El aire fresco de la mañana recorrió el rostro del trío mientras se acercaban al imponente edificio del Gimnasio de Luminalia, uno de los puntos más emblemáticos de la región de Kalos. Con su estructura altísima, reminiscente de la Torre Eiffel, el gimnasio destacaba sobre el resto de la ciudad. Las luces de la ciudad ya comenzaban a atenuarse mientras el sol se alzaba, dando paso a un nuevo día lleno de expectativas y desafíos.
Viktor caminaba al frente, sus ojos decididos, observando el gimnasio con una mezcla de concentración y expectativa. Había sido un largo viaje desde su última victoria, pero este gimnasio significaba mucho más: era su quinto reto y uno de los más complicados en su camino hacia la liga.
Blair, caminando junto a él, no pudo evitar sonreír al ver su expresión. Aunque Viktor nunca mostraba una emoción desbordante, se notaba que este enfrentamiento le importaba profundamente.
—Este gimnasio no será fácil —comentó Blair, mirando la enorme estructura. —Clemont es muy fuerte, especializado en el tipo eléctrico, y he escuchado que sus estrategias son muy ingeniosas.
Viktor asintió, observando la entrada principal del gimnasio. —Lo sé. Pero eso no me detendrá. Mi equipo está preparado.
Ethan, que caminaba unos pasos detrás, agregó mientras miraba el gimnasio con cierto asombro. —Es impresionante, ¿verdad? ¡Este lugar es enorme! Parece una versión en miniatura de la Torre Eiffel. No puedo esperar a ver qué tipo de batalla nos espera dentro.
El trío entró en el gimnasio, donde una serie de luces brillantes y estructuras metálicas adornaban el interior, creando una atmósfera futurista y tecnológica. Al frente, un hombre de cabello rubio y gafas, claramente con una expresión de concentración, se encontraba en el centro del gimnasio.
—Bienvenidos al Gimnasio de Luminalia —dijo el hombre, levantando la mano para saludar a los visitantes—. Soy Clemont, el líder de este gimnasio, y soy un experto en el tipo eléctrico. Si quieren obtener mi medalla, deberán superar mis tácticas con un excelente trabajo en equipo. ¿Están listos?
Viktor no dudó y dio un paso al frente, su mirada fija en Clemont.
—Estoy listo. —respondió Viktor con firmeza.
Clemont sonrió con confianza. —Perfecto. Veamos de qué estás hecho.
Clemont señaló el campo de batalla, un amplio espacio rodeado por una serie de columnas metálicas y plataformas flotantes. El terreno parecía un laberinto de circuitos eléctricos, con luces parpadeando y cables conectando diferentes áreas del gimnasio.
—En este campo, deberás tener cuidado con las trampas eléctricas. Mis Pokémon son especialistas en el tipo eléctrico, y no solo eso, este campo está diseñado para poner a prueba la capacidad estratégica de los entrenadores. Te advierto, no será fácil.
Viktor asintió, tomando una profunda respiración antes de sacar una de sus Poké Balls. Greninja fue el primero en salir, su mirada calculadora y serena a pesar de las circunstancias.
—Comencemos. —dijo Viktor con determinación.
Clemont, con una sonrisa confiada, sacó su propia Poké Ball. —Mi primer Pokémon es Emolga.
Un pequeño Pokémon de tipo eléctrico y volador apareció en el campo. Con sus alas y su agilidad, parecía ser un desafío formidable. Clemont miró a Viktor con una sonrisa desafiante.
—Emolga, usa Puño Trueno.
Emolga voló rápidamente hacia Greninja, cargando su puño con electricidad. Sin embargo, Greninja reaccionó rápidamente, esquivando el ataque con agilidad y saltando hacia un costado.