Ciudad Novarte brillaba bajo la luz del sol de la tarde, sus calles tranquilas y sus edificios adornados de enredaderas y flores. Blair caminaba junto a Fennekin y Togepi, observando con aire indiferente los escaparates y a los entrenadores locales que se entrenaban cerca del Gimnasio de Ciudad Novarte. No tardó en ver a Ethan, quien charlaba animadamente con Viktor en la entrada del gimnasio. La idea de ver a Viktor en una batalla real, enfrentándose a un líder de gimnasio, despertaba en Blair una mezcla de curiosidad y rivalidad que no podía ignorar.
—¡Blair! —exclamó Ethan al verla acercarse—. ¿Vienes a animarnos?
Blair alzó una ceja, mirándolos a ambos. —¿Animarlos? No precisamente, pero sí estoy interesada en ver cómo se desempeña Viktor en una pelea seria. —Deslizó una mirada desafiante hacia Viktor—. Después de todo, tanto presume de sus habilidades, quiero ver si puede respaldarlas.
Viktor sonrió, esa sonrisa segura de sí mismo que siempre parecía desafiar al mundo. —Bueno, Blair, si vas a quedarte a ver mi batalla, tal vez hasta aprendas algo útil para cuando te toque tu turno.
Blair soltó una ligera risa sarcástica. —Veremos quién aprende de quién, Viktor.
Sin embargo, detrás de las palabras mordaces, tanto Blair como Viktor parecían disfrutar de la tensión entre ellos. Era una especie de combustible que los impulsaba, un desafío constante. Ethan, siempre el mediador, intervino antes de que la situación se volviera demasiado incómoda.
—Vamos, chicos, estamos aquí para divertirnos y mejorar, ¿no? —dijo, con su característica sonrisa tranquila—. Será divertido ver cómo se enfrenta Viktor a Viola.
Blair rodó los ojos, pero no pudo evitar una pequeña sonrisa. Ethan siempre parecía tener esa habilidad de suavizar cualquier situación, por más tensa que fuera.
Entraron juntos al gimnasio, donde Viola, la líder, los esperaba en el centro de una arena decorada con enredaderas y luces tenues, que imitaban el ambiente de un bosque. Viola los saludó con una sonrisa segura y una pizca de curiosidad en la mirada.
—¿Así que eres tú el próximo retador? —preguntó, mirando a Viktor—. He oído hablar de ti y tus habilidades. Espero que me des una buena batalla.
Viktor asintió con seguridad, sin dejar de lado su aire confiado. —No te preocupes, Viola, te mostraré de qué están hechos mis Pokémon.
Blair y Ethan se ubicaron en la zona de espectadores, con una vista privilegiada de la arena. Fennekin y Togepi se acomodaron cerca de Blair, quienes también parecían expectantes por ver la pelea.
La batalla comenzó con Viktor enviando a Froakie a la arena. Viola, conocida por su destreza en combates tipo Bicho, respondió con Surskit. La tensión en el ambiente se palpaba, y Blair no podía evitar observar cada movimiento de Viktor, analizando su estrategia. A pesar de sus roces, tenía que admitir que Viktor sabía cómo manejarse en una pelea.
Viola atacó primero, ordenando a Surskit que utilizara Burbuja, un movimiento rápido y eficaz. Las burbujas salieron disparadas hacia Froakie, pero Viktor mantuvo la calma.
—Froakie, esquiva y usa Ataque Rápido —ordenó Viktor.
Froakie saltó ágilmente, esquivando las burbujas con gracia antes de lanzarse contra Surskit a una velocidad impresionante, logrando impactarlo y haciendo que retrocediera. La habilidad de Viktor para anticipar los movimientos de Viola era evidente, y Blair, a pesar de sí misma, se encontró impresionada.
Sin embargo, Viola no se daba por vencida. Ordenó a Surskit utilizar Chorro de Agua, creando una ráfaga que alcanzó a Froakie. Viktor frunció el ceño, pero no perdió la calma.
—Froakie, contraataca con Pistola de Agua —dijo, con una voz firme.
Las corrientes de agua chocaron en el aire, y la batalla se intensificó. Blair notaba la tensión en la mandíbula de Viktor, la concentración en sus ojos azules. Aunque solía ser arrogante y distante, en ese momento, se veía enfocado, casi como si estuviera en su elemento.
La batalla continuó en una serie de ataques y contraataques, hasta que finalmente, Viktor logró debilitar a Surskit. Viola llamó a su segundo Pokémon, Vivillon, y Viktor envió a Charmander. Blair no pudo evitar una sonrisa al ver al pequeño Charmander en la arena, su mirada tímida y algo asustada, pero dispuesto a pelear.
—Charmander, esta es tu oportunidad —le dijo Viktor con un tono sorprendentemente suave—. Usa Ascuas.
Charmander asintió, lanzando pequeñas brasas hacia Vivillon, que esquivó con facilidad. A pesar de su inseguridad, Charmander parecía decidido, y Blair pudo ver cómo Viktor, aunque no mostraba mucho, lo alentaba con su mirada.
Viola ordenó a Vivillon que utilizara Viento Plata, una ráfaga brillante que hizo retroceder a Charmander. Viktor apretó los puños, pero no perdió la calma.
—Charmander, mantente firme y ataca de nuevo con Ascuas —dijo Viktor, con una voz firme y segura que le dio a Charmander la confianza necesaria.
Charmander lanzó otro ataque de Ascuas, esta vez logrando impactar a Vivillon, debilitándola poco a poco. Con perseverancia y la guía de Viktor, finalmente Charmander se alzó victorioso, ganando el respeto y confianza de su entrenador.
Cuando la batalla terminó, Viola se acercó a Viktor y le entregó la medalla, con una sonrisa de aprobación. —Bien hecho, Viktor. Tienes potencial, sin duda.
Viktor aceptó la medalla con orgullo, y al darse vuelta, sus ojos se encontraron con los de Blair, quien lo miraba con una expresión que mezclaba sorpresa y respeto.
—No estuvo mal —admitió Blair, cruzándose de brazos—. Quizá no seas tan inútil como pensé.
Viktor sonrió, arrogante. —Espero que hayas tomado nota, Blair. Quizá te sea útil.
Ethan intervino con una risa ligera, disfrutando de la dinámica entre ambos. —Bueno, al menos lograron estar de acuerdo en algo, ¿no?
Mientras salían del gimnasio, Blair no pudo evitar preguntarse si, después de todo, ser parte de un grupo no era tan malo. Aunque Viktor seguía siendo un rival, la experiencia de verlo en acción le había dado una nueva perspectiva.