¿Debía empezar por la versión larga, la que se remontaba a diez años atrás, o debía pasar a un rápido resumen sobre cómo se encontraba la situación? A mi lado, Jia no despegaba la vista de Avril, seguramente haciendo lo mismo que había estado haciendo ella antes: elegir si era alguien en quien confiar o no.
Sin embargo, yo confiaba en la hermana de Mina porque necesitaba desesperadamente apoyos. La traición de Kasper me había dejado tocado, y ya no estaba seguro de quién más podría trabajar para él dentro de mi manada... además del resto que habitaban en Nueva York, por no hablar de los miembros del Consejo.
Me humedecí el labio inferior, ganando algo de tiempo.
-Necesitamos recuperar a tu hermana –dije, ganándome una fulminante mirada por parte de Avril-. Alguien de dentro de mi manada me ha traicionado y se la ha llevado consigo; creemos que al mismo sitio donde se encuentra Thomas.
El rostro de la chica se descompuso al mencionar a mi hermano menor. Sus labios se fruncieron y sus ojos verdes me contemplaron con cautela, vigilando por el rabillo del ojo a Jia, que parecía enfadada conmigo por el hecho de que hubiera hablado antes siquiera de comprobar que estaba de nuestro lado; yo ya sabía de antemano que lo estaría: la vida de su hermana y su lo-que-quisiera-que-fuera-para-ella, mi hermano Thomas, estaban en peligro.
-Vale –suspiró despacio, como si estuviera mentalizándose-. ¿Cómo es posible que Mina esté... secuestrada? Chase se marchó a Blackstone con los gemelos porque mi hermana se lo pidió. ¿Qué me he perdido?
-Mi hermana Rebecca –su nombre me supo amargo.
A pesar de compartir lazos de sangre, Rebecca había conseguido hacerme entender qué era lo que significar odiar a alguien hasta querer verlo muerto y bajo tierra; había tenido que dar muchas vueltas al tema, pero había llegado a esa misma conclusión: aquella competición solamente terminaría con alguno de los dos, muerto. Preferiblemente, ella.
Habíamos creído que habíamos cerrado ese capítulo diez años atrás, cuando mi padre había conseguid enviarla a Willard y Mina había regresado a su pueblecito, convirtiéndose en cazadora; años después se había casado, seguida la boda del nacimiento de sus mellizos.
Entonces todo se había retorcido hasta que habíamos acabado en aquella tensa situación.
-Creí que estaba encerrada –musitó Avril, mirándonos a Jia y a mí alternativamente-. Hace diez años que debía estarlo...
Solté una seca carcajada mientras sacudía la cabeza de un lado a otro.
-Mi Beta me traicionó y estuvo planeando junto a mi hermana su huida –le expliqué, notando una punzada en el pecho al pensar en Kasper; era mi amigo, casi mi hermano... y no había dudado en elegir a mi hermana por encima de mí, de su Alfa-. No he sabido lo que sucedía hasta hace poco; al parecer, mi Beta visitaba a Rebecca en Willard y ambos llegaron a crear un plan que funcionó. Ahora mi hermana busca venganza.
Me di cuenta que los labios de Avril se habían puesto blancos de la fuerza que hacía con ellos.
-¿Esa es la mujer que envió a Mina al hospital y nos hizo creer a todos que Chase había muerto? –adivinó con un tono ronco.
Asentí con un seco gesto.
-Voy a matarla con mis propias manos –gruñó Avril.
Jia se removió a mi lado, no le estaba sentando nada bien estar tanto tiempo en silencio.
-Me temo que ese placer me pertenece únicamente a mí –repuse, encogiéndome de hombros.
La mirada de Avril recorrió la sala de estar del hospital, como si hubiera caído en la cuenta en ese preciso momento de dónde se encontraba. No sabía siquiera cómo había dado con nosotros en aquel hospital, pero necesitaba desesperadamente su ayuda; mi contador estaba vaciándose a marchas forzadas y tenía a un sustancioso grupo de personas deseando tener mi cabeza servida en una bonita bandeja.

ESTÁS LEYENDO
Alpha (Saga Wolf #3.5)
WerewolfDiez años. La vida sigue y un servidor intenta pasar página. Estar dándolo todo para que luego elijan al otro es la putada más grande del mundo, pero la Tierra sigue girando y tú debes continuar. Y eso es lo que intento hacer... hasta que reci...