Blair se adentraba una vez más en el bosque, explorando los senderos verdes junto a Fennekin y Togepi, quien parecía cada vez más cómoda y confiada a su lado. Era un día perfecto, y la compañía de sus Pokémon hacía que el bosque se sintiera menos solitario y más acogedor.
A lo lejos, Blair escuchó risas. Reconoció esa voz, e inevitablemente, se preparó para un nuevo encontronazo. Al dar unos pasos más, encontró a Ethan, su inconfundible sonrisa despreocupada iluminando su rostro mientras su Squirtle jugaba con su Chespin en un claro soleado. Ethan era un chico alto, de cabello castaño y ojos verdes, alguien que siempre parecía irradiar una energía amigable y relajada.
—¡Blair! —saludó Ethan, levantando la mano al verla—. ¿Qué te trae por aquí?
Blair esbozó una sonrisa ligera, tratando de ocultar su sorpresa. Aunque no le gustaba admitirlo, Ethan siempre lograba suavizar un poco su carácter áspero. Había algo en su personalidad abierta y genuina que la desconcertaba. Además, Ethan parecía siempre verlo todo desde una perspectiva más relajada, un contraste total con la intensidad de Viktor, a quien siempre asociaba con conflictos y desafíos.
—Solo disfrutando el bosque, Ethan —respondió Blair, con su característico tono de confianza, mientras Fennekin y Togepi la rodeaban, explorando el entorno.
Mientras conversaban, Ethan le contaba anécdotas divertidas de su último entrenamiento, cuando, de repente, un potente chorro de agua pasó rozando a Blair. Fennekin reaccionó al instante, esquivando el ataque con gracia, pero Blair sintió una mezcla de sorpresa y molestia. Al volverse, descubrió la fuente del ataque: Viktor.
Él estaba de pie al borde del claro, con una sonrisa arrogante en el rostro y sus Pokémon a su lado. Froakie lo miraba con la misma altivez, mientras Charmander, tímido, se mantenía un poco más atrás, observando con cierta cautela.
—Vaya, vaya... qué sorpresa encontrarlos aquí —dijo Viktor, acercándose con una confianza imponente.
Blair apretó los dientes, sin quitarle la mirada desafiante. No necesitaba este tipo de interrupciones, mucho menos si venían de él. Antes de que pudiera responder, Viktor se acercó aún más, colocando una mano en el hombro de Ethan y apoyándose en él con un gesto familiar y despreocupado.
—Ethan y yo solemos entrenar juntos, ¿no es así, amigo? —comentó Viktor, con una sonrisa afilada y un tono casi provocador, observando de reojo la reacción de Blair.
La revelación tomó a Blair por sorpresa. ¿Ethan y Viktor eran... amigos? Esa idea le parecía casi absurda. Ethan, con su carácter amistoso y genuino, y Viktor, con su manipulación y arrogancia... No parecían encajar de ninguna manera.
—Así es —respondió Ethan, sonriendo con su característica amabilidad—. Viktor y yo nos conocemos desde hace tiempo. A veces, entrenar juntos es útil para ambos.
Blair trató de ocultar su sorpresa, aunque no pudo evitar que su expresión se endureciera un poco. La situación se volvía cada vez más incómoda. Viktor parecía disfrutar de su incomodidad, una chispa de satisfacción en su mirada mientras observaba a Blair.
—¿Ya te has cruzado con Froakie? —preguntó Viktor con tono presuntuoso, señalando a su Pokémon—. Su destreza es incomparable, mucho mejor que la de cualquier Fennekin.
Blair arqueó una ceja, su mirada helada clavándose en Viktor. —Claro que lo he visto, Viktor —dijo con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos—. Y, sinceramente, no veo qué lo hace tan especial.
—¿En serio? —contestó Viktor, dando un paso más cerca—. Porque me parece que hasta ahora, ningún Pokémon tuyo ha podido compararse con el poder de los míos.
La tensión entre ellos era palpable, pero Ethan intervino antes de que la situación se intensificara aún más.
—Vamos, chicos, estamos aquí para pasarla bien —dijo Ethan, intentando suavizar la situación con una risa—. No necesitamos competir todo el tiempo, ¿verdad?
Pero Blair y Viktor apenas lo escuchaban. Sus miradas seguían enfrentadas, llenas de desafío y desconfianza. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder terreno. Mientras sus Pokémon observaban en silencio, Fennekin y Froakie también parecían captar la animosidad de sus entrenadores, mirándose con la misma competitividad que sus dueños.
Finalmente, Blair rompió el contacto visual y se dirigió a Ethan con un tono más controlado. —Será mejor que sigamos nuestro camino, Fennekin y yo tenemos cosas importantes que hacer.
Viktor soltó una risa desdeñosa. —Oh, seguro. No queremos interrumpir "tus grandes planes" —dijo, la burla clara en su tono.
Blair apretó los dientes, decidida a no dejar que Viktor la provocara más. Miró una última vez a Ethan, quien le devolvió una sonrisa algo incómoda, y se alejó con Fennekin y Togepi siguiéndola.
Mientras se alejaba, podía escuchar la risa de Viktor y sus comentarios con Ethan a la distancia. La presencia de Viktor era como una espina, un recordatorio constante de la rivalidad que ambos compartían. Sin embargo, también sintió algo más. Por primera vez, había visto a Viktor en una situación más relajada, hablando con Ethan, casi como si pudiera ser... una persona normal. Pero esa imagen pronto se desvaneció, sustituida por la realidad de sus interacciones.
Aun así, la idea de que Ethan, alguien a quien ella consideraba un aliado y una buena persona, estuviera tan cercano a Viktor, la dejaba intrigada. ¿Qué veía él en Viktor? ¿O había algo que ella