El amor a veces duele.
Capitulo 89.
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—Bien, adiós papá. Adiós traviesa— dije mientras me despedía de mi padre y mi hermanita.
—Suerte en tu entrevista, cariño— dijo él.
—Thomas, no tardaré mucho en llegar. Pero le prometí a Candie que la llevarías al parque ¿Puedes?— le preguntó mi madre a mi padre.
—Claro, en la tarde iremos— respondió él sin más.
—De acuerdo... Adiós y no se olviden que los amo— dijo mi madre y partimos rumbo a Prinston's.Estábamos frente a la gran entrada de Prinston's, no puedo creer que tendré una entrevista aquí. La puerta corrediza se abrió al sentir nuestra presencia, suspiré y puse un pie dentro del apartamento.
—Disculpe, tengo una entrevista ahora a las 3:00, ¿Usted sabe donde tengo que esperar?— le pregunté amablemente a aquella chica castaña.
—Solo dígame su nombre y apellido, por favor— Sonrió amable.
—_____ Bennett— dije yo y ella comenzó a teclear.
—¿Su numero de documento?— volvió a preguntar.
—35. 145. 478— Dicté los números.
—Bien... ya le aviso al Sr. Thompson, que ya está aquí— sonrió ella y marcó el teléfono, comenzó a hablar y luego al instante cortó —¿Le molestaría esperar unos minutos?— preguntó amable.
—Oh, claro que no— dije educadamente.
—Bien, siéntense por aquí— nos indicó la chica —Se les ofrece un ¿Té o café?.
—No, muchas gracias— respondió mi madre.
—¿Y usted, señorita Bennett?
—Podría ser ¿Un vaso de agua?
—Claro... Ya regreso.Al rato la chica llegó con un vaso de agua. Que buena atención te dan aquí, hace falta esto en muchos otros lados, uno no siempre trata amablemente a las personas.
—Señorita ¿____Bennett?— la voz de un joven llamo mi atención.
—Aquí, soy yo— dije mientras me paraba de mi asiento.
—Ya es hora de comenzar con la entrevista... Pase por aquí— dijo amable y me dispuse a caminar a su oficina.{Justin}.
Oh, no el timbre esta sonando y todavía no he cambiado a Jared. Le abroché nuevamente el apestoso pañal, lo cargué y baje rápidamente las escaleras.
—¿Quién es?— grité mientras buscaba las llaves.
—Christian— dijo mi amigo del otro lado de la puerta.
—Espérame un momento— dije tomando las llaves del llavero y abrí la puerta.
—Hey, bro— dijo él y miró al pequeño —¿Cómo anda, mi ahijado?— dijo mientras lo cargaba en sus brazos —Uhg, por lo que veo apestoso— dijo mientras trataba de no respirar. Largué una carcajada.
—Chris, tengo una duda existencial— dije yo.
—¿Cuál?— me miró.
—¿Sabes cambiar pañales?
—Ni lo sueñes, hermano, ni lo sueñes.
—¿Porqué no has venido con Daniela? ella podría haberlo cambiado.
—¿Y ______?— preguntó él.
—Se fue a una entrevista de trabajo— bufé.
—¿Te dejo a cargo de Jared?— dijo al borde de la risa.
—Así es...
—Dios salva a este pequeño niño— exageró.
—Oye, sé cuidar de mi hijo.
—Claro que sí, ya veo... Justin no puedes cambiarle un simple pañal— rió.
—Sí que puedo, verás que puedo— cargué a Jared y me dirigí a su habitación. Christian seguía mis pasos.
—Grabaré esto... Tus caras serán fascinantes— dijo él y largo una carcajada.
—No grabarás ni mierda... Agarra las piernas de Jared, mantenlas quietas— dije yo.
—¿Estás loco?— preguntó él.
—Hazlo, Christian— él obedeció y tomó las piernas de Jared.
—Bien, yo ahora sacare su pañal y limpiare su trasero con esto— dije mostrando el oleo calcáreo y el algodón.
—¿Qué carajos le dan de comer a este niño?— dijo Chris, haciendo gesto de asco.
—Ya te tocará hacer esto a ti, Christian. Solo esperate unos o años, o meses, quien sabe— hice una mueca y saqué el pañal de Jared. Luego limpie sus partes con el algodón que contenía el oleo calcáreo, mhm no es tan difícil y yo quejándome —Ya suelta sus piernas, podré solo— dije y Chris solto sus piernitas delicadamente —Toma, lleva esto al cesto de basura— dije tendiéndole en pañal sucio.
—¡¿Qué te pasa, bro?! huele a mierda— dijo él y reí.
—Dramático— dije yo.
—Ya dame ese pañal— le dí el pañal y el muy exagerado apretándose la nariz para no oler. Dios mío, yo y los amigos que tengo.
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El amor a veces duele. (ADAPTADA)
FanficEsta novela no es mía. La escritora se llama Rocio. Decidí adaptarla ya que es una novela que marco parte de mis inicios en la lectura. Les garantizo que se enamoraran de ella.