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'Kwon Junhui.

'Kwon Junhui

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—¿Muerto?

No.

Jeonghan me deja caer y caigo al suelo, mi cabeza rebota contra la piedra dura.

¿Soonyoung está muerto?

—¿Encontraste a esos pedazos de mierda? —pregunta alguien.

Ruedo sobre mi costado jadeando por respirar, la parte de atrás de mi cabeza palpita.

—Solo a uno.

Lucho por abrir los ojos y la habitación da vueltas, los dos se hallan parados sobre mí como gigantes. Jeonghan y Hyungwon.

—El será suficiente.

Oigo el gruñido de Cerberus, vuelvo la cabeza lo suficiente para verlo entrar en la habitación con los dientes al descubierto.

—Por el amor de Dios. Aleja a esa bestia de mí. —Es Hyungwo.. El tío de Soonyoung.

Veo a Jeonghan tomar a Cerberus y alejarlo de nosotros, pero cuando Hyyngwon se agacha para agarrarme del brazo y levantarme con brusquedad, Cerberus intenta abalanzarse sobre él.

—¡Cerberus! —Jeongha  trata de dominarlo, pero incluso cuando mi cabeza se tambalea, puedo ver el esfuerzo que le está costando retener al enorme perro. Hyungwon me coge de los dos brazos y me da una fuerte sacudida.

—Mírame.

Lo intento. Parece que no puedo mantener la cabeza erguida o los ojos abiertos, por no hablar de hacer que mis piernas funcionen debajo de mí sin que mis rodillas cedan.

—Carajo —maldice Hyungwon.

—¿Qué quieres con el? Vamos tras Tal ahora. Déjalo en una de las celdas. Me ocuparé de el cuando termine con Tao—dice Jeonghan.

—Eso no va a funcionar para mí.

—Le hice una promesa a mi hermano. Déjalo conmigo.

—Tu hermano está muerto. Cualquier promesa es nula.

Más hombres entran en la habitación cuando finalmente puedo ponerme de pie.

—Se lo prometí —dice Jeonghan—. Vivo o muerto.

Hyunhwon me da la cara, agarra mi mandíbula con una mano y tira de mi rostro hacia arriba para mirarme de cerca. Me entrega a uno de los hombres que acaba de entrar.

—Soonyoung—gruño, mi garganta ronca después de casi ser ahogada hasta la muerte.

—Llévalo al helicóptero.

—¡Dije que no! —argumenta Jeonghan.

Jeonghan va hacia él.

—Escúchame —comienza a decir con voz amenazadora, pero cambia rápidamente. Hyungwon suspira, agacha la cabeza. Vuelve a mirar a Jeonghan, quien es unos centímetros más alto que él. Le sonríe—. Tu hermano está muerto, Jeonghan. Tú y yo somos todo lo que queda de la familia Kwon. Te quiero como a un hijo. Lo sabes. Te he cuidado como un padre cuando asesinaron a tu familia. Cuando tu hermano no pudo estar ahí para ti.

—Sé eso.

—Déjame encargarme de este último cabo suelto. Entonces podremos seguir con nuestras vidas.

Jeonghan lo mira y veo cómo le llegan el tono y las palabras de Hyungwon. O Jeonghan es un muy buen actor o lo que dice es auténtico. Me inclino por lo primero.

—Es mi última promesa a mi hermano.

—El engañó a tu hermano. Se merece lo que he planeado.

—¿Y qué es eso?

—Obtendrá exactamente lo que se merece y Tao nunca lo tendrá en sus manos. Nunca lo usará para hacer que el cártel se alinee y venga por nosotros.

Jeonghan me mira por encima del hombro, pero no puedo descifrarlo en absoluto.

—No —le dice a su tío.

—¿Qué dijiste? —pregunta Hyungwon.

—Se lo prometí a mi hermano —dice Jeonghan con firmeza.
Hyunhwon cuadra los hombros.

—Tu hermano está muerto.

Jeonghan me mira una vez más, la mirada en sus ojos es de dolor absoluto, completa derrota. Asiente.

—Ponlo en el helicóptero —ordena Jeonghan a los soldados.

Yo te tomo. [Soonhui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora