La suave brisa del Jardín susurraba entre las hojas de los árboles, mientras Lucifer acariciaba lentamente el cabello de Adam, que yacía en su regazo, inconsciente de todo, sumido en calma. La paz del lugar era casi surrealista, diseñada para imitar a la perfección el Edén original, aquel paraíso perdido. Lucifer apenas podía contener una melancólica sonrisa; aunque esta ilusión carecía de la autenticidad del pasado, era lo más cercano a lo que alguna vez fue, sus ojos pesadas por la paz de lugar terminó cerrándolos para suspirar.
Después de un rato, Adam comenzó a moverse ligeramente, despertando de su profundo letargo. Abrió los ojos y miró a Lucifer con una expresión vacía, sin rastro de emociones. Para Lucifer, era una pequeña victoria, aunque amarga.
Lucifer lo miró emocionado, intentando ocultar el nerviosismo que empezaba a latir en su pecho.
-¿Estás despierto? -dijo con suavidad, sin apartar la vista de Adam-. ¿Cómo dormiste? El clima aquí es tan agradable... casi me quedo dormido yo también -sonrió, tratando de animar a Adam, de arrancarle alguna respuesta.
Pero Adam lo miraba inexpresivo, con una confusión que apenas dejaba asomar una sonrisa leve y quebradiza.
-Ah, mira, Adam, vienen animales. ¿Recuerdas? Tú les diste nombre -señaló a una pequeña cabra que se acercaba y a un pájaro que se posó en una rama cercana.
Lucifer se inclinó hacia él, tomando sus mejillas con ternura, con la esperanza de que algún fragmento de la antigua personalidad de Adam despertara. Intentó recordarle aquella vida, el vínculo compartido que los unía.
-¿Cómo era? El de cuatro patas... dijiste... -vaciló, al notar que Adam seguía sin reaccionar-. Una oveja, ¿cierto? Y el que vuela... ese es un pájaro -sonrió, con una mezcla de esperanza y desesperación-.
Adam sigue mirándolo en silencio. Lucifer frunce el ceño, tratando de forzar una sonrisa en el rostro de Adam con sus manos, tirando suavemente de sus mejillas. Pero su intento solo revela un poco más de la apatía de Adam, que permanece inmutable, mirándolo sin comprender.
-Vamos, di algo, Adam. -El tono de Lucifer se vuelve suplicante, casi desesperado.
Apenas lo dijo, la sangre comenzó a brotar del rostro de Adam, un hilo que bajaba lentamente desde sus ojos hasta su mentón. Lucifer contuvo la respiración, congelado por el horror y el pánico.
-¡A-Adam! ¡No! No te preocupes, yo... yo te voy a curar, ¿de acuerdo? -Invocó vendas, medicina, cualquier cosa que su magia pudiera conjurar para detener el sangrado. Su pánico creció cuando notó que, a pesar de sus esfuerzos, el flujo continuaba.
Tras varios intentos fallidos, finalmente logró cubrir la herida con vendajes improvisados. Exhaló un suspiro tembloroso, abrazando a Adam con lágrimas desbordándose de sus ojos. En silencio, dejó que su dolor se mezclara con el desconcierto, mientras Adam permanecía allí, sin hacer un solo sonido.
-Adam... -susurra, hundiendo su rostro en el hombro del hombre, tratando de calmarse-. Todo estará bien... te lo prometo.
Después de unos instantes de quietud, Lucifer se apartó y trató de animarlo de nuevo.
-¡Levántate! Hagamos algo divertido. Vamos, Adam, anímate -dice con una sonrisa forzada, alargando la mano hacia él.
Adam lo observa con una ligera sonrisa, sin decir palabra. Lucifer siente un escalofrío recorrer su espalda ante esa expresión vacía, carente de cualquier rastro de la personalidad combativa de su amado Adam.
-Vamos, Adam por favor. Hagamos algo divertido. Canta conmigo, ¿quieres? -Lucifer invoca una guitarra, el mismo instrumento que Adam solía tocar con pasión en tiempos pasados. Con una mirada llena de esperanza, comienza a tocar, dejando que la música llene el ambiente, esperando ver a Adam cantar como antes, unir su voz en una melodía familiar. Pero Adam simplemente lo observa, su sonrisa suave y ausente clavada en Lucifer como una sombra.
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𝙴𝚕 𝙹𝚊𝚛𝚍í𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝙰𝚕𝚖𝚊𝚜 𝙿𝚎𝚛𝚍𝚒𝚍𝚊𝚜 [AdamsApple]
ФанфикTras la muerte de Adam en el último exterminio, Lucifer, incapaz de aceptar su pérdida, reconstruye su cuerpo pieza por pieza, creando una versión de Adam que respira pero carece de la chispa y el espíritu del original. A medida que Lucifer intenta...