Sabía que me estaba comportando de manera mezquina, que cada uno había tomado sus propias decisiones. Pero había guardado la esperanza de que Mina se diera cuenta de que Chase no le convenía en absoluto; ella no había dudado ni un segundo en perdonarle lo que sucedió en aquel maldito almacén... en lo que hizo con Rebecca mientras Mina lloraba su pérdida.
Yo no corrí la misma suerte.
Me había catapultado de cabeza a la friendzone y aún seguía estando estancado en ella, salvándole el culo tratando de ignorar que me había aplastado el corazón como si se tratara de una uva pasa; tratando de ignorar el hecho de que nada de lo que hiciera podría hacerla cambiar de opinión.
Avril seguía sentada a mi lado, mirando a la sala de espera, en silencio. Pero ¿qué podría decirme ella? Mina era su hermana y, debido a ello, debía defenderla, a pesar de que el perjudicado de todo ello era yo.
-Recuerdo cuando te conocí en el hospital –reflexionó Avril, frotándose la barbilla-. Fue gracias a ti por lo que Mina logró salvar su vida.
Había recibido una llamada anónima donde se me indicaba una dirección y la apocalíptica frase de «Hay una chica en una situación bastante grave»; no había dudado ni un segundo en lanzarme hacia mi coche, encontrándome con el accidente que mi propia hermana había orquestado para deshacerse de Mina. Sin embargo, los remordimientos del lobo encargado de provocar el accidente habían sido los que le habían hecho que se pusiera en contacto conmigo.
Bajé la mirada hacia mis manos, incapaz de responder.
Los pelos de la nuca se me erizaron cuando escuché el repiqueteo de unos tacones. Unos tacones que cada vez sonaban más cerca de nosotros; por el rabillo del ojo vi a Avril esbozar una media sonrisa y, al mirar al frente, me topé con la imagen de una Alice muy mosqueada.
Tenía el ceño fruncido y sus ojos rasgados me contemplaban con una mezcla de frustración, ira e instintos homicidas. Era evidente que yo era el motivo de todo su enfado... lo que me hizo creer que su madre debía haberle dicho algo.
Aguardé hasta que se plantó frente a mí y tragué saliva disimuladamente.
-Qué casualidad encontrarnos aquí –saludé, forzando una sonrisa.
Su ceño se hizo más profundo y se cruzó de brazos, dándole un aspecto mucho más amenazador.
-Estás metido en un buen lío, Gary Harlow –me advirtió.
En aquella ocasión fui yo quien entrecerró los ojos, contemplándola con aire de sospecha.
-No tengo tiempo suficiente para perderlo hablando sobre asuntos del corazón –respondí, creyendo que Alice se habría movido hasta allí para hablarme sobre los problemas de su hermana mayor, Hope.
Alice hizo una mueca de desdén.
-Como tampoco tienes tiempo que perder en este maldito hospital mientras la lunática de tu hermana tiene secuestrada a Mina –replicó.
Me puse pálido al escucharla, al ver que se encontraba al corriente de lo que había sucedido con su amiga. A mi lado escuché a Avril hacer un ruidito de no encontrarse del todo de acuerdo con la sutileza que había mostrado Alice a la hora de hacerme saber que alguien le había avisado sobre lo que había sucedido.
Entonces, casi por arte de magia, supe lo que había sucedido.
Miré a la hermana de Mina con una expresión furiosa, sintiéndome traicionado por aquella llamada que había hecho para hablar con Alice y contárselo todo. Avril me mantuvo la mirada sin cohibirse ni un ápice.
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Alpha (Saga Wolf #3.5)
WerewolfDiez años. La vida sigue y un servidor intenta pasar página. Estar dándolo todo para que luego elijan al otro es la putada más grande del mundo, pero la Tierra sigue girando y tú debes continuar. Y eso es lo que intento hacer... hasta que reci...