El amor a veces duele.
Capitulo 17.Tú: Justin, yo...yo no se que decir – Dije asombrada.
Justin: No digas nada, pero si no sientes lo mismo, solo te pido que por favor esto no cambie nuestra amistad, no lo soportaría – Me dijo.
Tú: No Justin – Le dije.
Justin: tu me habías prometido que esto no dañaría nuestra amistad – Me dijo preocupado.
Tú: Justin déjame hablar – Dije tierna.
Justin: Okay.
Tú: Me sorprendiste con lo que haz dicho – Suspire- todavía no creo que me hallas dicho esto, pensé que tu amabas a Camila – Dije confundida, sinceramente no sabía que decir, no sabía si decirle que el también me gustaba o callarme, pero como una vez mi padre me dijo "el que no arriesga no gana" tengo que arriesgarme, si eso haré.
Justin: Ya no digas más _____, se que me vez como tu amigo, tu mejor amigo, como me lo haz dicho hace un rato – Dijo.
Tú: ¿Estas equivocado sabes? Yo no te veo de esa manera, siempre te vi de una forma diferente. Tú me haces bien Justin, siempre que estoy contigo me siento protegida...
Justin: ¿Y eso quiere decir? – Me pregunto.
Tú: Me gustas, me gustas y no sabía como decirte, es más no te lo iba a decir. Tenía miedo a perder nuestra amistad, yo pensaba que querías estar con Camila y por eso mis celos, se que pensaras que soy una estúpida...
Justin: _____ no sabes cuanto me alegra escuchar esto – dijo acariciando mi mejilla – Y tu no eres ninguna estúpida.
Tú: Si claro que lo soy, quería olvidarme de ti, quería hacerme creer que me pasaban cosas con Benjamin solo para sacarte de mi cabeza... Yo sentía que me estaba enamorando de un no correspondido otra vez – Baje mi mirada.
Justin: No ______ por favor no huyas de mí, yo te quiero de verdad. No voy a lastimarte como lo hizo ese idiota – Dijo levantando mi mentón y mirándome a los ojos.
Tú: ¿Y si no funciona? – Dije con hilo de voz.
Justin: No, no llores linda. Y dejemos que las cosas fluyan solas ¿Si? – Me dijo tierno.
Tú: Justin, tengo miedo – Lo abrace.
Justin: juro que no te haré daño, si eso lo que te asusta, por favor ______confía en mi – Me separo de el y me miro a los ojos, esos ojos color miel que me hacían perderme en ellos.
Tú: Yo... no lo se Justin – Suspiré – En serio tengo miedo a que no funcione y nuestra amistad se pierda – Mire al suelo.
Justin: ¿y porque piensas en eso? Yo te quiero y es real lo que siento por ti – Me tomo la mano y la puso en su pecho, donde esta su corazón- ¿Sientes los latidos?
Tú: -Asentí-
Justin: Cada vez que estoy contigo mi corazón se acelera, cada vez que te abrazo... ya no puedo estar sin ti ______. – Me dijo tiernamente.
Tú: No lo hagas difícil Justin – Dije nuevamente con un hilo de voz.
Justin: Esta bien – Me dijo soltando mi mano delicadamente – Si quieres puedes pensarlo, te doy el tiempo que quieras... pero nunca dudes de mis sentimientos.
Tú: Lo pensaré – Suspiré- Te quiero como nunca quise a nadie Biebs – Lo abrace, lo necesitaba, necesitaba sus abrazos.
Justin: Yo también preciosa – Me miro y agarro mi mentón- Te daré el tiempo necesario para que te des cuenta que lo que siento por ti es sincero, pero ya no llores, no soporto eso - beso mi mejilla.
Tú: Esta bien – Lo mire, me dedico una sonrisa y yo sonreí.
Justin: Cambiando el tema. ¿Tienes hambre? – Me dijo tranquilo.
Tú: Un poco – Lo mire.
Justin: ¿Qué te parece si hacemos galletas? – Me dijo con una gran sonrisa.
Tú: Buena idea – Sonreí.
Justin: Entonces a la cocina señorita – Dijo gracioso, yo reí.
Ya estábamos en la cocina buscando los ingredientes necesarios para las galletas. Justin agarro de un mueble los materiales que utilizaríamos. Pasaron unos minutos y ya nos encontrábamos haciendo el preparado de las galletas, olía delicioso. Una vez que terminamos las pusimos en un molde para galletas y directo al horno. Mientras que se hacían decidimos limpiar lo que habíamos ensuciado. Íbamos bien hasta que a Justin se le ocurrió tirarme harina en el cabello.
Tú: ¿Qué haces? – lo fulmine.
Justin: Te ves sexy así – me dijo riendo.
Tú: ¿Ah sí? – Le pregunte sarcástica.
Justin: Demasiado – Rió aun más fuerte.
Tú: Vamos a ver como recibe tu hermoso cabello a estos huevos – Le partí un huevo en la cabeza – ¡Que sexy! – Dije riendo descontroladamente.
Justin: Oh no, con mi pelo no – Dijo y me tiro harina en la cara.
Tú: Tú te lo haz buscado Bieber – Dije y lo salí a correr con harina.
Justin: Ten piedad de mi – me dijo bromeando.
Tú: ¿tú haz tenido piedad cuando arrojaste harina en mi cabello? – Sonreí.
Justin: Pero fue con amor – Rió.
Tú: Pues lo mío también Biebs – Le tire todo el paquete de harina en el cabello - JAJAJAJA que lindo te vez.
Justin: Entonces que empiece la guerra Bennett – Dijo y corrió hasta la heladera y agarro dos huevos.
Tú: No seas malo conmigo – Dije tierna.
Justin: Esta bien, esta bien – Me miro tierno, yo sonreí victoriosa – Igual... por más sonrisas que me hagas ¡No te salvaras!– Dijo y me tiro un huevo desprevenidamente en mi cabello.
Tú: ¡Oye! – Dije quejándome y luego reí.
Justin: oh perdona – dijo acercándose lentamente hacia mi.
Tú: Se que tienes un huevo detrás de ti, así que no te me acerques – Reí.
Justin: Esta bien lo dejare en la heladera como señal de que la guerra termino – Lo puso en la heladera - ¿Listo? ¿O sigues desconfiando?
Tú: Ahora no. – Fui y lo abrace.
Justin: Si mi mamá nos ve así nos matara – Dijo mirando todo el desorden.
Tú: Definitivamente – Reí.
Justin: Ordenemos antes de que venga – Dijo y nos pusimos a ordenar, pasaron unos minutos y la cocina ya estaba limpia.
Tú: Justin hay un problema – Dije mirándolo.
Justin: ¿Qué? – me miro rápidamente.
Tú: Míranos, estamos bañados en harina y huevos – Reí.
Justin: No hay problema. Nos bañaremos, claro por separado – Rió estúpidamente.
Tú: Bieber no tengo ropa aquí – Dije.
Justin: Te presto algo mío ¿no querrás ir a tu casa así verdad? – Me miro y rió.
Tú: ¿No era que me veía sexy? – Sonreí.
Justin: Para mi si pero no se si los demás tendrán mis gustos – Rió.
Tú: Okey, entonces ¿donde esta el baño? – Le pregunte.
Justin: Allí – me indico – pero espera que te doy mi ropa.
Tú: Bueno – Dije y Justin se dirigió a su habitación. Regreso con una remera y un jeans apretado.
Justin: Creo que esto te ira, a mi ya no me entra – Rió.
Tú: Okey, no me tardo – Dije y me fui al baño. Me di una ducha rápida, me cambie, me peiné y salí. Busque a Justin en el comedor y no estaba fui para su habitación y ya se había bañado, estaba tocando su guitarra. – ¡Que lindo tocas! – le dije y rápidamente me miro.
Justin: ¿Te gusta? – Me dijo tierno.
Tú: Claro – Sonreí - ¿Dónde te haz bañado?
Justin: En el baño de la habitación de mi madre, no quería dejarte sola mientras me bañe entonces me bañe allí – Dijo dejando su guitarra de lado – Ahora a comer las galletas.
Nos fuimos a la cocina a sacar las galletas del horno, las dejamos enfriar y preparamos una pequeña merienda, merendamos y ambos lavamos lo que ensuciamos. Nos quedamos un rato hablando de cosas sin sentido como siempre solíamos hacer. La paso genial con el pero lastima que llego la hora de irme a casa.
Tú: Bueno creo que ya es hora de volver a casa – Lo mire.
Justin: ¿Te llevo? – Me pregunto.
Tú: No gracias, le digo a mi papá que venga por mi – Sonreí.
Justin: Pero no es molestia, si quieres te llevo – Me miro.
Tú: No biebs, gracias de todos modos, voy a llamar a mi padre – Dije y llame a papá avisándole que ya venga por mí, me dijo que vendría al instante.
Justin: ¿Ya viene? – Me pregunto.
Tú: Si – sonreí.
Justin: ¿Te haz divertido con la harina? – Rió.
Tú: Si, pobre mi cabello, pero si – Reí y justo se escucho una bocina de auto – Debe ser mi papá.
Justin: Bajemos – Me dijo y ambos bajamos.
Tú: Bueno nos vemos biebs – Lo abrace.
Justin: Adiós – Beso mi mejilla – y piensa lo que hablamos hoy – Dijo haciéndome recordar lo que me había dicho horas antes.
Tú: Lo pensaré, adiós – Dije rápidamente y me subí al auto con mi padre.
Mientras camino a casa ninguno de los dos emitió palabra alguna. Yo iba en mi mundo pensando en lo que habíamos hablado hoy con Justin. Ambos nos confesamos, debo admitir que me hace feliz saber que Justin siente algo por mí, pero tengo miedo a enamorarme no quiero volver a sufrir, no otra vez. Pero el me dio el tiempo necesario para pensar y lo pensare, necesito consejos de mis mejores amigas urgentemente.
ESTÁS LEYENDO
El amor a veces duele. (ADAPTADA)
FanfictionEsta novela no es mía. La escritora se llama Rocio. Decidí adaptarla ya que es una novela que marco parte de mis inicios en la lectura. Les garantizo que se enamoraran de ella.