El amor a veces duele. (ADAPTADA)

Capitulo 46

El amor a veces duele.
Capitulo 46.



Lo mire a los ojos, y sonreímos.
Me beso con ternura, echaba de menos esto, estar con el, sus besos, sus caricias, sus palabras, todo.
El paso de mis labios a mi cuello, me era imposible resistirme a sus besos... me volvía loca con eso.
Tire la cabeza hacia atrás para que tenga un mejor acceso en el. Iba dejando un recorrido de besos.
Me miro y sonrió, yo sonreí también. Lo bese, necesitaba sus labios. El con un solo movimiento me cargo y yo entrelace mis piernas sobre su cadera.

Justin: Tengo ganas de ti - Dijo mirándome a los ojos.
Tú: Yo igual. - Sonreí. Y me beso, me beso como nunca antes, con necesidad, con ternura, con lujuria, con amor. Poco a poco me fue recostando en la cama, con delicadeza como lo hacía siempre. Minutos más tarde, ya nos encontrábamos unidos en uno. El hacia esos movimientos en mi, que me volvían loca. El me traía loca, solo el. Nos recostamos uno al lado del otro, y me acomode en su pecho.

Justin: Te amo _____. - Dijo mientras acariciaba mi cabello.
Tú: Yo también te amo, Justin. - Subí mi mirada y lo bese. - Ahora a dormir ¿Si? estoy cansada.
Justin: Y después de esto, como no - Dijo pícaro.
Tú: ¡Justin! - Chille.
Justin: Es una broma amor - Rió.- Ahora si, a dormir.- Me dio un último beso y así nos dormimos hasta el día siguiente.

Domingo, 12:00 del medio día.

Me levante con mucha flojera, y a mi lado estaba Justin. Dormido, me dio tanta ternura. Me levante de la cama sin hacer ruido para no depertarlo.
Me lave los dientes, la cara y luego baje a la cocina. Estaba mi madre preparando el desayuno para nosotros.

Valeria: Hola amor, acá les hice su desayuno. - Dijo poniendo todo en una bandeja.
Tú: Gracias mamá - Le di un beso en la mejilla.- ¿Y papá y Candie?.
Valeria: Están esperándome en el auto, iremos a lo de tu abuela. Tu padre esta apurado.- Dijo sacándose el delantal de cocina. Se escucho la bocina del auto. - Voy por mi bolso antes de que se desespere.- Rió y corrió a buscarlo. Al rato bajo. - Salúdame a Justin hija, nos vemos en la noche. Te amo.- Dio un beso en mi mejilla y se fue.

Di un vistazo a lo que había preparado mi madre, y había: tostados, galletas, chocolate caliente, gelatina, jugo de naranja.
¡Okey, mi madre quiere que engordemos!, todo esto se ve delicioso. Agarre la bandeja entre mis manos y subí hasta mi cuarto. Justin seguía dormido aún. Apoye la bandeja en mi escritorio, y me senté junto a el.
Le di pequeños besos en la mejilla, haciendo que se mueva un poco. Reí para mis adentros. Bese su frente, su nariz, sus labios... y conseguí lo que quería.

Justin: Que hermosa manera de despertar.- Sonrió.
Tú: Eres un dormilón.- Reí.
Justin: Estaba cansado por la noche de ayer, ya sabes.- Bromeo y yo me sonroje. - jajaja eres una tontita ¿Porque te sonrojas?.
Tú: No me gustan esos comentarios - Reí.
Justin: Te ponen nerviosa y te sonrojas.- Rió. - Te amo tanto.- Beso mis labios.
Tú: Yo más... Aquí traje el desayuno. Lo preparo mi madre para nosotros.- Sonreí. Y acerque la bandeja.
Justin: Bueno... espérame que me cepillo los dientes y vuelvo.- Se paro y se fue para el baño. Volvió a los pocos minutos y se sento junto a mi. - Se ve delicioso. Tengo a la mejor suegra. - Mordió su tostada.
Tú: Por cierto... te mando saludos. Se fueron a la casa de mi abuela. - Dije tomando un poco de jugo.
Justin: Te han dejado sola... ten cuidado con la Llorona.- Me dijo divertido.
Tú: Cállate y come.- Le saque la lengua. El rió.

Minutos más tarde ya habíamos terminado. Llevamos lo sucio al fregadero. Entre los dos ayudamos a limpiar, yo lavaba y el secaba y así nuestra tarea termino más rápido.

Tú: Bien... me iré a bañar amor. - Lo bese- ¿Me esperas aquí? - Le dije ya que el estaba mirando el partido de los Lackers.
Justin: ¿Y si mejor me baño contigo? - Hizo un puchero.
Tú: Justin, no...
Justin: ¿No has escuchado el dicho? "Ahorremos el agua, bañémonos juntos". - Rió y luego me miro.
Tú: Bobo, no me bañare contigo... me da vergüenza - Reí.
Justin: Ya te vi desnuda, no se que te da vergüenza.- Me miro pícaramente.
Tú: Ya sácate esas ideas de la cabeza - Reí. Y mis mejillas se tornaron a un color rojo.