Alguien me arrastraba con esfuerzo por el apartamento y escuchaba la respiración trabajosa de la persona que me llevaba; mi cabeza golpeó con el marco de alguna puerta y la misteriosa persona dejó escapar un exabrupto por lo bajo.
Reconocí vagamente las paredes del cuarto de baño y la sombra pasó por encima de mí para dirigirse a la bañera; escuché el sonido del grifo al abrirse y el agua corriendo. Los pasos se acercaron de nuevo hacia mí y, de manera inconsciente, lancé una dentellada hacia su brazo.
Mi transformación parecía haberse quedado en pausa, dejándome en un estado en el que era una mezcla de humano y bestia; me removí en las baldosas del suelo y arañé el suelo, tratando de moverme.
Notaba mis sentidos embotados, como si estuviera muy enfermo y no pudiera hacer nada; el cuerpo parecía haberse convertido en un gran bloque de cemento y daba gracias de que aún pudiera mover, poco eso sí, mis extremidades.
Me vi de nuevo arrastrado como si fuera un simple muñeco y escuché a mis espaldas la respiración forzada de mi misterioso salvador; parpadeé varias veces y comprobé que mi visión parecía haber vuelto a la normalidad.
-Podrías poner algo de tu parte, ¿sabes? –masculló una voz femenina y enfadada tras de mí.
Intenté obedecerla, pero mis piernas temblaban como si estuviesen hechas de gelatina; la mujer que me había rescatado soltó un sonoro bufido y me metió como bien pudo hacia el agua caliente de la bañera. Se me escapó un suspiro de alivio al notar el agua caliente mojando mi piel, devolviéndome a la normalidad; me permití cerrar los ojos un segundo antes de dirigir mi mirada hacia la persona que había irrumpido en mi apartamento para tratar de detener mi inminente transformación.
La boca se me abrió desmesuradamente al ver quién estaba apoyada sobre el mueble del baño, cruzada de brazos y con un gesto bastante serio.
-Yo también me alegro de verte –comentó Mina con un tono frío.
-¿Qué... qué es lo que haces aquí? –me atreví a preguntar.
Mina dejó vagar su mirada por el cuarto de baño, sumida en sus propios recuerdos.
-Venía a hablar contigo –respondió, sin mirarme siquiera-. Creo que teníamos asuntos pendientes después de cómo me has tratado en ese edificio.
Mi rostro se crispó cuando mencionó aquel momento. Había perdido los papeles cuando había salido de aquella reunión, después de haber sido testigo de cómo me traicionaban mis propios congéneres con tal de quitarme de en medio; sabía que Mina no había tenido la culpa, pero había sido un cúmulo de circunstancias y sentimientos los que habían sido los causantes de aquel estallido por mi parte.
-Supongo... supongo que no me he comportado del todo bien contigo –empecé, con cautela-. Ni siquiera me he disculpado por todo eso.
Mina desvió su mirada unos segundos en mi dirección.
-Estoy replanteándome seriamente si debí intentar que volviéramos a nuestra anterior situación –dijo, evitando mirarme-. Porque ya veo que aún sigues anclado en el pasado, incapaz de seguir adelante.
Entrecerré los ojos ante su acusación. ¿Cómo era posible que tuviera la poca vergüenza de hablarme de ello? Era evidente que aún estaba dolido por la forma en la que Mina había jugado conmigo, haciéndome creer que teníamos una sola oportunidad para luego deshacerse de mí con una patada.
Sin embargo, dentro del edificio, sus palabras habían sonado sinceras. Quizá, en el fondo, aún hubiera algo que me pertenecía; quizá aún tenía una pequeña oportunidad, a pesar de todo.
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Alpha (Saga Wolf #3.5)
Kurt AdamDiez años. La vida sigue y un servidor intenta pasar página. Estar dándolo todo para que luego elijan al otro es la putada más grande del mundo, pero la Tierra sigue girando y tú debes continuar. Y eso es lo que intento hacer... hasta que reci...