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'Kwon Soonyoung.

Encuentro a Haseul en la cocina a la mañana siguiente

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Encuentro a Haseul en la cocina a la mañana siguiente.

—Buenos días —dice mirándome mientras se limpia las manos en el delantal—. ¿No has dormido bien?

Debo aparentar lo que siento. Cuando Junhui se durmió, me quedé despierto a su lado escuchando su respiración, sintiendo su pequeño y cálido cuerpo junto al mío. Observándolo. En cierto modo, me sorprende la facilidad con la que se duerme conmigo. Hay un nivel de confianza que tal vez no admita porque el sueño es la máxima vulnerabilidad.

Y estuviste dormido durante seis años bajo el cuidado del tío Hyungwon.

Alejo esa voz. Es una que ya ha venido antes. Es la que pensó que añadir el nombre de mi tío a mi lista de parcas era una buena idea. Necesito hablar con él porque una parte de mí no puede conciliar al tío que conozco con el hombre que Joshua me hace creer que es.

¿Y si es verdad? ¿Qué pasa entonces?

—Estoy bien —le digo a Haseul.

¿Qué cambiaría si fuera cierto? Tengo que mantener el rumbo.

Encontrar a Xu Minghao. Averiguar qué le dijo a mi madre. Luego matarlo. No importa si mi tío me ha utilizado para castigar a sus enemigos, ¿verdad? Nada importa más que vengar a mi familia.

—Siéntate conmigo —le digo a Haseul cuando me pasa una taza de café.

—Tengo que hacer el…

—Siéntate conmigo. —Saco una silla.

—Bueno, está bien. —Se sienta.

Me siento frente a ella y Cerberus viene a descansar a mi lado, apoyando su cabeza en mi zapato. Él también confía en mí, como Junhuu.

—Me acordé de algo la otra noche.

Inclina la cabeza, esperando que continúe.

—Recuerdo haberme despertado. O casi despertado.

—¿Qué quieres decir, Soonyoung?

—Creo que sabes que mis recuerdos han desaparecido.

Baja las pestañas, pero asiente y vuelve a dirigir su mirada a la mía.

—Tal vez con el tiempo…

—No. No es de eso de lo que quiero hablar.

—Oh. Bien.

—Me estaba despertando. Creo que lo estaba, al menos. Del coma, quiero decir. —La estudio, la veo cambiar de posición en su asiento—. Creo que fue tu voz. Dijiste algo sobre un daño. Daño permanente. El tío estaba allí. Reconocí su loción de afeitar.

Se pone en pie en un instante, se dirige a la estufa y la abre.

—Estoy segura de que fue un sueño.

Yo te tomo. [Soonhui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora