El amor a veces duele.
Capítulo 98.
Penúltimo capítulo.
"Y los declaro marido y mujer. Ahora sí, joven, puede besar a la novia"
Me miré al espejo una vez más, y dios ¿Vestida de novia? joder nunca me lo había imaginado.(...)
Suspiré mientras bajaba del auto, mi padre me tendió su mano al bajar. La iglesia yacía frente a nuestros ojos. Era el momento de entrar, todos esperaban verme entrar por aquella gran puerta.
—¿Nerviosa?— preguntó mi padre.
—¿Tú que crees, papá?— sonreí. —Me casaré con el hombre de mi vida, ¿Cómo no estar nerviosa?— dije riendo, estaba demasiado feliz.
—Justin se merece todo mi respeto, él te hace feliz mi niña, estoy tan orgulloso de ti— habló él y deposito un beso sobre mi frente. —Andando, el novio espera en el altar— rió.
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La canción comenzó a sonar en toda la iglesia. Avanzaba junto con mi padre, y un ramo de flores color blanco en mi mano derecha. Las puertas fueron abiertas por dos hombres de smoking, dejándome ver a lo lejos a mi futuro esposo. Los nervios cada vez iban disminuyendo, sonreí al ver a todos en sus lugares, sonrientes igual que yo.
Cada paso que daba y miraba a Justin, nos miramos a los ojos y sonreímos como dos tontos enamorados.
Al llegar a su lado mi padre le tendió mi mano y él la tomó con delicadez depositando un beso en ella.
—Estás hermosa— susurró en mi oído. Sonreí al escuchar tales palabras.
—Y tú— le susurré también. Sonrió como respuesta.
El sacerdote hizo un ademan para que las personas presentes se sienten en sus lugares y así poder empezar con la ceremonia.
—Señoras y señores, nos hemos reunido aquí en este hermoso día, para presenciar el enlace de Justin Bieber y ____ Bennett. Usted joven, ya puede decir sus votos— Me habló a mí. Estaba muy nerviosa. Suspiré y comencé con lo que iba a decir.
—Desde que te he visto por primera vez, ¿Sabes que ha sido lo que más me ha llamado la atención de ti?— pregunté, mientras Justin me miraba. —Tu sonrisa, es que no sabía que existía una cosa tan perfecta como eso. Te conocí sin saber que después serías el motivo de mi felicidad. Me has echo encontrar sentimientos que me han llevado a la luna, suena cursi, pero es lo cierto— él rió junto con los invitados. —Recuerdo nuestra primera cita como novios, nunca creí haber encontrado a mi alma gemela, porque sí, eso eres, tienes las cualidades de mi chico favorito. Amo cada uno de tus defectos, me encanta hacerte enojar, y me encanta verte dormir. Eres tan jodidamente hermoso, que a veces me pregunto "¿Y ese bombón es mío?"— las personas rieron —Te amo, Justin, te amo como nunca he amado a nadie, eres el amor de mi vida y me llena de felicidad tener la oportunidad de poder vivir mi vida junto a ti, es lo mejor que me ha pasado. Me has dado a mi hijo, mi cable a tierra, y ese es otro gran motivo para amarte más de lo que pueda. —Terminé de hablar. Vi como los ojos de Justin tenían un brillo que nunca antes había visto.
El sacerdote hizo un ademan para que Justin proceda. Él sonrió nervioso y suspiró para proceder con sus votos.
—Wow, ahora yo tendré que lucirme— reí junto con los invitados. —No te das una idea de la felicidad inmensa que me da verte parada en el altar junto a mí ____. —Me miró, sonreí tímidamente —Prometo amarte siempre y en todas las formas. Apareciste como ese rayo de luz que iluminó toda mi vida, joder, eres mía, si, lo eres. Te amo, me amas ¿Dime que más puedo pedir, amor? estoy tan feliz que no me salen las jodidas palabras— lo miré y le dediqué otras de mi sonrisas, susurrándole "Tranquilo, bebé" —Me tienes tan enamorado, y no miento cuando digo que eres una maldita bruja, y no lo digo solo por tu fuerte carácter— la gente rió. —Me tienes tan embrujado, tan jodidamente enamorado, que no me quepan dudas que eres una bruja, mi cruella de vil, mi villana favorita, que amo y amaré para toda mi vida. Amo cuando te enojas por todo, cuando te molesto y chillas como una loca. Me gusta cuando te dan esos ataques de ternura, cuando te mueves en la cama y no me dejas dormir, cuando cantas la misma canción sin parar, cuando te bañas y gritas bajo la ducha... Me gusta todo de ti, y quiero verte despertar en las mañanas por los restos de mis días, porque te amo como un desquiciado.
Nos miramos y una risita traviesa salió de parte de los dos.
—Justin Bieber, ¿Quieres recibir a _____ Bennett como esposa y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?— le preguntó el sacerdote.
—Sí, quiero.
— ____ Bennett ¿Quieres recibir a Justin Bieber como esposo y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
—Sí, quiero.
—Ahora los anillos— habló, y Jazzy venía junto con Candie con los dos anillos.
—____, sabes que eres mi princesa ¿No? — dijo Justin nervioso, muy nervioso y me colocó el anillo. Yo asentí mientras reía por lo bajo. También estaba nerviosa, demasiado. No sabía que decir.
—Y tu eres como mi pri-inceso, amor— oh, esto lo había dicho en voz alta, demasiado, nuestros invitados rieron por eso. Estaba tartamudeando y demasiado nerviosa. Le coloqué el anillo como él a mi. Justin rió por lo bajo.
—¿El beso, cierto?— preguntó Justin, al sacerdote.
—No, todavía no es el momento del beso, joven. Yo le diré cuando— dijo el sacerdote tomándose todo muy seriamente. ¡Amargado!
—¿Será gay?— susurró Justin en mi oído. Eché una gran carcajada sin darme cuenta.
—¿Puedo proceder?— preguntó el amargado sacerdote.
—Prosiga— dijimos los dos al unísono.
—Que el Señor confirme este consentimiento que acaban de manifestar ante la Iglesia, y cumpla en ustedes su bendición. Lo que Dios acaba de unir que no lo separe el hombre.
—Amén.— dijeron todos.
—Y ahora sí, ____ Bennett y Justin Bieber se han unido en sagrado matrimonio. El que se oponga a esta ceremonia, que hable ahora o calle para siempre— el sacerdote hizo una pausa. Miré a Justin y sonreí.
—Más vale que nadie quiera oponerse, y si alguien quiere interrumpir esto que tenga los cojones bien puestos porque le romperé las pelotas— dijo Justin sin cuidado -y obviamente sin pensar- Yo reí, junto con todos. Es un idiota.
—¡Joven!— reprendió el sacerdote. Todos rieron nuevamente, para después hacer un silencio absoluto a pedido del sacerdote que nos miraba con ganas de querer matarnos a todos. Y al instante prosiguió. —Como nadie se opone, los declaro marido y mujer. Ahora sí, joven, puede besar a la novia— dijo el sacerdote y ¡Por fin! nos dedico una sonrisa, de todos modos sigue siendo un viejo amargado. Le hace falta rezar un par de padres nuestros más.
Nos unimos en un tierno beso, amaba estos besos. Nos quedamos frente a frente mirándonos a los ojos.
—¿Y que hay señorita Bieber?— preguntó gracioso. Yo reí y volví a besar sus labios.
—Juro que te amo— logré a hablar.
—¿Más que yo? no lo creo— bromeó Justin.
Nos unimos en un tierno beso, amaba estos besos. Nos quedamos frente a frente mirándonos a los ojos.
—¿Y que hay señorita Bieber?— preguntó gracioso. Yo reí y volví a besar sus labios.
—Juro que te amo— logré a hablar.
—¿Más que yo? no lo creo— bromeó Justin.
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El amor a veces duele. (ADAPTADA)
FanficEsta novela no es mía. La escritora se llama Rocio. Decidí adaptarla ya que es una novela que marco parte de mis inicios en la lectura. Les garantizo que se enamoraran de ella.