Capítulo 15. A Domicilio

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Tocaron en mi puerta, debería ser el repartidor, al abrir me encontré con el hermoso de mi vecino.

°Qué quieres? Hablé borde.

-Se me ha roto la vitrocerámica de mi cocina, puedo entrar y hacerme algo de comer?

°No, vete, no quiero verte.

Intenté cerrar la puerta en su cara. Cosa que me resultó imposible, ya que el tenía mucho más fuerza que yo.

Entró sin permiso, para luego acorralarme con la puerta ya cerrada.

°Haz lo que te dé la gana. Dije ya cansada.

Me aparté y me senté en el sofá.

Jason se fue hacia mi cocina a prepararse su cena.
Yo seguía viendo la televisión.

Después de un rato un olor rico vino hacia mi, tenía mucha hambre, el kebab no llegaba y mis ganas de comer algo de lo que hizo fue imparable.

Me puse en el arco de la cocina, y le veía cocinar, cosa que a todas las mujeres le encantaría ver a su chico o simplemente a un hombre verle cocinar, le hace ver mucho más sexy. Jason llevaba mi delantal de flores y en vez de verse afeminado con ese delantal, realmente se veía más sexy que nunca.

El stripper se giró al notar que le estaba alguien vigilando.

°Puedo probar? Dije señalando la comida apetecible que veía.

Acerqué con un tenedor un pedazo de aquella salsa con carne a mi boca.

-Qué tal?  Dijo guiñándome un ojo.

°Realmente delicioso. ¿Qué es?

-Salsa de Jacun.

Volví a acercarme a aquella comida. Y con una paleta removí bien aquella salsa, ya que no quería que se quemara.

Jason se puso detrás de mi y con su mano agarró mi mano que estaba removiendo la salsa y la acarició, para luego subir sus caricias poco a poco hasta mi hombro.

Mi piel se erizó como la de una gallina. Él podía hacerme temblar como si fuera una niña pequeña de ocho años.

Juntó más su cuerpo al mio, notaba su miembro excitado en mi trasero.

Olía mi pelo mientras que gruñía.

-Mmmmn.

Respiraba con dificultad, estaba excitada, este juego me volvía así. Y si quería jugar, jugaríamos para yo ganar.

Me di la vuelta. Ahora estábamos uno enfrente del otro. Me costaba mirarle y no pegarle una cachetada, ya que se lo merecía.

Su mirada iba a mis labios y luego a mis ojos. Volví a jugar.

Me mordí el labio inferior, cosa que hizo que la situación se calentará más.

Estábamos a centímetros de tocar nuestros labios.

Jason me acercó más a él, era como si necesitáramos estar más juntos que nunca.
Se decidió a besarme, ya que la su labios se abrieron lo justo para morder mis labios.

*Hola.

Un susto que me dió aquella persona que se asomaba por mi cocina. Haciendo que nos interrumpiera.

Éstas suelen nada más que ocurrirme a mi. Qué vergüenza...
Miré hacia abajo incómoda.

Amor con sus dificultades.  (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora