Llorar y seguir llorando.

32. CONTRAPARTE.

Todo lo que sube, tiene que bajar.

Luka, que en su momento lo tuvo todo. El poder, la comodidad, la familia, el novio a quién podía monopolizar y mover a su antojo como un títere.
Ahora era él el muñeco en los hilos.

El semblante de un hombre fresco y en completo control había cambiado a uno demacrado y preocupado. Todo tenía que salir perfecto a la mayor brevedad.

Luka no perdonaba nada, ni un detalle en su estrategia estaba sin revisar, aunque en la acción no metía puño en cuerpo ajeno. Y si su tío mataba a alguien, él nunca lo sabía. Ya no era su asunto.

Solo pensaba, como se mostraría a Jade, con que palabras le diría que seguía siendo violento, que no había cambiado, con que ojos su prometido lo vería. De ser así Jade nunca lo perdonaría y ni siquiera le permitiría estar cerca de su hijo.
Su bebé. Como extrañaba a su familia. Quería estar para Jade en sus momentos vulnerables, cuando su hijo llegará a ser muy pesado en la piel de su pareja y él pudiera darle alivio y consuelo.
Se le humedecían los ojos de pensar en no estar con su familia.

No tenía días libres. Entre su empresa, la gira del nuevo sucesor y la terapia que tomaba no descansaba nunca. Estaba agotado y se recriminaba todos los días por permitirse llevar las cosas hasta el punto del casi no retorno.

Y aun colocando todos los asuntos en orden había algo que no lo dejaba dormir, ¿y sí Jade no quería volver? ¿Y sí en esos meses el amor que Jade sentía por él se disipaba? ¿Y sí ahora tiene otra pareja?.. ¿Y sí llega tarde?
Suspiraba, en un intento de calmarse. Pero se conocía, no iba a descansar hasta ver a su joya y decirle que el sufrimiento había acabado, que podían criar a su hijo en la parte limpia del mundo.

Antes de irse a ver a los jefes de la mafia dejo todo organizado en su empresa, ya que estaría ausente por periodos largos. Y se iba en un momento crucial. Estaba a punto de lanzar una nueva campaña y había conseguido un convenio con varias actrices y modelos famosas que lucirían la colección de joyería; eran piezas únicas, cada involucrada había colaborado con el diseño de lo que seleccionaron (anillo, pulsera, collar o aretes) y la selección de las piedras preciosas. Esto era importante, ya que si el despliegue salía bien podría ausentarse meses para poderlos pasar al lado de Jade y su bebé —en caso de que Jade quisiera volver—, además de adicionar su baja por paternidad.
En terapia todo fue difícil, reconocer el daño al que había sometido a Jade no era fácil, al principio incluso se limitaba mucho en sus respuestas o las mantenía en total control. Pero un día el doctor supo que fibra tocar y eso a Luka no le gusto. Tanto que lanzo una mesa y comenzó a gritar, intentar discutir con el terapeuta pero este se mantuvo sereno hasta que el hombre se calmó y pudo él hablar.
El doctor Bali le enseño formas de controlar su ira, de no perder los estribos y calmarse cuando las cosas no iban como él quería. Y pondría esas tácticas en práctica, ya que estaba a días para empezar la gira del sucesor.
Una vez que las puso en práctica en situaciones controladas, se fue a la gira.

La primera familia que visito fueron los Maximoff. Compartían con la familia Petrov la distribución de drogas. Por lo que la estancia con ellos no llevo más de 3 días. Aunque Kirill salió molesto. Pues la única condición para reconocerlo como parte de los suyos era que tendría que dar un nuevo porciento en las ganancias compartidas. Durante todo el camino a casa Luka escucho letanías, insultos y vociferaciones a gritos en contra de los Maximoff.
Luka no podía caber en su felicidad, pues llevaba 1 de 5 familias, y podría concertar la cita con la segunda lo más pronto posible.

La segunda familia, los Dimitresku. Su especialidad eran las armas, aunque siempre ofrecían apoyo en cualquier área que los demás necesitarán.
Tenían, hasta cierto punto, cierta influencia en las demás familias. Y cuando fue su turno de ser visitados, sí o sí tenían que conseguir su favor para apoyar la sucesión.
Le aconsejo a su tío que fuera lo más flexible con ellos.
Fueron particularmente amables en la negociación, no pidieron ni exigieron nada. Lo que se le hizo raro y se comentó a su tío quién le dijo que los mantendría vigilados, en ese punto Luka se desatendió, aceptaron la sucesión y lo que pasará después ya no era su problema.