Capitulo 70

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El amor a veces duele.
Capitulo 70.


Mi padre, no me habla, estuvo toda una semana entera sin hablarme. Lo entiendo de todos modos, enterarse que su hija esta embarazada no debe ser nada lindo, más si es joven.
Mi madre todo lo contrario, después del mini shock que tuvo, me felicito, no podía creer que sería abuela con treinta y ocho años.
Estaba recostada, ¿Hasta cuando mi padre me evitará? me ha dicho que no quiere que esté en casa, que quiere que me vaya. Que alquile un departamento o una casa. Duele, ¿Tanto le afecta? solo quiero que se ponga en mi lugar. Mi padre, mi papá... no me apoya en esto. Solo espero que el día de mañana quiera a su nieto.
Tenía que estar bien, hoy veré a mi bebé, Justin pasa por mi dentro de una hora. Suspiré y me levante, prendí la ducha y después de que el agua se regularizará, entre. Luego de treinta minutos, salí y me cambie. Unos jeans, una musculosa blanca de modal y mis vans. Peine mi cabello en una coleta alta dejando mi fleco recto. Me coloque perfume y listo. Mire la hora en mi celular, 2:45 p.m. Tenemos cita con la obstetra a las 3:00 de la tarde. No quería bajar aún, seguramente me cruzaría con mi padre y no quiero sentirme mal otra vez. Hoy veré a mi hijo y nada me sacará esa felicidad de verlo por primero vez, ni mi padre.

Al cabo de unos minutos, se escuchó sonar el timbre. Luego sentí dos golpes en mi puerta y era mi madre, me dio aviso que Justin estaba esperándome. Agarre mi cartera, donde contenía mis documentos y baje. Note la mirada de mi padre, solo lo ignore y seguí mi camino, antes de salir, mi madre me abrazó y me deseo suerte. Correspondí gustosa. ¿Porque mi padre no podía tomarlo así? ¿Porque complica tanto las cosas? ¿Acaso no ve que me duele? es mi padre y me encantaría que me diga "Voy a ser abuelo, felicitaciones hija", nada. Salí de mi casa con Justin, y nos subimos a su auto. El no sabe lo que me ha dicho mi padre, sobre lo de irme de mi casa. Tendré que contárselo.
Al llegar, Justin manejo hasta el estacionamiento del hospital y bajamos.

Secretaria: Hola, buenas tardes ¿Para que se hará atender? -Pregunto amable.
Tú: Buenas tardes -Sonreí- Tengo cita con la obstetra.
Secretaria: Bien... ¿Con la doctora, Mills? -Pregunto y asentí- Okey, deme su documento y el turno -Busque en mi cartera y le entregue lo mencionado. La chica empezó a teclear en la computadora -¿_____ Bennett? -Sonrió.
Tú: Sí -Le dije amable. La chica agarro el teléfono y le informo a la doctora que ya estábamos aquí.
Secretaria: Listo, ya le avise a la doctora. Pase por el consultorio 6 -Dijo entregándome mi documento.
Tú: Muchas gracias -Justin tomo mi mano y nos dirigimos allí.

Golpeé la puerta del consultorio y salió la doctora sonriente. Ella era la que atendía a mi madre cuando estuvo embarazada de mi y de Candie.

Dra. Mills: Buenas tardes, pasen -Sonrió, nos sentamos en las dos sillas que había delante de su escritorio, ella se acomodo también.
Tú: ¡Ay, que nervios! -Dije algo emocionada. Justin sonrió.
Dra. Mills: Eso suele pasarles a las madres primerizas -Dijo ella amable.
Tú: ¿Como sabe que soy primeriza? -Pregunte curiosa.
Dra. Mills: Lo noto, aparte eres demasiado joven, y por tus nervios también puedo notarlo -Rió- Ven, recuéstate aquí -Me dijo indicando que me acueste en una camilla de la sala- Bien... a ver, levántate la remera -Accedí a eso. Luego sentí como pasaba el aparato de ultrasonido por mi vientre. Se sentía frío, por el gel que había puesto en el. Ella miraba concentrada la pantalla, yo miraba pero no entendía nada. Y Justin menos.

Justin: ¿Se ve algo? -Dijo mirando la pantalla. Yo reí por su carita, la doctora me siguió.
Dra. Mills: Ven Justin -Le dijo amable- Ves este pequeño feto -Dijo apuntando aquello y el asintió- Bueno, ese es tu bebé -Justin se quedo mirando por un buen tiempo, tenía una gran sonrisa y yo no me quedaba atrás. Es muy chiquito, la doctora me ha dicho que estaba casi de dos meses. Aún es muy pequeño.
Luego de terminar, me entrego la eco-grafía, y nos fuimos.

Justin: Es muy pequeño -Dijo tierno- Pero es hermoso, mira -Dijo apuntando las fotos de la eco-grafía- Amo a mi hijo.
Tú: Yo también, amo a mi hijo -Bese la pequeña foto.
Justin: Amor ¿Almorzamos juntos? -Me beso.
Tú: Si mi amor -Lo bese.
Justin: Andando, andando que mi bebé te da hambre -Reí por su comentario.

Fuimos a comer a un restaurante. Tenía ganas de ir a McDonals, pero como ya les dije, Justin me cuida demasiado y quiere que me alimente bien.
El mesero nos indico una mesa para dos y luego de pedir lo que íbamos a comer, se llevo los pedidos.

Tú: Amor, debo contarte algo.
Justin: ¿Que pasa, linda?
Tú: Tú ya sabes que mi padre no me habla por lo del embarazo.
Justin: Si, lo se -Dijo mirándome- ¿Que pasa con eso?
Tú: Me dijo que quiere que me vaya de mi casa -Suspire- Que alquile un departamento, una casa, no se.
Justin: ¿Que? -Dijo preocupado- ¿Pero que le pasa? tu no te iras a ningún otro lado que no sea mi casa ______.
Tú: ¿Tu casa? pero Justin, ya son muchos ¿Que dirá tu madre? mira si le molesta, yo no quiero estorbar... mejor alquilo algo.
Justin: Amor tu sabes bien que mi madre te adora... y si no vivís en tu casa, ni sueñes que vivirás en un departamento, sola -Dijo tomando mi mano- Aparte me encantaría que vivas en mi casa, y así estar más cerca tuyo, más cerca de mi bebé.
Tú: Lo pensaré.
Justin: Vendrás a vivir a conmigo.
Tú: Pero...-Fui interrumpida por él.
Justin: Pero nada -Dijo serio.
Tú: Esta bien, viviré contigo -Dije resignada y una sonrisa se formo en su rostro.

El mesero llego con los platos de Lasagna y luego con un agua saborisada para mi, y una coca-cola para Justin. Comimos mientras que hablábamos. Le había encantado la idea de irme a vivir con él. Después de todo, no es malo vivir con mi novio.
Al terminar, Justin pago la cuenta y le dejo una propina al mozo, y nos retiramos del restaurante.
En el transcurso del pequeño viaje hasta casa, escuchábamos música. Mire la hora, 6:30 de la tarde.
Al llegar a mi casa, saludamos a mis padres. Les mostré a mi madre la eco-grafía.

Valeria: Mi nieto es hermoso -Dijo contemplando la foto en 4D.
Tú: Realmente lo es -Sonreí.

Luego sentimos como mi padre se levantaba de allí y se dirigió a su escritorio, cerrando la puerta de un fuerte portazo. Cosa que me dolió totalmente. Ya pronto me iré de casa papá.

El amor a veces duele. (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora