Capítulo 35

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Pasaron varias semanas sin incidentes. Todo iba de maravilla. Yo seguía haciéndole las facturas, pero estaba buscando un trabajo en el pueblo para ayudarle a pagar los gastos. Me había mudado oficialmente a su casa. Las personas de la isla iban viniendo a disculparse, pues pensaban que Gary se había marchado porque Jason le había traicionado, y era la comidilla de todos, por eso le miraron así cuando fuimos a mi piso. Pero una vez se supo la “verdad”, es decir que se marchó porque estaba enamorado de otra, dejaron de murmurar.

Con respecto a la violación… bueno, me preguntaron si quería denunciarle, pero no quise. A pesar de lo que me hizo, pasamos buenos momentos juntos, se que por una parte me quería, igual que yo le quería a él, y que lo que hizo fue fruto de su orgullo, no podía soportar que pudiera vivir sin él. Así que decidí pasar por alto el incidente, pues no había tenido otras repercusiones, aunque esperaba no volverlo a ver.

Finalmente conseguí un trabajo de dependienta en una tienda, por la mañana, así podríamos pasar las tardes juntos y aprovechar el tiempo perdido. Las facturas se las hacía una vez al mes, pues no era necesario más, ya que era no era una empresa grande.

Todo iba de maravilla, hasta que un día por la tarde, en que Jason había salido a hacer una entrega urgente, llamaron al timbre. Pensé que sería Jason, que se había olvidado algo pero no… Una vez abrí la puerta me quedé petrificada. No podía creer lo que veían mis ojos, tardé unos segundos en reaccionar, segundos que se me hicieron eternos. Cerré la puerta de un portazo y cerré con llave. Después corrí a mirar que las ventanas estaban todas cerradas, escuchaba como seguía tocando el timbre.

- ¡Ábreme! Por favor… Quiero hablar contigo…  

Le escuchaba hablar detrás de la puerta. Empecé a temblar, no podía controlar mi cuerpo, mis ojos se inundaron en lágrimas, no podía controlarlas, no podía moverme. Estaba allí, sentada en el suelo, con los brazos rodeando mis piernas. Después escuché que hablaba con alguien, imaginaba que sería por teléfono. Cerré los ojos atemorizada, pensaba que no, pero había dejado una gran huella en mí. Perdí la noción del tiempo, hasta que escuche el derrape de unas ruedas. Pasos corriendo.

La chica sin recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora