LE MENTÍ

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Después del reciente cumpleaños compartido y de la emoción de haber firmado el alquiler del dúplex, el aire estaba lleno de promesas. Habíais pasado la tarde en vuestra nueva casa, planificando cómo decorarla y ordenando todo

La noche cayó y, de vuelta al apartamento de Rus, preparasteis una cena sencilla que compartisteis bajo las luces tenues, entre susurros y miradas llenas de amor. Esa tranquilidad que habíais encontrado juntas os daba una paz inesperada. Mientras Rus se acercaba, cogiéndote suavemente de la mano y acercándose para besarte, sentiste que el tiempo se detenía. Su abrazo envolvía todo, y en su mirada reconocías esa calma que tanto habíais buscado. Parecía un momento perfecto.

De repente, tu móvil empezó a sonar, rompiendo esa atmósfera íntima. Suspiraste, algo frustrada, pero al ver que era Violeta, decides contestar, aunque dudaste unos segundos, sabiendo que cualquier cosa que te dijera tu amiga ahora parecía fuera de lugar.
- Vio? - preguntaste, tratando de que tu voz no mostrara lo inoportuna que era la llamada
- Tn, puedes hablar? - Su voz sonaba más insegura de lo habitual, algo rara.

Miraste a Rus, quien te dedicó una sonrisa comprensiva antes de hacer un gesto para que salieras al balcón y tomases la llamada. Algo en la voz de Violeta te decía que podía necesitarte
- Claro, dime, todo bien?
- Kiki y yo... hemos cortado - La voz de Violeta era apenas un susurro, y por un momento, te quedaste en silencio, sorprendida
- Qué? Vio... qué ha pasado?
- No sé cómo llegamos aquí. - Violeta parecía titubear, y había algo en su tono que no te convencía del todo - Es complicado... Pero creo que las cosas se han desgastado entre nosotras. A veces, por más que lo intentas, no funciona, sabes?

Escucharla minimizar el problema te hizo fruncir el ceño. Aunque la entendías, sabías que había algo más detrás de todo eso
- Pero es solo eso? - le preguntaste, sin poder evitar el tono escéptico en tu voz

Hubo un silencio incómodo al otro lado de la línea. Por un instante, pensaste que Violeta estaba a punto de contarte algo más, algo que le costaba decir. Pero, en cambio, soltó un suspiro.
- Mira, Tn, solo necesito que estés aquí. Es todo tan... confuso. No quiero que esto cambie lo que tenemos tú y yo, sabes?

Asentiste, aunque ella no podía verte. Había algo en la forma en la que hablaba que te dejaba inquieta, pero no querías presionarla
- Claro que sí, Vio. Sabes que puedes contar conmigo - Trataste de que tu voz sonara firme, dándole la seguridad que necesitaba

Violeta suspiró con alivio, agradeciéndote y despidiéndose de forma apresurada, dejando en el aire la vaga promesa de una conversación más profunda en persona. Cerraste la llamada sintiendo que algo no encajaba, y cuando volviste al salón, viste a Rus mirándote con curiosidad.
- Todo bien? - preguntó ella, y al notar tu expresión preocupada, se acercó para tomar tu mano
- Kiki y Vio han roto - le explicaste, intentando asimilar la noticia mientras hablaba
- De verdad? - murmuró, sin poder creerlo.

La calma que os rodeaba había desaparecido. Y apenas una hora después, fue Rus quien recibió una llamada de Kiki, que ahora necesitaba hablar con ella. Rus, algo preocupada, se apartó para atender a su mejor amiga, mientras tú te quedabas en la sala, pensando en aquella ruptura inesperada y en el impacto que traería a todas.

Pasaron unos veinte minutos hasta que Rus volvió. Tenía una expresión sombría, y cuando te miró, supiste que lo que había oído de Kiki no coincidía con la versión que Violeta te había dado. Ruslana se sentó a tu lado, y tras unos segundos, comenzó a hablar
- Kiki dice que... que Violeta le ha mentido en varias cosas importantes, cosas que afectaban a su relación. Se siente traicionada...- explicó Rus en un tono triste.

Escuchar aquello te dejó sin palabras. La idea de que Violeta tuviera tanta responsabilidad en la ruptura te generaba un conflicto interno
- No me dijo nada de eso - murmuraste, más para ti misma que para Rus. Una parte de ti quería negar lo que Rus te estaba contando. Pero al mismo tiempo, sabías que Kiki no mentiría en esto

Rus te miró, tomándote de la mano.
- No tienes que tomar partido, Tn. Pero... creo que en algún momento, Violeta va a tener que reconocer lo que ha pasado

Asentiste lentamente, aunque en el fondo sentías que aquello te costaría más de lo que habías imaginado. La idea de que Violeta fuera responsable en gran medida te dejaba una sensación amarga, una mezcla de decepción y tristeza.

Días después, te encontraste con Violeta en una cafetería tranquila. Al verla entrar, te diste cuenta de que se veía agotada, con una expresión de tristeza y arrepentimiento que no habías visto antes
- Gracias por venir - dijo en un tono suave, mirando su café como si ahí encontrara alguna respuesta
- Vio, necesitamos hablar de verdad - tu tono era firme, pero también lleno de cariño

Ella suspiró profundamente y se pasó una mano por el pelo, evitando mirarte a los ojos.
- Está bien, Tn. Ya es hora de ser honesta, no puedo seguir evitándote, no a ti - Guardó silencio un momento y luego, con la voz entrecortada, continu - creo que... bueno, creo que la culpa fue más mía de lo que quise admitir al principio. Con Kiki, cometí errores graves, me equivoqué en muchas cosas

La escuchabas con el corazón en un puño. Sabías que no iba a ser fácil oírlo, pero estabas dispuesta a ser la amiga que ella necesitaba en ese momento.
- Qué tipo de errores? - preguntaste, intentando mantener la calma, aunque te costaba. Necesitabas saber hasta dónde llegaba aquello
- Le mentí, Tn. Hubo cosas que no le conté, cosas importantes, y tomé decisiones sin pensar en ella, sin tener en cuenta cómo podía afectarle. Pensé que podría solucionarlo luego, pero... todo se salió de control —admitió, con la voz llena de arrepentimiento - y luego... luego... bueno, da igual - dijo temblando
- No Vio no da igual - le acariciaste la mano y ella rompió a llorar - qué más ha pasado?
- Te juro que sólo fue un beso - levantaste la mirada atónita, no podías creerlo
- Violeta qué has hecho? - dijiste llena de preocupación
- Tuvimos una discusión y salí sin avisarle... me fui de fiesta y... - volvió a pasar su mano por el pelo - lo he pasado muy mal, ahora estoy mejor pero tuve ciertos problemas con el alcohol unos meses de mucho estrés y... esa noche me pasé mucho
- Y qué hiciste? - dijiste soltándole la mano, cerrando los ojos como si eso te fuera a ayudar a asimilar lo que iba a decir
- Estaba Salma... y fue un momento muy confuso, pero sólo fue un beso... solo eso, y cuando se lo confesé a ella me dejó en ese mismo momento... me dijo que no aguantaba más, que eso fue la gota que colmó el vaso

Te quedaste en silencio unos segundos, intentando asimilar la confesión. Aunque querías entenderla, una parte de ti no podía evitar sentirse decepcionada. Siempre habías confiado en Violeta, y saber que había actuado así te dolía más de lo que podías expresar.
- Por qué no me dijiste esto antes? - preguntaste en voz baja, sintiendo un nudo en la garganta - Siempre pensé que me lo contarías todo, que confiarías en mí.
- Lo sé, y lo siento mucho, de verdad - Violeta finalmente te miró a los ojos, con lágrimas acumulándose en los suyos - Me daba vergüenza admitirlo, y... no quería que tú también me juzgaras. Me daba miedo decepcionarte. Tenía suficiente con la mirada de decepción de Kiki, no podía aguantar otra más
- Vio, no se trata de juzgarte - dijiste, tratando de mantener el control, aunque no podías evitar que algo de tu enojo se asomara - Se trata de ser sinceras. Tú eres mi mejor amiga, y siempre te he apoyado en todo. Pero me cuesta aceptar que hayas actuado así y que me lo hayas ocultado, incluso ahora.

Ella bajó la cabeza, visiblemente afectada por tus palabras.
- Tienes razón. No debí haberte ocultado nada - murmuró, mientras limpiaba una última lágrima que resbalaba por su mejilla - Entiendo si estás decepcionada de mí. No tengo excusa para lo que hice. Si me dejases de hablar lo entendería

Respiraste hondo, buscando el equilibrio entre la decepción y el cariño que sentías por ella
- Lo estoy, un poco. Pero sigo siendo tu amiga, y sé que estás pasando por un momento complicado. Solo te pido que, la próxima vez, confíes en mí como yo lo hago en ti

Violeta asintió, aliviada de saber que no la estabas abandonando. Sin embargo, te quedaba claro que las cosas entre vosotras tendrían que reconstruirse poco a poco, que el camino hacia la confianza plena sería un reto para ambas.

Tras ese encuentro, regresaste al apartamento, donde Rus te recibió con un abrazo silencioso. Ambas sabíais que, aunque el camino de Violeta y Kiki había cambiado, la promesa de estar la una para la otra, incluso en los momentos difíciles, se mantenía firme para vosotras.

RUSLANA Y TN OT2023 | EL DÚO PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora