Pasamos el resto de la cena en silencio. Recogimos la cocina y me fui a mi habitación, él se quedó en el comedor viendo la tele un rato. Me puse el pijama y me metí en la cama, no había acabado de taparme cuando irremediablemente empecé a llorar, sin saber muy bien el por qué. Al día siguiente tenía los ojos hinchadísimos. Así no podía salir, así que cuando Jason vino a decirme que bajara a desayunar le dije que me encontraba mal, que luego bajaría. Insistió en subirme el desayuno y acepté.
- ¿Quieres que me quede?
- No, tranquilo… ves a trabajar. – Estaba de espaldas a él, con la sábana hasta arriba del todo, para que no me viera.
- Está bien – no estaba convencido – SI ocurre algo llámame.
- Claro, adiós.
- Adiós…
Cuando se marchó fui al tocador, donde había dejado el desayuno. Me lo comí sin ganas y lo bajé a la cocina.
- Susana, ¿pero que le ha pasado? – Sophie… se me había olvidado.
- Oh, nada… no se preocupe.
- ¿Cómo que no me preocupe? ¿Y esos ojos? – Sin poderlo remediar me eché a llorar y le conté como me sentía… comenzaba a sentirla como una madre.
- Venga… no te preocupes, no creo que el señorito quiera que se vaya, simplemente quiere que recuerdes…
- ¿Pero para qué quiero recordar? Si olvide sería porque algo me dolió mucho… quiero seguir así, como ahora…
- No te preocupes… el señorito te conoce, si quiere que recuerdes por algo será… veo en sus ojos como se preocupa por ti, estoy segura que no quiere que sufras. Confía en él…
- Está bien – le sonreí – gracias. Por cierto… no sabrá como desinflamar mis ojos, ¿no? – Sonrió dulcemente.
- Ten, póntelo en los ojos un buen rato, ya verás como quedara como una simple alergia.
- Eso espero… gracias de nuevo. – Le abracé y subí a mi habitación. Me quedé dormida y cuando me desperté Jason estaba sentado en la silla del tocador, mirándome.
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La chica sin recuerdos
Любовные романы¿Cómo te sentirías si de repente despertaras en la arena sin recordar nada? Ésto le paso a la protagonista de este relato.