Capitulo 9

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La hora de dormir llegó luego del exhaustivo día en la playa, antes de que oscureciera todos regresaron a la casa para cenar algunos emparedados hechos por Viviana y Valentina que no habían podido parar de cuchichear sobre lo cercanos que eran Sebastián y Juliana.

Valentina al principio se rehusaba a creerlo y hasta intentaba detener a Viviana de sus "estúpidas" ideas, pero luego comenzó a detallarlos sin darse cuenta... verdaderamente se llevaban bien, pero eso no significaba nada, tampoco las sonrisas que intercambiaban cada tanto, menos el hecho de que se entendían perfectamente sin siquiera hablar. Se le cerró el estómago y abandonó su emparedado con solo dos mordiscos, el cual Tessa rescató de inmediato devorándolo sin miedo a nada.

Le echaba toda la culpa de sus dudas a Viviana, por su culpa ella también se planteaba seriamente la posibilidad de que Sebastián y Juliana tuvieran algo en algún momento. ¿Pero qué demonios importaba? En tal caso, ya no estaban juntos. Él se veía entusiasmado con su posible relación con Viviana, era más que evidente, se le veía en sus ojos brillosos cuando la observaba.

Se había cansado, no seguiría el infantil y masoquista juego de Viviana de tener celos...

aunque, claro, ella no sabía que Valentina sentía eso, y la rubia tampoco llegaba a admitírselo, pero cuando veía los ojos de Juliana, tan llenos de brillo y con un hermoso color miel, sentía esas chispas... aquellas chispas que nunca había sentido por más nadie y que siempre ansió, solo que no esperaba que vinieran de esa manera. Había detallado a la pelinegra, desde su manera de caminar hasta el sonido de su risa... todo le gustaba, se sentía completa cuando estaban en el mismo lugar, ese vacío en su pecho disminuía hasta casi no sentirlo cuando escuchaba hablar a Juliana, más aún cuando sus palabras iban dedicadas a ella.

Le aterraba la idea de lo que podría estarle pasando. De ser cierto y admitirlo, su mundo se vendría abajo, todo lo que le habían inculcado y todos los planes de su madre para ella, de alguna manera, tal vez, se verían afectados. ¿Cómo destruyes el plan de toda una vida por algo que ni siquiera es seguro? Valentina quería descubrirlo.

Se fueron yendo uno a uno a sus respectivas habitaciones, empezando por Viviana y Tessa, dejando solo a los chicos, Valentina y Juliana en la sala charlando de cosas triviales. Era más que claro que Martín y Sebastián se habían hecho muy, muy buenos amigos en ese corto período, al principio Martín lo mantuvo en prueba y con recelo, pero no pasó mucho tiempo hasta que comenzaron a hacer payasadas juntos y a bromear por todo.

"Buenas noches". Juliana se puso de pie y se despidió de todos con un movimiento de mano. "¿Ya te vas?" Valentina se sintió decepcionada por un microsegundo hasta que recordó que, esa noche y otras tres más, compartirían habitación.

"Sí, fue un largo día". todos asintieron de acuerdo con ella.

"Tienes razón, Juli... yo creo que también me iré a dormir". Sebastián la secundó y Juliana de inmediato quiso obligarlo a quedarse.

No le agradaba en lo más mínimo dejar a Valentina sola con Martín y Matthew, no justo con esos dos.

"Puedo quedarme un rato más". Juliana se rectificó volviendo a tomar asiento con rapidez. "Ya es tarde, chicas". Martín fue considerado por ambas y se levantó jalando a Matthew para largarse. "Descansen".

Los chicos se despidieron con un beso en la mejilla para Juliana y Valentina, demorándose más en la segunda por obvias razones. Juliana resistió las ganas de quejarse con un bufido, pero eso la dejaría en evidencia.

Al cabo de dos minutos se quedaron completamente solas, una al lado de la otra en el sofá y con poca luz. Juliana sintió que el aire se le iba de los pulmones cuando vio a Valentina mirarla con intensidad... si era así solo estando en un sofá, no se quería imaginar cuando tuvieran que compartir habitación. Al menos dormirían por separado, eso la obligaría a quedarse quieta.

Clásico VIII JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora