UNA Y OTRA VEZ

214 19 2
                                    

La mañana siguiente fue gris y lluviosa, como si el cielo reflejara tu estado de ánimo. Habías pasado la noche dando vueltas en la cama, intentando comprender lo que había sucedido entre tú y Rus. La confusión y el arrepentimiento se mezclaban con una sensación de esperanza que no sabías si debías permitirte sentir. Te levantaste de la cama y, tras una ducha rápida, preparaste un café. Cada sorbo era amargo, un recordatorio de la conversación que aún no habías resuelto. Miraste por la ventana y te sentaste en el borde de la cama, sintiendo la soledad del hotel a tu alrededor. Te hacía falta hablar con Rus, aclarar las cosas y afrontar tus emociones

Finalmente, decidiste que no podías quedarte más tiempo en esa inacción. Sacaste el móvil y revisaste si había noticias de Rus. Tu corazón latió más rápido al ver que no había ningún mensaje. Tal vez estaba ocupada, o tal vez no quería saber nada de ti. La ansiedad te invadió al pensar que quizás el beso de la noche anterior había echado todo a perder.

El tiempo pasó lentamente. Finalmente, una vibración rompió el silencio. Era un mensaje de Rus. "Quieres que pase por el hotel?"

Con el corazón latiendo a mil por hora, respondiste: "Sí, por favor". Sabías que todo lo que habías estado evitando se aproximaba rápidamente

Cuando el timbre sonó, apenas diez minutos después, te quedaste quieta un instante, casi conteniendo la respiración. Abriste la puerta y ahí estaba ella. Rus. Su pelo, algo mojado por la lluvia, enmarcaba su rostro, y sus ojos brillaban con una mezcla de nerviosismo y expectación
- Hola... - dijo, apenas levantando la vista.
-Hola - respondiste, sintiendo un nudo en la garganta - ven, pasa

Os mirasteis durante un momento que pareció eterno, como si el mundo a vuestro alrededor hubiera desaparecido. Finalmente, Rus rompió el silencio
- Lo siento por lo de anoche. No debí besarte. Fue un impulso - se tapaba la cara con las manos, parecía que se arrepintiese demasiado
- No, espera - dijiste rápidamente, sintiendo que la conversación iba en la dirección equivocada - No tienes que disculparte. Me quedé sin palabras... pero no me molestó en absoluto, sentí lo mismo que tú

Rus bajó la mirada, y podías ver cómo luchaba con sus emociones
- No quiero que esto sea confuso. A veces creo que lo nuestro fue un error, y otras veces... pienso que fue real - confesó Rus, y esas palabras resonaron en tu corazón, te dolía que pudiera pensar que fue un error - y Nadia entonces?
- Te conté un poco ayer. Rompí con ella porque no era justo para ninguna de las dos. No estaba bien. Estaba pensando en ti, en nosotras, y eso no era correcto - explicaste, sintiendo una mezcla de alivio y temor al mismo tiempo

Un silencio pesado llenó el espacio entre ustedes. Rus parecía procesar lo que acababas de decir.
- Siempre he pensado que había algo especial entre nosotras, pero también he tenido miedo de que fuera solo una ilusión - dijo, mordiéndose el labio
- No es una ilusión, es real - respondiste, deseando que ella pudiera sentir la sinceridad en tus palabras
- Entonces... ¿qué hacemos con esto? - preguntó, casi en un susurro.

Sabías que necesitabas intentar algo, así que te acercaste un poco más, acortando la distancia entre ustedes.
- Tal vez debamos darnos otra oportunidad. Hablemos de lo que hay entre nosotras, sin presiones, sin miedo - sugeriste, sintiendo cómo la tensión comenzaba a disiparse un poco

Rus te miró con intensidad, su mirada llenándose de emoción
- Me gustaría eso, pero... tengo miedo - su voz era un hilo tembloroso - me asusta la idea de volver a herirte.
- No quiero que el miedo nos controle. Lo que hemos compartido es real y vale la pena explorarlo de nuevo - dijiste, sintiendo que cada palabra cobraba fuerza
- Pero... y si sale mal otra vez? - Rus miraba hacia abajo, como si el peso de sus propias experiencias la abrumara - ya hemos pasado por esto antes, y fue doloroso. No sé si puedo soportar volver a perderte

El aire en la habitación se volvió denso, y el miedo a perderla se apoderó de ti también
- Lo sé, pero no podemos vivir en el pasado. Si no lo intentamos, siempre nos quedará la pregunta de "¿qué hubiera pasado si...?" - tu voz se quebró un poco - estoy dispuesta a arriesgarme por lo que siento por ti... volvería a hacerlo una y otra vez hasta que saliese bien

El rostro de Rus se iluminó por un momento, pero rápidamente se oscureció nuevamente
- Y si yo no soy suficiente? y si no puedo ser la persona que necesitas? - su voz se quebró, y sentiste que la vulnerabilidad de su pregunta te atravesaba - te mereces a alguien que te cuide
- Eres más que suficiente - afirmaste, acercándote más - nunca he querido que fueras otra cosa que tú misma. Nunca he querido a nadie que no fueras tú. Lo que necesitamos es comunicarnos, enfrentarnos a nuestros miedos juntas

Ella levantó la mirada de nuevo, sus ojos reflejaban una mezcla de deseo y temor. El momento se tornó tenso, el aire cargado de electricidad. Ambas parecían estar al borde de una decisión. Finalmente, te decidiste a dar un paso más allá. Te inclinaste hacia ella, buscando su boca con la tuya. El beso fue intenso, lleno de emociones reprimidas, una mezcla de deseo, dolor y liberación. Esta vez no había dudas, no había arrepentimientos. Todo lo que habías sentido durante tanto tiempo se desbordó en ese contacto. Las manos de Rus encontraron tu cintura, mientras tú le acariciabas el rostro. El mundo a tu alrededor se desvaneció, y en ese instante, solo existías tú y ella. El beso se profundizó, y sentiste que era un nuevo comienzo, una promesa de lo que podría ser

Sin embargo, Rus se separó, con los ojos llenos de incertidumbre
- Esto es... complicado - murmuró, con la respiración agitada - y si todo esto termina mal otra vez?
- No podemos vivir con el "qué pasará" - respondiste, sintiendo que las lágrimas empezaban a formarse en tus ojos - me duele pensar en eso, pero si no lo intentamos, siempre quedará esa espina

Ella te miró, y en sus ojos podías ver que también luchaba contra la corriente de sus propios sentimientos
- Tienes razón, pero... necesito un momento. Esto me supera - su voz se quebró, y sentiste que una parte de ti se rompía.

Te sentiste atrapada entre el deseo de abrazarla y el miedo a presionarla. Pero justo cuando pensabas que todo se desmoronaba, ella tomó tu mano
- Vamos a enfrentarlo juntas. No quiero perderte otra vez - dijo Rus, con una determinación renovada en su voz

Sin pensarlo dos veces, la atrajiste hacia ti nuevamente, y esta vez fue diferente. Fue un beso que no contenía dudas ni arrepentimientos, solo un fuego que ardía entre vosotras. Las lágrimas comenzaron a rodar por tu mejilla, pero no eran de tristeza, eran de alivio y esperanza. Os aferrasteis la una a la otra con fuerza, como si todo lo que habíais atravesado os hubiera llevado hasta aquí
- Recuerdas la promesa que me hiciste en Valencia? - estabais muy juntas, la agarrabas del cuello de su sudadera, y ella a ti de la cintura
- Sí, la recuerdo - bajó la mirada a tus labios
- No la cumpliste - hablabas firme, viste algo de dolor en su mirada
- Lo sé - dijo algo fría
- Me dijiste que volverías a por mí en cuanto acabase la gira y estuvieses lista - se te arrasaban los ojos de nuevo
- Lo sé - su voz volvió a romperse
- Por qué? - os mirasteis a los ojos
- No lo sé - volvió a una expresión triste - igualmente, cuando acabó la gira tú estabas con Nadia
- Igual que la dejé ayer la podría haber dejado antes
- Eso no está bien tn, creo que le hiciste daño, jugaste con sus sentimientos
- Ya lo sé, lo he hecho muy mal, pero entiéndeme porfavor - tus lágrimas volvieron a caer - no lo ves que yo sólo quiero estar contigo?

Asintió y volvió a besarte sin saber qué responder. Cuando finalmente os separasteis, ambas respirabais con dificultad, sonriendo, con las manos entrelazadas
- No quiero que esto termine - dijo Rus, su voz baja pero firme
- Ni yo - respondiste, sintiendo una calidez florecer en tu pecho
- Entonces, cómo seguimos? - preguntó ella, su mirada llena de anhelo
- Primero, prometámonos ser honestas la una con la otra, siempre - sugeriste mientras jugabas con su pelo, y Rus asintió otra vez

No sería fácil, pero al menos sabías que estabais dispuestas a enfrentarlo juntas. Sin miedos, sin arrepentimientos, sin presión.

RUSLANA Y TN OT2023 | EL DÚO PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora