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Era una tarde tranquila en Ciudad Novarte, y el parque cercano al gimnasio se llenaba de luz y vida. Blair estaba recostada en el césped, hojeando una revista de moda que acababa de conseguir. Fennekin y Togepi jugaban a su lado, a veces mirando a Blair con curiosidad cada vez que ella murmuraba comentarios críticos sobre las prendas de la revista. Ethan estaba cerca, sentado en una banca, escribiendo en un cuaderno sus notas sobre Pokémon, sumido en sus pensamientos y sin prestar demasiada atención al ambiente.

Viktor, por su parte, estaba concentrado en entrenar a sus Pokémon. Su Froakie practicaba ataques veloces, mientras que Charmander, más tímido, observaba desde cerca, sin atreverse a tomar mucha distancia de su entrenador. Aunque Charmander era reservado y algo asustadizo, Viktor era paciente con él y lo alentaba, consciente de que tenía potencial oculto.

De repente, un Chimchar apareció desde detrás de unos arbustos, sus ojos chispeando con una energía traviesa y retadora. Blair notó la pequeña figura primero, pero al verlo acercarse a Viktor y a Charmander, decidió observar sin interrumpir, algo intrigada.

Chimchar se detuvo frente a Charmander, balanceándose de un lado a otro con una expresión desafiante. Lanzó una mirada juguetona a Charmander, como si estuviera retándolo. Charmander, sin embargo, dio un paso atrás y se encogió detrás de Viktor, evitando cualquier enfrentamiento directo.

Viktor se dio cuenta de la timidez de su Charmander, pero también notó la arrogancia y confianza en los ojos de Chimchar. Aquella actitud descarada le resultaba curiosamente atractiva.

—Parece que a alguien le sobra confianza —murmuró Viktor con una ligera sonrisa, observando al Chimchar que continuaba provocando a Charmander.

Ethan levantó la vista de su cuaderno al notar la interacción, y sonrió, divertido. —Parece que Charmander ha encontrado un rival... ¿o un posible compañero?

Blair rodó los ojos, pero no pudo evitar prestar atención. —Quizá sea una buena oportunidad para que Charmander aprenda a ser menos tímido —comentó con una sonrisa ligera.

Chimchar, como si entendiera que todos lo miraban, decidió ir un paso más allá y saltó hacia Viktor, posándose en su hombro con una confianza absoluta. Se balanceó, claramente cómodo y seguro de su decisión. Viktor arqueó una ceja, sorprendido, pero pronto sonrió. A pesar de su actitud arrogante, algo en ese Chimchar le llamaba la atención; aquella energía tan parecida a la suya, ese desafío constante, le resultaba irresistible.

—¿Qué te parece, pequeño? —preguntó Viktor, mirándolo de reojo con una media sonrisa—. ¿Decidiste que yo sea tu entrenador?

Chimchar respondió con un enérgico asentimiento, dejando claro que estaba a gusto con Viktor. Blair dejó escapar una risa suave desde su lugar en el césped.

—Parece que tienes otro admirador, Viktor —dijo Blair con un tono burlón—. A ver si puedes con él.

Viktor ignoró el comentario de Blair, manteniendo la vista en Chimchar. —Creo que nos llevaremos bien, ¿no? —dijo, mientras Chimchar asentía de nuevo, con la misma mirada desafiante.

Charmander, al ver la nueva relación entre Viktor y Chimchar, observó al mono de fuego con una mezcla de curiosidad y admiración. Parecía que el entusiasmo y la valentía de Chimchar lo motivaban un poco, y aunque todavía era tímido, empezaba a asomarse detrás de Viktor, como si quisiera también absorber un poco de esa confianza.

Ethan, viendo la interacción entre todos ellos, se rió suavemente. —Viktor, parece que ahora tienes una pequeña pandilla de Pokémon con personalidades fuertes. Esto va a ser interesante.

—Sí, supongo que no será aburrido —respondió Viktor, mientras Chimchar asentía desde su hombro, como si estuviera reafirmando su papel en el equipo.

La tarde transcurrió en un ambiente relajado, y Blair observó en silencio, sintiendo una pizca de respeto por Viktor al ver cómo aceptaba a Chimchar con su característico aplomo. Era extraño, pero poco a poco, Blair empezaba a ver algo más allá de la arrogancia de Viktor: una cierta determinación, una ambición que compartían, aunque de manera diferente.

Cuando el sol comenzó a ponerse, el grupo decidió regresar a la ciudad, sabiendo que el siguiente día les traería nuevos retos y aventuras. Con Chimchar en el hombro de Viktor, Fennekin y Togepi caminando junto a Blair, y Ethan con su expresión tranquila, el peculiar grupo comenzó a parecer cada vez más unido, aunque no lo reconocieran abiertamente.

Y así, mientras el atardecer iluminaba la Ciudad Novarte, Blair, Viktor, y Ethan dieron sus primeros pasos como un equipo no oficial, en una aventura que, sin duda, sería tan caótica como fascinante.

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