GIRA DE TN: BARCELONA

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El bullicio en el Palau Sant Jordi era palpable; el lugar estaba lleno de energía y expectativa. Seguías sin creerte que hubieras llenado ese sitio tan grande. La noche del 17 de mayo había llegado, y era mucho más que el primer concierto de la gira: era el inicio de una nueva era, una etapa que habías soñado durante tanto tiempo. En los camerinos, el equipo iba y venía ajustando detalles mientras tú respirabas profundo, sintiendo cada latido como si fuera una cuenta regresiva para subir al escenario. Mientras te preparabas, escuchabas el sonido amortiguado de la multitud desde fuera. Cerraste los ojos por un momento, dejando que todo ese nerviosismo se convirtiera en adrenalina. Te observaste en el espejo: eras la misma, pero a la vez alguien diferente. Cada paso hasta aquí había sido una suma de esfuerzo, de sueños y, sobre todo, de amor por la música.

De repente, una mano se posó en tu hombro. Te giraste, encontrándote con Rus, que estaba ahí con una sonrisa suave, transmitiéndote una calma que parecía solo suya
- Ya está todo listo - dijo, mirándote con emoción y orgullo - hoy es tu noche amor, a darlo todo

Respiraste profundamente, y ella te tomó de las manos, entrelazando los dedos en un gesto silencioso de apoyo
- Todos aquí están para verte brillar. Da todo lo que tienes, que yo estaré aquí, en cada nota, en cada momento

Le devolviste una sonrisa agradecida y sentiste cómo su confianza te llenaba de fuerza. Tras unos segundos, una señal desde el equipo técnico te indicó que era hora. Rus te soltó las manos, pero antes de que te alejaras, te dio un beso en la frente
- Nos vemos ahí afuera

Y con eso, caminaste hacia el escenario. Las luces comenzaron a apagarse mientras un murmullo expectante invadía el auditorio. Los primeros acordes llenaron el ambiente, y cuando diste el primer paso hacia la luz, un estallido de aplausos y gritos te envolvió. Estabas ahí, frente a miles de personas, y en ese momento, todo el trabajo, las noches de ensayos, el esfuerzo... todo cobró sentido. La primera canción fluyó como si fuera una extensión de ti. Con cada verso, cada nota, sentías que el público se conectaba contigo en una vibración única. Entre las luces, pudiste distinguir a Rus en el lado del escenario, observándote con los brazos cruzados y una expresión llena de orgullo. Te recordaste que este era el sueño compartido, no solo por ti, sino también por quienes habían estado ahí en cada paso. Conforme avanzaba el concierto, el ambiente se volvía cada vez más intenso. Cantaste las canciones más emblemáticas y algunas nuevas, sintiendo que cada una contaba una historia propia, un pedazo de lo que eras. En los momentos de pausa, mirabas al público y sentías cómo te devolvían una energía inmensa, como si también fueran parte de ti. Al llegar la última canción, tomaste el micrófono con ambas manos y miraste a la audiencia, agradeciendo con cada célula de tu cuerpo
- Gracias por estar aquí esta noche, por hacer realidad este sueño - dijiste, y el público estalló en vítores y aplausos - esto es solo el comienzo, pero prometo que será inolvidable

El cierre fue épico. Las luces se atenuaron, y el eco de los aplausos llenó el lugar. Respiraste profundamente, sintiendo una mezcla de euforia y alivio. Bajaste del escenario y, apenas cruzaste el pasillo, Rus te recibió con un abrazo tan fuerte que parecía querer congelar ese momento en el tiempo
- Lo hiciste... lo hiciste increíble! - exclamó, sin dejar de abrazarte y llenarte la cara de besos

Sonreíste, sintiendo la felicidad más pura al estar en sus brazos, sabiendo que habías dado el primer paso hacia algo mucho más grande. La emoción seguía vibrando en el aire mientras tú y Rus regresabais al hotel. Entrasteis juntas al ascensor y compartisteis una sonrisa cargada de emoción, sin necesidad de palabras. Al llegar a la habitación, cerraste la puerta detrás de ti, y antes de que pudieras reaccionar, Rus te atrajo hacia ella en un abrazo que transmitía orgullo, deseo y ternura. Sus manos subieron por tu espalda en un gesto suave pero lleno de intención
- Esta noche ha sido mágica... - murmuró cerca de tu oído, su voz en un susurro que hizo que sintieras un escalofrío recorrer tu piel - pero puede serlo más aún

No respondiste con palabras; en su lugar, tus labios encontraron los suyos en un beso profundo. Te dejaste llevar, sintiendo cómo cada barrera desaparecía, quedando solo tú y ella. Rus te tomó de la mano, guiándote hacia la cama. Te quitó la parte de arriba de un estirón y empezó a darte besos suaves por el pecho y el abdomen, haciendo que tu respiración se acelerase y soltases algún pequeño gemido de excitación
- Cuánto tiempo llevábamos sin hacer esto?

Antes de que respondiera volviste a besarla como si fuera la última vez. Ella te correspondió mientras quitaba tu pantalón poco a poco y te empujó suavemente para que cayeras sobre la cama, yendo después ella encima
- Demasiado - dijo cuando vuestros labios se separaron, hizo un chupetón en tu pecho y otro en tu cuello - desde mitad de mi gira
- Se me ha hecho muy largo - dijiste con la respiración entrecortada, quitándole su vestido y dando besos por todo su cuerpo
- Te amo - dijo, mientras bajaba por tu abdomen poco a poco
- Y... - no pudiste responder antes de que ella introdujera dos dedos de golpe dentro de ti

Echabas de menos eso con ella. Mientras embestía con sus dedos fuertemente no podías parar de gemir, lo hacías muy alto y eso la animaba más aún. Sin dejar de hacer su trabajo con la mano, bajó la cabeza y con la lengua comenzó a jugar con tu clitoris, dándote un placer extremo que nadie había podido darte excepto ella. Siguió así por unos minutos que quisiste que fueran eternos pero finalmente te corriste. Ahora te tocaba a ti, le cambiaste el sitio y llenaste todo su cuerpo de pequeños chupetones
- Tn... igual te has pasado un poc... - no la dejaste terminar porque empezaste a hacerle dedos y no pudo seguir hablando
- Con cuántas lo has hecho después de mí? - bajaste la velocidad para que respondiera
- No te lo vas a creer pero... - volviste a subir la intensidad y te reíste su incapacidad para hablar bien - con... ninguna... - echó la cabeza para atrás sin poder controlar más sus gemidos, pero en medio de todo pudo devolvértela - y tú?
- Ninguna tampoco - dijiste muy cerca de su cara antes de bajar y meter tu lengua en su entrada
- Ni con Nadia? - dijo entre gemidos, y frenaste en seco
- No, olvídate de ella - le dijiste seria
- Vale pero no pares porfavor - te hizo un puchero y volviste con lo que estabas

Después de un tiempo, os quedasteis en silencio, con los cuerpos entrelazados en un abrazo tranquilo. Rus acariciaba tu cabello, mientras tú escuchabas su respiración acompasada, sintiéndote en paz y completa
- Me estaba reservando para ti - susurraste, apenas rompiendo el silencio

Rus sonrió y te abrazó un poco más fuerte
- Gracias por todo - le diste un beso suave y volviste a apoyarte en su pecho
- Siempre estaré aquí

RUSLANA Y TN OT2023 | EL DÚO PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora