Capitulo 32

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El amor a veces duele.
Capitulo 32.

Camila: Creo que ya me iré a casa – dijo ella con un poco de dificultad para caminar, estaba muy ebria.
Justin: Yo también. Te llevare yo hasta tu casa, no puedes ir sola en estas condiciones – dije ayudándola a caminar.
Camila: Esta bien – dijo ella sosteniéndose de mí. La acomode en el asiento de copiloto, entre y arranque rumbo a la casa de ella. Cuando llegamos la ayude a bajar y la lleve hasta su habitación. No podía ni mantenerse de pie, necesitaba de mi ayuda. La recosté en la cama y luego le di un beso en la mejilla, y ya estaba dispuesto a marcharme... hasta que me hablo.
Camila: Quédate conmigo un rato más, no te vayas – dijo agarrando mi camisa.
Justin: Tengo que irme Cami, ya es tarde – dije tratando de zafarme de ella.
Camila: Por favor, solo un rato – dijo rogándome.
Justin: Okey, pero solo un rato – dije y me senté al lado de ella.
Camila: ¿Recuerdas cuando me hiciste el amor aquí? – dijo ella sacándome de mis pensamientos. Yo solo no respondí. – Oh vamos, contéstame.
Justin: Si recuerdo, pero eso es parte del pasado – dije dejándole en claro que no quería nada con ella.
Camila: ¿Seguro que es parte del pasado Bieber? – dijo ella sentándose en mis piernas – Porque, que yo sepa... te encanta que te den besos en el cuello – dijo dándome pequeños besos ahí. – Se que eso te vuelve loco.
Justin: Espera Camila, por dios – dije intentándome resistir, ella sabe que los besos en el cuello son mi mayor debilidad.
Camila: Se que te gusta mi amor – dijo succionando la piel de mi cuello.
Justin: No... Camila, basta – dije tratando de no caer en su juego.
Camila: Esta bien... no te dejare marcas – dijo dándome el último beso en el cuello, y luego me dio un beso algo desesperado en los labios. Se lo seguí al principio pero después me separe de ella bruscamente. Esto no podía ser, yo tengo novia y la amo. Le prometí nunca lastimarla y con esto ya es demasiado.

Camila: Ey ¿Qué haces?
Justin: Tengo novia... maldita sea Camila.
Camila: ¿Y? ella no sabrá de esto – dijo acercándose nuevamente, pero yo la esquive.
Justin: No, ya me voy... descansa, adiós – dicho esto salí rápidamente de allí. Si _______ se enterara de esto, creo que me odiaría. Algo que no les conté al principio, tengo una mayor debilidad cuando me besan por el cuello, si lo hacen, ya me tienen. Pero no podía hacerle esto a mi novia, la perdería y mi vida sin ella no tendría sentido alguno.
Cuando llegue a casa me mire al espejo para ver si Camila me había dejado alguna marca y para mi mala suerte, me dejo una, no era muy grande, pero se notaba un poco. Me pase el peine por donde tenía la marca y se había ido un poco... pero no del todo. Me di un baño relajante y luego me acosté a dormir.

Narras tú:

Como todos los días, me levante, me lave y me cepille mis dientes. Las chicas se habían ido por la mañana. Me peine y baje a hacerme el desayuno, abrí el refrigerador y saque la leche, después de la alacena agarre el cereal y me lo prepare. Mis padres aún no llegaban. Fui directamente al living y me senté en el sofá, tome el control remoto y deje una serie de comedia, mis favoritas. Desayune mientras que miraba TV, minutos después, lleve lo sucio al lavamanos, lo lave, lo seque y lo puse en su respectivo lugar. Subí a mi habitación en busca de mi celular, tenía muchas ganas de hablar con mi novio. Que de seguro debe estar durmiendo. Busque su número entre mis contactos y marque.

-Amor – me dijo el, seguido de un bostezo.
-Buenos días dormilón – dije divertida.
-Buenos días, preciosa.
-¿Y que tal la fiesta ayer?
-Mmm... estuvo, buena – dijo no muy convencido.
-¿No te gusto verdad? Suenas raro – Reí.
-Si me gusto, pero hay mejores – dijo el gracioso.
-jajaja, te extraño mi amor – dije haciendo una vocecita aguda.
-Y yo a ti, mi vida. ¿Y a ti, que tal con las chicas ayer?
-Bien, lo mismo de siempre... charlar, mirar películas y esas cosas.
-Me alegra – dijo bostezando nuevamente.
-¿A que hora llegaste a tu casa? – le dije algo curiosa.
-Mmm... a las 6 am, creo... no me fije la hora cuando llegue.
-Okay. ¿Hoy nos veremos?
-¿Hoy? No lo se amor, tengo que ayudar a mi mamá con algunas cosas, no se si hoy pueda.
-Si quieres voy y los ayudo.
-No, no te hagas problema...
-¿No quieres verme, verdad?
-No mi vida, no es eso... es que te cansaras y no quiero eso.
-Ya, esta bien – dije no muy convencida- Me iré a bañar, te amo.
-Bueno... te amo más, quizás en la tarde te llame para que nos veamos, tal vez.
-Está bien, adiós - dicho esto colgué. Lo note algo raro, ¿o solo fue mi imaginación?, no quiere verme, eso esta más que claro... no lo molestare. Seguro tiene un mal día.
Fui a mi armario y luego directamente a darme una ducha... treinta minutos después salí y me cambié, luego me peine. Y sentí sonar mi celular, tenía un mensaje y era de un número desconocido.

Mensaje: Si no fuera por ti, el se hubiese entregado a mi sin ningún problema, pero existes tu y arruinas todo... pero te advierto, el es mío, siempre lo fue.

Sinceramente no sabía quien era y mucho menos de que rayos hablaba... seguro se había equivocado de número y decidí no contestar. Pero al rato me mandaron otro.

Mensaje: Pregúntale a tu novio, como la paso anoche... besa muy bien. Siempre lo hizo. ¿Ya viste la marca que le deje en el cuello?

No le iba a contestar, estoy segura que se habrían confundido de número. A los pocos minutos escuche sonar el timbre, baje y me tome una gran sorpresa.

El amor a veces duele. (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora