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La ciudad de Témpera seguía respirando calma a medida que el sol comenzaba a ponerse en el horizonte. Sus calles se llenaban de vida con entrenadores que se reunían para participar en batallas Pokémon informales, en su mayoría amigables, aunque algunas llevaban consigo la tensión de un enfrentamiento serio. Las plazas y parques se llenaban de espectadores, y los susurros de los Pokémon resonaban por todos lados.

En el centro de la ciudad, había una gran zona abierta donde se organizaban estos combates, un lugar conocido entre los entrenadores locales. Allí, entrenadores de todas partes de Kalos se reunían para probar sus habilidades y medir su progreso. Ethan, acompañado de su fiel Chespin, caminaba con paso firme hacia la arena de combate. Su rostro reflejaba una mezcla de emoción y determinación, pero había algo más: una ligera preocupación. No estaba seguro de lo que le esperaba, pero estaba listo para enfrentarse a cualquier desafío.

Viktor y Blair se encontraban a una distancia prudente, observando la escena. Blair, como siempre, mantenía una postura serena pero con un toque de arrogancia. Sus brazos cruzados sobre el pecho y una ligera sonrisa en su rostro mostraban su confianza.

—Ethan siempre ha sido el más reservado, pero parece que esta vez está realmente decidido —comentó Blair, con la mirada fija en el campo de batalla.

Viktor, a su lado, apenas mostró expresión alguna. Su actitud seca y su tono burlón solo acentuaban su característica indiferencia, aunque, en el fondo, su interés estaba claramente en el combate.

—Típico de Ethan —respondió con una sonrisa irónica—. Lo tiene todo calculado, pero aún así parece estar buscando su momento. Quizás hoy lo encuentre.

Blair desvió la mirada hacia Viktor, sonriendo con cierta picardía.

—¿No confías en él?

Viktor no respondió de inmediato. Se cruzó de brazos y observó la arena.

—Confío en su habilidad... solo no estoy seguro de que su Chespin esté a la altura de este tipo de enfrentamientos.

El comentario de Viktor no pasó desapercibido para Blair, que le lanzó una mirada crítica. No era el momento para subestimar a Ethan, especialmente cuando él había demostrado un gran potencial en batallas anteriores. Sin embargo, no podía evitar sentir un toque de arrogancia hacia su amigo. Ethan podía ser callado y un poco serio, pero Chespin había sido su compañero constante, y tenía fe en que ambos superarían cualquier obstáculo.

La voz de un anunciador resonó en el aire, cortando las conversaciones y atrayendo la atención de los espectadores.

—¡Entrenadores, prepárense para el enfrentamiento de hoy! En el rincón izquierdo, tenemos a Ethan, con su Chespin. ¡Y en el rincón derecho, el desafiante Florian, con su Lillipup y Comfey!

Florian, un joven con una actitud confiada y una sonrisa arrogante, estaba al otro lado de la arena. Con su Lillipup al lado y su Comfey flotando cerca de él, parecía seguro de su victoria. Ethan, por el contrario, no mostró más que concentración. Chespin estaba junto a él, listo para comenzar el combate.

Viktor observó el campo con atención, casi como si quisiera ver cómo Ethan se enfrentaría a este desafío. A pesar de la indiferencia aparente, había algo en su mirada que traicionaba su interés por la batalla.

Blair, sin embargo, se recostó contra una columna cercana, disfrutando del espectáculo con su mirada fija en Chespin. Una ligera sonrisa apareció en sus labios.

—Chespin ha mejorado mucho últimamente... pero no será un camino fácil —comentó, casi como si hablara consigo misma.

Viktor no pudo evitar sonreír con sarcasmo.

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