Capitulo 87

19 0 0
                                    

El amor a veces duele.
Capitulo 87.



Limpie los trastos mientras Justin se quedaba cuidando de Jared. Al terminar regresé a la sala con ellos. Justin estaba en el sillón con Jared en brazos, mientras miraba otro partido de los lakers. Valla obsesión por eso. Me senté a su lado mientras el pasaba uno de sus brazos por mi espalda acurrucándome contra él.
El sonido del teléfono llamó nuestra atención, estiré mi brazo hacía la mesa ratona dónde se encontraba el teléfono inalámbrico. Miré el identificador y era mi madre.

—Hola, mamá— dije yo mientras me deshacía del abrazo de Justin y me dirigía al jardín.
—Hola, cariño ¿Cómo estás?— dice ella dulce.
—Muy bien... ¿Y tú?
—Bien... De echo te llamaba para proponerte algo, si es que quieres no te comprometo en nada— dijo ella.
—¿Y que es?
—¿Me acompañas hasta Prinston's?— dijo ella.
—Si supiera que es Prinston's te diría, mamá— reí.
—Oh cierto, me he olvidado ese detalle— rió —¿Recuerdas que me habías dicho, que querías un trabajo parcial?
—Bromeas... ¿Es un trabajo?— exclamé con emoción.
—Así es, cariño. Ya he enviado tu curriculum por e-mail ¿Y adivina? ¡Te han elegido, mi niña!— dijo ella con cierta emoción.
—Mamá, muchas gracias ¿Sabes que eres la mejor de todas, cierto?
—Me lo has dicho un par de veces, hija, lo sé— dijo ella en un tono engreído pero gracioso.
—Bueno... Solo bromeaba mamá, no eres la mejor— dije firme. En realidad, ahora sí estaba bromando. Mi madre es la mejor.
—______ Holly Bennett, ofendes a tu madre— dijo ella.
—Tú sabes que bromeó mamá querida— canturreé.
—No tienes idea de cuanto te extraño, cariño— dijo nostálgica.
—Y yo a ti, mami... Pero no te pongas melancólica por el amor de dios— dije riendo.
—No lo haré... Y bien ¿Me acompañarás?— preguntó.
—Claro que sí, ¿Cuando?
—Es hoy, a las 3 es la entrevista.
—¿Hoy? veré si Justin puede cuidar de Jared— dije dudosa.
—Lo hará, cariño, no te preocupes— me dijo ella alentadora.
—¿Y si, Jared tiene hambre? no había pensado en eso— dije yo.
—Hija, ya cálmate— rió ella —Puedes extraer un poco de leche de tu pecho y dejarlo en la mamadera, y cuando mi nieto tenga hambre, dile a Justin que caliente la mamadera a baño maría a una temperatura intermedia— dijo ella tranquila.
—Buen punto, mamá— suspiré aliviada.
—Que no se te olvidé que soy madre _____. He hecho eso contigo y en ocasiones con Candie también— rió.
—Por cierto, ¿Cómo anda la pequeña?
—Bien... Traviesa como siempre.
—Es normal en ella— reí —Bueno mamá, voy a colgar así puedo avisarle a Justin. Iré a casa dentro de dos horas ¿Sí? te amo.
—De acuerdo... Yo también te amo, mi niña. Adiós.

Entre a la sala nuevamente. Justin volteó su vista a mi indicándome que vuelva a sentarme a su lado.

—¿Quien era?— preguntó mientras me abrazaba. Aproveche a besar la mejilla de Jared, quien dormía plácidamente en los brazos de su padre.
—Mi madre... Justin, recuerdas que yo quería trabajar en algún horario parcial ¿No?.
—Si lo recuerdo, y te había dejado claro de que no quiero que trabajes, amor.
—Pero Justin ¿Quieres que me la pase aquí haciendo... Nada?— solté yo irritada.
—A ver, supongamos que tienes un trabajo ¿Quién cuidará de Jared? yo trabajo, amor. No quiero contratar una niñera para él, no quiero que tenga unos padres ocupados. Quiero dedicación para él, el necesita de nosotros y no de ningún niñero... ¿No has pensado en tu hijo?— preguntó él. Y realmente, su pregunta me ofendió. ¿Que si no he pensado en mi hijo? eres un idiota, Bieber.
—¿Qué clase de madre te crees que soy, para que me digas si he pensado en mi hijo?— pregunté yo con un nivel de seriedad muy notable.
—No _____, no me malinterpretes. No fue lo que quise decir... ¿Pero realmente has pensado eso? no es para ofenderte, cariño. Sé que tú eres una buena mamá.
—Obviamente lo he pensado, Justin. Tú trabajas solo por la mañana... Y los miércoles no trabajas, mi amor. Yo solo trabajo unas horas por la tarde. Es poco tiempo, bebé— dije yo besando su mejilla.
—No estoy muy convencido ____— dijo él serio.
—¿Por favor?— encorvé mi labio inferior —¿Si?.
—No lo sé.
—Justin, Biebs, no seas malo— besé su mejilla y luego plante un beso sobre sus labios.
—No, mi amor. No me convencerás con ningún beso.
—¿Ah, no?— pregunté yo sarcástica, el asintió —Te vas a tragar tus palabras, mi amor— dije yo mientras besaba sus labios, luego pase a sus mejillas, haciendo un recorrido de besos hacía su cuello. Sé su debilidad, y que bien huele mi comprometido.
—Eres una controladora— dijo él mientras trataba de contener la respiración.
—¿Algún problema, Sr. Bieber?— pregunté yo divertida.
—Sí, el problema es que tengo a Jared en brazos, si no ya te estaría haciendo el amor en esté sillón— dijo y planto un beso sobre mis labios.
—Que lastima, de verás que me hubiese gustado eso— dije mordiendo mi labio. Obviamente se lo hacía apropósito.
—______ por favor, no te muerdas el labio— dijo casi rogándome.
—¿Y porqué, amor?— pregunté divertida. Me encantaba tenerlo bajo mi control.
—Pues porque me harás dejar a Jared en su cochecito y te haré mía aquí mismo— dijo él y yo largué una carcajada.
—Bien, dejaré de hacerlo... Pero hoy tengo una entrevista en Prinston's— dije yo sonriendo.
—¿Prinston's? ¿Quieres trabajar en Prinston's?— preguntó él disgustado.
—¿Qué tiene de malo, Bieber?— enarqué una ceja.
—Estarás rodeada de hombres, ni lo sueñes.
—¿Qué sabes tú? aparte, también hay mujeres allí... No hay escusas, iré a esa entrevista te gusté o no— me dirigí a mi habitación sin dejarlo terminar. A veces es demasiado insoportable.

Tendré que ir presentable para mi primer entrevista. Mhm, no, no, no... Buscaba pero no sabía que iba a ponerme. Uhg, ¿Cuándo se me dio por comprarme esto?.
¡Ya se!
Busqué sobre otra parte del armario. Una falda tiro alto color negro hasta un poco más arriba de las rodillas, ajustada. Era formal y muy buena para esta ocasión. Luego busqué en otro cajón y saqué una camisa blanca de seda, también ajustada. La combinación perfecta. Tomé mis tacos en punta color negros.

—Amor, Jared tendrá hambre, no puedes irte— dijo Justin apareciendo por la puerta de nuestra habitación.
—Ya he pensado en todo, Justin— dije irritada —Extraeré leche de mi pecho para él y la pondré en la mamadera. Cuando Jared tenga hambre, calientas la mamadera en una jarra con agua, a baño maría— dejé la ropa sobre la cama y me dirigí a la habitación de Jared.
De una cajonera saqué el extractor de leche, y luego de lavarme bien las manos, extraje lo necesario de mi pecho, luego baje a la cocina, la puse en la mamadera y directo al refrigerador

{...}
—Bien ya esta todo listo, mi amor— dije mientras bajaba las escaleras. Ya me había cambiado y arreglado. Me había alisado el cabello y me maquille naturalmente. No quería estar como un payaso en mi primer entrevista de trabajo.
—No te vayas— dijo rogándome.
—Justin— chillé — No lo hagas difícil, cariño... En el refrigerador te deje la mamadera de Jared por si llora y tiene hambre. En la pañelera están los pañales, recuerda utilizar el oleo calcáreo para limpiar sus partes, el algodón se encuentra en la cajonera. Y si por esas casualidades de la vida, se llega a ensuciar o algo, te deje una muda de ropita sobre su cuna ¿Entendido?— pregunté yo mientras lo miraba —Oh y aquí tienes el chupete, trata de no dárselo mucho. La doctora me ha dicho que es mejor si no lo usa, pero por si llora y tardas en calentar la mamadera, dale el chupete para que no llore mucho ¿Sí? me voy, los extrañaré— besé los labios de mi novio para luego dar un suave beso sobre la mejilla de mi hijo —Mi amor, cambia esa cara... Podrás con todo. Te amo. Los amo— me despedí mientras acomodaba mi bolso y salía de mi casa.

El amor a veces duele. (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora