Capitulo 78

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El amor a veces duele.
Capitulo 78.


Al día siguiente desperté por el sonido de mi celular. Miré y era la alarma que me había olvidado de des-programar. Eran las 10:30 de la mañana. Decidí levantarme para preparar un rico desayuno. Abrí la ducha y mientras esperaba a que el agua tome la temperatura exacta me cepillé los dientes. Luego entré a la ducha y deje que el agua haga lo suyo. Salí prácticamente a los quince minutos. Me peine haciendo una coleta en mi cabello, dejando mi flequillo recto. Me cambié con un short de mezclilla y una musculosa de modal, ya que me siento más liviana con este tipo de remeras, luego me puse mis vans negras y bajé a la cocina.
Abrí el refrigerador para ver que podría hacer para desayunar. Encontré los ingredientes suficientes para hacer unos deliciosos Hot cakes, los dejé sobre la encimera.
3 tazas de harina, 4 huevos, 1 taza de jugo de naranja, 2 cucharadas de aceite de maíz, Mantequilla y Miel de maple.
Luego de separar la clara de la yema y batirla hasta punto nieve, mezclé en un bol, la harina, la yema de los huevos, jugo de naranja y aceite de maíz. Después incorporé la clara suavemente sin batir. Eché la mezcla en una plancha caliente, cuando se doraban en un lado, las daba vuelta, así hasta cocinarse. Luego de tenerlos preparados, les eché un bocado de mantequilla y por encima miel de maple... Y listo los Hot Cakes.
Exprimí dos naranjas, y serví el jugo en dos vasos. Luego llevé todo a la mesa. Y noté como Justin bajaba las escaleras, y se asomaba a la sala.

Justin: Buenos días, amor -Dijo besando cortamente mis labios- Mmm que rico huele.
Tú: No hagas ningún comentario hasta que lo pruebes, quizá no sepa tan rico como huele -Reí.
Justin: A ver -Dijo cortando un pedazo y se lo llevo a la boca- Esta delicioso -Dijo con la boca llena.
Tú: No hables con la boca llena -Reí y me senté a su lado a desayunar.

Luego de terminar de comer, Justin se fue a bañar y yo decidí limpiar todo. Al cabo de unos quince minutos el ya estaba preparado, mirando TV, y yo estaba terminando de secar el último vaso. Luego me senté junto a él besando su mejilla.

Justin: Amor, ¿Que te parece si vamos por un helado? -Dijo haciéndome caricias sobre el cabello.
Tú: Buena idea, voy por mi bolso -Me levante de allí en busca de mi bolso y nos fuimos.

Entramos a una heladería del centro comercial y luego de pedir nuestros gustos, nos sentamos en una mesa a disfrutar de aquel helado. Al terminar, salimos de la tienda y fuimos a caminar a un parque cerca de allí, conversábamos, él me hacia sus típicos chistes, eran muy malos y reíamos por eso. Pero un llanto nos llamó la atención a ambos. Era un niño detrás de un arbusto llorando, sin pensar nos acercamos al pequeño.

Tú: ¿Qué tienes, bebé? -Dije preocupada. Él niño nos miraba con algo de miedo. ¿Estará perdido?
Justin: No nos tengas miedo pequeñín ¿Donde están tus padres? -Dijo él con una dulce voz.
Pero el niño solo se puso a llorar de nuevo. Algo que aumentaba mi preocupación.
Tú: ¿Cómo te llamas? -Pregunté tranquila, dándole tranquilidad.
-Jared- Dijo él con un hilo de voz.
Tú: ¿Dónde están tus padres?
-No lo sé- Dijo él y se largó a llorar.
Tú: No, no llores pequeño -Dije abrazándolo- Buscaremos a tus padres ¿Si? -Le dije sonriente y el solo asintió.
Justin: Bien, Jared -Dijo él dulce- ¿Cuántos años tienes?
-Cinco- Contestó el pequeño.
Justin: Ya encontraremos a tus padres, pero ya no llores ¿Si? -Dijo él divertido y el niño rió.
-Esta bien- Dijo él mostrando una pequeña sonrisa.

Luego de buscar por el parque, no hubo resultado. Justin entretenía al pequeño, jugando con él. Le compramos un helado para que se distraiga. Con Justin nos miramos preocupados, los padres no aparecían. Decidimos ir con el niño a la comisaría.

Justin: Lo encontramos llorando tras un arbusto... No sabe donde están sus padres -Dijo él hablando seriamente con el comisario.
Comisario: Bien... Creo que será mejor que el niño se quede aquí con nosotros, hasta que alguien venga a hacer la denuncia.
Tú: Justin, no quiero dejar al niño aquí -Le dije a él en un susurró. Jared se había dormido en mis brazos, ya había tomado confianza con nosotros, y no quiero dejarlo aquí, hace frío y necesita estar abrigado y cómodo.
Justin: Perdón señor... ¿El niño podría quedarse con nosotros?
Comisario: No sé si será posible, creo que lo mejor sería que se quede aquí.
Tú: Pero el ya se acostumbró a nosotros, sé que llorará si despierta y no nos ve -Interrumpí yo- Por favor, hágalo por el niño, necesita estar en un hogar, no en una comisaría.
Comisario: Esta bien -Dije él poco convencido- Pero solo por hoy ¿Queda claro?
Tú: Claro -Dije mirando al pequeño... Me daba algo de lastima verlo perdido, sin saber donde se encuentran sus padres.
Justin: Entonces nos iremos a casa... Le dejo nuestro número y dirección por si acaso -Dijo él entregándole un papel- Hasta luego, comisario.

Dicho esto, fuimos al lugar donde estaba estacionado el auto de Justin. Él agarró a Jared y lo acomodó en el asiento trasero colocándole el cinturón de seguridad. Al llegar, cargó al niño y lo acostamos en la habitación de huéspedes. Lo tapé con la frazada y deposite un beso sobre su castaño cabello. Me paré para caminar directo a la puerta pero su voz me interrumpió.

-Mami no te vayas- Dijo él, algo que me dio escalofríos. Me acerqué a el.
Tú: No soy tu madre, pequeño -Sonreí- Tienes que descansar.
-Extraño a mi mami y a mi papi -Dijo él con voz triste. Justin se asomó a la puerta escuchando al pequeño.
Justin: Ey campeón, ya pronto estarás con tus padres -Dijo él dulce- No te preocupes ¿Si?
-Gracias, Justin -Dijo el pequeño con una dulce voz.

El amor a veces duele. (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora