día.

Incluso preparó una taza, esperando a su primer cliente para servirle una taza de café. Sin embargo, la idea de no tener suficientes jugadores para toda una semana se había infiltrado lentamente en su mente.

Si no reunía suficientes ideas de los jugadores ni conseguía suficiente feedback, todo lo que podía hacer era probarlo en el mercado y cambiarlo sobre la marcha.

Relativamente hablando, Chen Mo prefirió hablar con los jugadores cara a cara.

Mientras Chen Mo estaba sumido en sus pensamientos, una mujer alta entró en la tienda.

Cabello largo y negro, de unos ciento setenta y dos centímetros, y aún calzaba tacones. Por suerte, Chen Mo todavía estaba sentado, de lo contrario sentiría cierta presión por su altura.

La mujer se veía bien, pero tenía un aura fuerte que la rodeaba y mantenía a raya todo lo que estuviera a cinco metros de distancia. Incluso una mosca que entrara en la zona de exclusión moriría.

Básicamente, si le dieras una katana, sería completamente capaz de hacer cosplay de Saeko de High School of the Dead .

La mujer revisó la tienda antes de fijarse en Chen Mo.

Chen Mo sintió escalofríos recorrer su columna y la saludó: "¡Hola!".

La mujer preguntó: "¿Es esta una tienda de experiencias? ¿Acaba de abrir?"

Chen Mo asintió: "Sí, desde ayer".

La mujer miró los asientos vacíos y dijo: "Completamente vacío, ¿no ha estado nadie aquí?"

Chen Mo no tenía nada que decir.

-¿No entiende que no hay que patear a la gente cuando está caída? Con solo mirarla se nota que la tienda está vacía. ¿Crees que con preguntar la tienda se llenará de gente por arte de magia?

-Y tengo tantas ganas de decir: ' No, hay racimos, sólo que no puedes verlos '.-

Al notar que Chen Mo no respondía, la morena hizo otra pregunta: "¿Es porque el precio es demasiado alto? ¿Hay muy pocos juegos?"

Chen Mo respondió: "Cinco dólares la hora".

La mujer asintió: "Por supuesto, cobras más que el cibercafé, no me extraña que esté vacío".

Chen Mo no dijo nada.

Cambiando de tema, la mujer dijo: "Sin embargo, el ambiente aquí es bastante agradable, a diferencia de los cibercafés con atmósferas terribles. Está bien, de todos modos quería relajarme un poco, jugaré durante una hora".