El arma Mística de T/N era la Guadaña de Lunas Gemelas. La Guadaña de Lunas Gemelas era un arma mística impresionante y simbólica, diseñada para reflejar tanto el linaje de las Lunarias como su conexión con la magia. La hoja curva tiene un brillo metálico plateado que recuerda la luz de la luna llena, y estaba decorada con intrincados grabados de constelaciones y fases lunares. A medida que la magia fluía a través del arma, estos grabados brillan con una luz tenue azulada, que se intensificaba cuando estaba en uso. El mango era negro mate, con incrustaciones de algo llamado cristal lunar que actuaban como receptores de energía mágica. En el extremo opuesto a la hoja, habia un contrapeso en forma de media luna, que podía usarse tanto para ataques como para canalizar energía. Cuando se activa por completo, un aura luminosa envuelve la guadaña, haciéndola parecer aún más imponente.
La Guadaña de Lunas Gemelas fue forjada hace siglos por las Lunarias como un arma única para ayudar con el destierro de los Kraang, diseñada para equilibrar el poder destructivo y el control mágico. Su propósito luego del Kraang fue proteger a la Ciudad Oculta y a su portadora de amenazas sobrenaturales. Sin embargo, una de las Lunarias que lideró fue egoísta y busco el poder absoluto, escondiendo el arma para su uso personal eterno. Por el peligro que se vio en su acción, el arma fue puesta en la familia más importante las tribus... Quienes conservaron el arma por generaciones, protegiéndola.
Y con el fallecimiento de la madre de T/N, el arma quedó bajo la custodia de Gran Mama, para después ser dada "temporalmente" a la única descendiente de esa familia, T/N.
La Guadaña de Lunas Gemelas estaba siendo una herramienta crucial en la lucha contra los Kraang por su capacidad para contrarrestar su tecnología con magia, algo que los Kraang no pueden prever ni controlar fácilmente. Su habilidad para purificar la infección y proteger a los aliados a T/N en un pilar central en la batalla, tanto ofensiva como defensivamente. Además, la guadaña simbolizaba el regreso de T/N a su linaje y la aceptación resignada de su legado, lo que también la fortalecía emocional y espiritualmente para enfrentarse a la amenaza del Kraang.
Con esta arma, T/N no solo era una fuerza de combate letal, sino también un faro de esperanza para sus amigos, dispuesta a luchar hasta el final para protegerlos.
Peleaba y protegía el lugar donde Donnie y Mikey se encontraban haciendo su parte del plan. Ella cortaba a los tentáculos en pedazos junto a Miguel Ángel, antes de escuchar como Donatello gritaba y voltear a ver cómo era arrastrado.
Y al escuchar como Miguel Ángel llamaba su nombre con terror, corrió buscando una salida solamente porque estaba aterrada con lo que podría pasarles a sus amigos... Y a Donatello.
El aire en la guarida estaba cargado de tensión. El sonido constante de las máquinas Kraang vibraba, y cada vez que uno de los invasores se acercaba, el corazón de Leonardo latía más rápido. Habían estado luchando durante quien sabe cuanto tiempo, pero algo no estaba bien. No solo luchaban contra los Kraang, sino también contra una amenaza mucho más peligrosa que se había infiltrado en sus corazones: el control de los Kraang sobre Raphael.
Leo miró hacia su hermano mayor, que se encontraba al borde de una de las plataformas elevadas, tratando de atacarlo sin la intención de detenerse. Sin embargo, algo estaba claramente mal. Sus movimientos eran más agresivos de lo normal, más caóticos. Cada golpe parecía ser una descarga de furia ciega, como si estuviera librando una batalla interna, pero de una forma que no lograba controlar.
— Raphael... — llamó Leonardo, con la voz firme pero cargada de preocupación. Sabía que algo no estaba bien. Había visto los cambios en él desde que los Kraang habían logrado infiltrarse en sus sistemas. El control de los Kraang estaba tomando el control de su mente y de sus decisiones.
Raphael giró la cabeza, pero su expresión era distante. Sus ojos brillaban con una intensidad inhumana, como si una sombra lo hubiera poseído. Gruñó, su voz grave, pero con un toque de desesperación que Leo no pudo ignorar.
Leonardo frunció el ceño, sin moverse de su posición. Sabía que enfrentarse a su hermano así, en ese estado, no iba a ser fácil. No solo era el temperamento de Raphael el que lo hacía impredecible, sino el hecho de que, en ese momento, la batalla no era solo contra los Kraang. Era una lucha por el alma de su hermano.
— ¡Intento rescatarte, tonto! ¿¡Por qué lo haces tan difícil!? — le dijo Leo con firmeza, pero con una voz cargada de tristeza. Sabía lo que esa lucha interna significaba para Raphael. Siempre había sido el más fuerte, el más obstinado, y que ahora estuviera bajo el yugo de los Kraang, era una afrenta tanto para él como para su familia.
Raphael apretó los dientes, su cuerpo tenso como una cuerda. Se acercó lentamente a Leo, cada paso pesado, como si estuviera siendo arrastrado hacia él por una fuerza invisible. Estaba luchando por mantenerse firme, pero los Kraang estaban ganando terreno. La verdad era que ya no sabía si su resistencia era propia o si simplemente estaba siendo arrastrado por las corrientes del control mental de los invasores.
Leonardo no se movió, no dio ni un paso atrás. Sabía que debía ser paciente. La furia y la lucha interna de su hermano eran poderosas, pero también lo eran su paciencia y su determinación.
Raphael vaciló, sus ojos brillando con el conflicto interno. La furia, la rabia y la desesperación luchaban contra la lógica y el amor por su familia. Por un momento, se quedó ahí, sin moverse, mientras Leonardo observaba en silencio.
De repente, Raphael cerró los ojos con fuerza, su mandíbula apretada con tanta fuerza que parecía que sus dientes podrían romperse. Su cuerpo tembló, como si estuviera luchando contra algo más grande que él. El control de los Kraang estaba comenzando a ceder.
Y para cuando ella llegó, los hermanos estaban parados uno junto a otro. Frente a una intensa explosión.
— ¡Chicos! – gritó, corriendo hacia ellos. Pero antes de dar más de tres pasos, fue tomada de la cintura y levantada pro Donatello, quien dió un par de vueltas con ella en brazos y la bajo, abrazándola.
— ¡Estás bien! – hablo, se veía preocupado. La tomo nuevamente de las mejillas y volvió a besarla como la primera vez, solo que en esta ocasión... Tenían público.
Se separó y la miro, estaba con el rostro totalmente azulado. Y los chicos los miraron con asombro, sin creer que su hermano, el más tosco, decidiera hacer eso.
Antes de que pudieran burlarse, el Kraang apareció tras ellos.
— No he terminado... – exclamó el Kraang.
— ¡Yo tampoco! – exclama ella, aclarandose la garganta, poniéndose frente al Kraang.
— Nunca ví una Lunariana tan resistente desde... Mi exilió... Disfrutaré exterminar a tu especie una vez termine contigo... –
— Atrapame si puedes, chicle de frambuesa. –
N.M.N.
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in war, there is no love
FanfictionDonatello siempre fue alguien dedicado a su trabajo como científico, creyendo únicamente en lo que su amada ciencia le decía ¿Magia? ¿Cuentos de hadas? ¡Eso es una perdida de tiempo! Pero quizás... Esta chica de especie desconocida pueda volverse su...