RUSLANA Y TN OT2023 | EL DÚO PERFECTO

UNA BROMA

Rus, buscando distraerse y renovar los ánimos después de unas semanas estresantes y algo tensas, sugirió salir de fiesta esa noche. Una buena idea, pensaste, necesitabais despejaros y disfrutar juntas

Llegasteis a un club popular de Madrid, un sitio que frecuentabais. La música era intensa, y el lugar estaba a rebosar de gente bailando. Nada más entrar, Rus te abrazó, rodeando tus hombros con un brazo mientras os movíais entre la multitud, todo iba bien

Hasta que la viste

Estaba de pie en la barra, su mirada fija en ti desde el momento en que cruzaste la puerta. Te costó ignorarla, más aún porque la noche avanzaba y las copas se acumulaban. Al cabo de un rato, ya tenías la risa suelta y los sentidos embotados por el alcohol

Y entonces, ocurrió. Aprovechando un momento en que Rus se había alejado para pedir otra ronda de bebidas, se acercó con una sonrisa descarada
- Tn, cuánto tiempo! - exclamó, elevando un poco la voz para que la escucharas sobre la música. Sus ojos brillaban, y en su tono había algo que no te gustaba - cómo me alegra verte

Intentaste mantener la compostura, pero el alcohol te hacía torpe
- Hola, Nadia... no puedo decir lo mismo sinceramente - murmuraste, mirando de reojo hacia la barra donde Rus seguía hablando con el camarero.
- Sorpresa, eh? - dijo Nadia, acercándose un poco más - Pensé que me habrías echado de menos - te miró fijamente, y tú sentiste un ligero escalofrío. Sus palabras y su tono tenían una intención clara.

Antes de que pudieras contestar, Rus regresó, viendo cómo Nadia estaba peligrosamente cerca de ti. Alzó una ceja y le lanzó una mirada fulminante.
- Pasa algo aquí? - preguntó Rus con frialdad

Nadia soltó una risa y te lanzó una mirada provocativa.
- Nada, solo estaba recordándole a Tn nuestros buenos tiempos. Verdad, Tn? Te acuerdas de aquellas noches como esta? - dijo cogiéndote de la cintura y acercándote a ella

Sentiste la tensión en el aire. El comentario de Nadia había encendido algo en Rus, que respiró hondo intentando calmarse, aunque su tono no dejaba lugar a dudas de que estaba furiosa.
- Tn ya no vive en "aquellos tiempos" - dijo Rus, mirando a Nadia con una dureza que rara vez le habías visto - Ahora tiene a alguien que la cuida de verdad

Nadia se encogió de hombros, sonriendo con falsa inocencia, acercándose más aún a ti
- Ay Ruslana, no te pongas tan a la defensiva. Tn y yo solo estamos hablando... Aunque, claro, no puedo negar que se nos daban bien esas noches juntas. No sé si tú puedes decir lo mismo - añadió con una media sonrisa de triunfo

Rus estaba a punto de explotar, y tú, medio aturdida por el alcohol, no encontrabas las palabras adecuadas para calmar la situación. En cambio, soltaste una risa algo nerviosa, lo cual solo pareció hacer que Nadia se sintiera más segura en su descaro
- En serio, Tn? - Rus te miró, y podías ver el dolor mezclado con ira en sus ojos - de verdad te hace gracia?

Intentaste tomar su mano alejándote un poco de Nadia, pero Rus se apartó con brusquedad
- Rus, no te pongas así... Nadia solo está bromeando, no? - balbuceaste, notando cómo las palabras te salían un poco enredadas

Nadia rió y te pasó un brazo por los hombros, sin importarle la evidente tensión entre tú y Rus.
- Exacto! Solo una broma, Ruslana. Relájate un poco - dijo, y aunque sus palabras eran inocentes, la mirada que le lanzó a Rus no lo era en absoluto

Rus no pudo contenerse más y dio un paso hacia Nadia, poniéndose cara a cara con ella.
- Qué es lo que quieres, Nadia? Hacer que Tn se sienta confundida? Disfrutas metiéndote en relaciones ajenas? Ya lo hiciste antes y no te salió bien - su tono era bajo pero peligroso.

Nadia se encogió de hombros, sin molestarse en ocultar su satisfacción.
- Ruslana siempre tan seria. Tn y yo compartimos algo especial, y qué? A lo mejor ella necesita recordar cómo se siente de verdad... - le lanzó una mirada provocadora y ladeó la cabeza

Intentaste intervenir, notando que la situación estaba a punto de estallar.
- Nadia, creo que ya es suficiente. Rus tiene razón. Estoy... Estoy con ella - dijiste, aunque las palabras no sonaban tan firmes como querías

Nadia no se detuvo y soltó una carcajada
- Claro, claro, estás "con ella" - dijo, haciendo comillas en el aire - Pero no puedo evitar preguntarme... de verdad te hace feliz? - preguntó, bajando la voz de manera insinuante- Porque si alguna vez quieres algo más... ya sabes dónde encontrarme.

Ese fue el límite para Rus. Sin pensarlo dos veces, empujó a Nadia ligeramente, lo suficiente para poner distancia entre ella y tú.
- Te sugiero que te largues, Nadia. Tn no te necesita, y tú no tienes nada que hacer aquí.

Nadia sonrió con arrogancia, pero finalmente retrocedió, lanzándote una última mirada antes de desaparecer entre la multitud. A pesar de su partida, el daño estaba hecho. Rus se volvió hacia ti, con la mirada herida y decepcionada.
- De verdad, Tn? - preguntó, casi en un susurro - De verdad te vas a quedar así, como si no hubiera pasado nada?

Le tomaste la mano, intentando calmarla, pero te la apartó de nuevo como antes
- Rus... por favor, no ha sido nada. Solo estaba hablando...

Rus te miró, incrédula, y sus ojos reflejaban una mezcla de tristeza y furia
- Nada? De verdad, Tn? No ves lo que ella estaba haciendo? Se estaba riendo en mi cara, y tú ni siquiera la frenaste.

Las palabras de Rus te golpearon. Sabías que tenía razón, pero el alcohol y la confusión no te dejaban reaccionar bien.
- No lo sé, Rus... Solo... solo quería divertirme esta noche... a veces creo que eres demasiado celosa conmigo - estabas perdiendo el control de la situación

Rus sacudió la cabeza y miró al suelo, derrotada. - Claro. Quizás deberías pensar si esto de verdad es lo que quieres - murmuró, y sin decir nada más, se dio la vuelta y salió del club

La salida de Rus te dejó en un estado de confusión. Te quedaste ahí, sin saber si deberías ir tras ella o darle espacio, esperando que el frío de la noche lograra calmarla y hacerla regresar.

Sin embargo, los minutos pasaron y Rus no volvió. Con cada segundo que transcurría, sentías cómo el pánico iba llenándote, reemplazando la embriaguez inicial. Decidiste salir a buscarla.

Ya en la calle, el aire fresco te despejó un poco. Miraste a ambos lados, pero no había ni rastro de Rus. Te mordiste el labio y comenzaste a caminar, sintiendo que cada paso te pesaba más. No podías creer que Nadia, justo Nadia, hubiera provocado un malentendido tan grande entre vosotras. Te arrepentías de no haber sido más firme, de no haber puesto límites más claros.

Al rato, intentaste llamarla. Marcaste su número varias veces, pero Rus no contestó. Cada llamada rechazada era una punzada de ansiedad, y cuando finalmente dejó de sonar, te diste cuenta de que te había bloqueado. El estómago se te hizo un nudo. Acaso las cosas habían llegado tan lejos? De verdad estaba tan dolida?

No te quedó más remedio que ir a casa sola. A cada paso, intentabas recordar detalles, buscar cualquier cosa que te diera una pista de lo que realmente había pasado en el club. Claro, habías visto a Nadia, y quizás habías sonreído un par de veces, pero nada más. En el fondo, no podías entender por qué Rus se había puesto así. Acaso no confiaba en ti? La duda comenzó a carcomerte.

Cuando llegaste a casa, el lugar estaba en silencio, y la ausencia de Rus lo hacía aún más frío. Te dejaste caer en el sofá, incapaz de conciliar el sueño, repasando una y otra vez lo sucedido, preguntándote cómo podías arreglarlo. Sabías que al amanecer, todo se vería peor, y no tenías ni idea de si Rus estaría dispuesta a escucharte