Capitulo 95

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El amor a veces duele.
Capítulo 95.
El padre de ____ me ofreció un vaso de agua. Pasaban los minutos y no nos daban noticias sobre ella. Esto es desesperante. Vi como los chicos aparecieron repentinamente, desesperados también.
—¿Cómo esta mi mejor amiga?— preguntó Chris. En su mirada veía el miedo, ese mismo miedo que sentía yo, miedo a perderla.
—Dicen que debemos esperar, que están haciendo loposible pero no nos dan noticias sobre mi hija— dijo Valeria en un hilo de voz. Thomas la acurrucó en sus brazos, dándole un cálido abrazo.
—Ella saldrá de esto, enserio lo hará— dijo el firme, sabía el dolor que sentía.
Annie se sentó a mi lado, me dio un abrazo.
—Todo va a estar bien, Justin— dijo ella con voz ronca —Tú sabes muy bien que ella es fuerte, ¿No quiero verte mal, si?— dijo ella, sonreí, ____ sabe muy bien elegir a sus amigas. Ellas valían oro, tanto Annie como Elizabeth.
—Así que ya sabes, Justin. Que no decaiga ese animo, amigo— ahora fue Elizabeth quien se sentó a mi lado —La loca de ____ es fuerte— dijo ella haciéndome soltar una risa.
—Gracias, chicas.
—Justin, cariño... ¿Porqué no vas a la cafetería por un café?— me ofreció la madre de ____. —Lo necesitas.
—No tengo ganas de un café, Vale. Pero gracias igualmente— le sonreí a medias. Ella se preocupaba por mí, es una mujer muy dulce —Iré al baño— les dije a todos, ellos asintieron.
Moje mis manos y luego mi cara. Oh dios, mirenme, no me reconozco, sinceramente no. Tomé una servilleta y sequé mi cara, luego mis manos y me dispuse a salir. Camino a la sala de espera me encontré con una pequeña capilla, me quedé mirando a Jesús Cristo sobre aquella cruz. Necesitaba entrar, necesitaba orar por ella, necesitaba creer. Me senté en cuclillas frente a la gran cruz.
—Por favor, señor. Por favor, salvala— susurré. —No te la lleves, no la arranques de mi vida, por favor— llorar a esta altura, era demasiado fácil —Te lo suplico, ella lo es todo para mí, mi dios, la necesito para vivir, mi hijo, mi pequeño Jared, él necesita el confortamiento de su madre, por favor, ella tiene mucho por vivir aún— reposé mi cabeza sobre la brillante madera. Sentí una mano sobre mi hombro.
—Bro, ella estará bien— escuché la voz de Chris —Animo hermano, sabes que me tienes para lo que sea, Justin— dijo él. Me levante y le di un fuerte abrazo. Muchos en este momento estarían diciendo "Que par de gays" pero no, somos dos mejores amigos, destrozados, destrozados porque una mujer muy importante para ambos, esta luchando para seguir con su vida.
—Lo sé, Chris. Gracias— palmeé su espalda.
Volvimos junto con los demás, estaban todos apagados, hasta que el doctor apareció llamando completamente nuestra atención.
—¿Cómo se encuentra mi hija, Doctor?— preguntó Valeria.
—Gracias a la rápido atención de los paramedicos, pudimos reanimarla. Sigue en el mismo estado de salud, gracias a dios pudimos reanimarla— volvió a repetir. Un alivio se apoderó de mí.
{...}
2 días después.
Entré con mi hijo en brazos a la sala donde ____ yacía internada. El daba lleves quejidos, estaba muy despierto.
—Hola, mami— susurré mientras me acercaba con Jared hacía ____, me senté en la silla que se encontraba al lado de la camilla —Vinimos a visitarte con papi— susurré otra vez. Es la primera vez que traigo a Jared al hospital.
{_____}.
Volví a escuchar su voz una vez más. Y no solo eso, si no los leves y suaves quejidos de mi bebé. Me había traído a Jared. No tienen idea las ganas de cargarlo que tengo en estos momentos. ¿Porque carajos no puedo despertarme? ¿Cómo es que esté en coma y pueda escucharlos a ambos? ¿Porque soy tan débil? quiero estar con mi hijo, quiero volver a casa junto con mi familia.
—Oye mami, creo que me he pillado— habló Justin estúpidamente. Reí internamente. Escuché como desabrochaba el pañal de Jared. Mi hijo largó un llanto melódico para mis oídos, no le gustaba para nada que le cambien los pañales. —Ya esta, hijo— dijo él. Se volvió a sentar a mi lado al terminar de cambiarlo.
—¿Mami sabes que ya abro abiertamente mis ojitos?— volvió a hablar Justin, obviamente se refería a Jared. Un nudo se quería formar en mi, me estoy perdiendo el crecimiento de mi hijo, esto no me agrada para nada. En serio quisiera ver como esos pequeños ojos miran los míos detenidamente.
—Y también te extraña mucho— volvió a hablar Justin, pero esta vez sin hacer aquella voz.
{Justin}.
De la nada, Jared largó un llanto interminable. Trataba calmarlo pero no podía.
—Hijo, cariño ¿Qué pasa? estoy aquí— dije mientras lo acurrucaba a mi pecho y me paseaba alrededor de la camilla. Del bolso saqué el chupete y se lo di, pero no valió de nada, seguía llorando. —Jared, por favor, hijo cálmate— dije mientras sobaba su espaldita. Pero su llanto aumentó aún más... Tomé el biberón del bolso -obviamente estaba a una temperatura adecuada para él- y se lo di.
Pero no quería tomar. Y su llanto no cesaba. No sabía que más hacer, esto era desesperante. Nunca se había largado a llorar así.
—Arroro mi niño, arroro mi sol— escuché y sentí un nudo dentro mío. _____ estaba hablando, hablando dormida. Jared seguía con su llanto pero me acerqué a ella con mi hijo en brazos.
—¿___? ¿Amor, me escuchas?— dije desesperado.

El amor a veces duele. (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora