Capitulo 7

129 23 0
                                    

Juliana interceptó a Valentina mientras esta caminaba con calma por los pasillos del instituto Taxco. La rubia siempre tenía un aura de tranquilidad para las personas ajenas, una vez que la conocías, las cosas podían ser diferente.

"Valentina". la llamó acariciando su nombre con la lengua en su paladar.

"¡Juls, hola!" Se detuvo frente a ella, colocándose los mechones sueltos de su dorado cabello tras sus orejas. "¿Cómo estás?"

"Bien. ¿Tú? "

"También, admito que un poco emocionada por el fin de semana". su sonrisa era prueba de ello.

Juliana también sonrió por unos segundos antes de notarse nerviosa.

"Yo igual, pero..."

"Irás, ¿verdad?" Valentina se preocupó por lo rápido que se borró la sonrisa de Juliana. Por un momento pensó que la plantaría.

"Sí, sí iré. Sebastián y yo hablamos de eso ayer". "Son bastante cercanos, ¿eh?" "Lo somos".

Tenía celos sanos de Sebastián, él debía conocer mucho a Juliana, tanto como Valentina quisiera... o en realidad, esperaba que no tanto.

"Me alegro. Ahora, ¿me decías...?"

"Hmm... No sé nada de... cómo harán todo y... eso". No estaba siendo clara y concisa como solía serlo. Valentina la ponía nerviosa, era como si quisiera decirle muchas cosas al mismo tiempo sin siquiera pensarlas, tan solo quería soltarlas de golpe y ya, sentía que podía hacerlo con ella pero igual se frenaba.

"¡Oh, cierto! Lo siento, no sé qué supuse. Cómo si ya sabrías todo... lo siento". caía en cuenta que no le había dado el plan a Juliana nunca.

"No te preocupes".

"¿Ya saliste de clases?" Le preguntó viendo el fino reloj de su muñeca. Juliana asintió pero Valentina se perdió el movimiento, a lo que dijo:

"Sí".

"¿Quieres que te lleve a tu casa? Así puedo contarte todo mejor con tiempo" "Gracias, pero vine en bici".

Claro, Valentina lo sabía y de estúpida le había hecho esa tonta pregunta. Estuvo a punto de decirle que montara su bicicleta en la maleta del carro y ya, pero, si solo de imaginárselo le parecía desesperado, no quería averiguar cómo sonaría en voz alta.

"¿Tienes teléfono?" Juliana asintió. "Bien, anota tu número en el mío". le extendió el iPhone último modelo que su madre había mandado a comprar para ella, alegando que un Carvajal siempre debía tener lo mejor.

Juliana lo tomó con cuidado y anotó su número y nombre mientras escuchaba atentamente lo que Valentina le decía.

"Mañana saldremos temprano rumbo a la playa, tipo seis, para agarrar la carretera despejada. Viviana me dijo que irías en el coche de Sebastián, ¿cierto?" Juliana asintió. "Perfecto. Ella y Tessa se irán conmigo y Matthew en el de Martín con él".

Juliana no se sorprendió cuando Valentina le mencionó a Martín, pero cuando Sebastián se lo dijo ayer hizo un gemido de reproche que Sebas pasó por alto. Le fastidiaba la idea de tener que ver al rubio cerca de Valentina... en una casa... en la playa... y ella probablemente usando solo un short con la parte de arriba de un bikini.

"Vendríamos llegando como a las once. Pararemos en algún lugar mientras tanto para comer y

estirarnos, claro".

"Bien". le devolvió su teléfono.

Valentina la miró fijamente en silencio por unos segundos. Juliana se perdía con facilidad en el azul de los ojos de Valentina, su mirada era intensa y amaba la forma en que su ceño se fruncía solo un poco cuando pensaba en algo. Era gloriosa, en toda la palabra.

Clásico VIII JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora