~IT'S YOU~ DRACO MALFOY

~ 122 ~

"LA BATALLA DE HOGWARTS"

02/05/1998

La tensión en el aire se sentía cada vez más pesada. Después de la reunión con McGonagall, Violet, Draco, Regulus y Pansy regresaron a la Sala Común de Slytherin. La habitación estaba en silencio, apenas iluminada por el fuego de la chimenea.

—Esto es real—susurró Pansy, abrazándose a sí misma—. Ya no hay marcha atrás.

Draco se dejó caer en un sillón con la mirada fija en el fuego.

—Siempre supimos que este momento llegaría—murmuró.

Violet caminó hasta la ventana, observando la noche oscura sobre los terrenos de Hogwarts. Su mente estaba en Scorpius. Lo había dejado a salvo, pero no podía evitar pensar en él.

Regulus cruzó los brazos y miró a cada uno de ellos.

—Debemos asegurarnos de que tenemos aliados en este castillo. No podemos enfrentarnos a esto solos.

—Blaise, Theo, Daphne y Mattheo ya saben lo que está pasando—dijo Pansy—. No están seguros de pelear, pero tampoco van a delatarnos.

-Necesitamos más que eso -respondió Draco-. Potter regresará. Sabemos que él es la clave para terminar con esto.

Violet suspiró.

-Cuando llegue el momento, pelearemos. Pero debemos estar listos.

El silencio se apoderó de la habitación. Ninguno de ellos estaba preparado para lo que vendría, pero no tenían otra opción. Hogwarts era su hogar, y lo defenderían hasta el final.

Esa noche, mientras todos intentaban descansar, Violet se quedó despierta, acariciando el cabello de Draco que ya se encontraba dormido.

"Por Scorpius. Por nuestro futuro."

Murmuró esas palabras antes de cerrar los ojos, sabiendo que la guerra estaba a punto de comenzar.

Habían tenido clases normales, pero la tensión se podía sentir en cada pasillo de Hogwarts. Regulus y Pansy se quedaron en la sala común, mientras que Draco y Violet regresaron a su habitación para descansar.

Draco entro al baño, Violet se hinco y saco un cofre debajo de su cama, lo puso en la cama y la abrío lentamente.

Draco salió del baño secándose las manos con una toalla cuando su mirada se posó en Violet. Ella estaba sentada en la cama, con su cofre abierto frente a ella. Dentro, sobre un delicado paño oscuro, descansaba la Varita de Saúco.

El aire en la habitación se tensó.

—¿Por qué la tienes fuera?—preguntó Draco en voz baja, caminando lentamente hacia ella.

Violet no apartó la mirada de la varita, pasando los dedos por la madera antigua.

—No lo sé... -susurró—. La tenía guardada desde hace semanas, pero... sentí la necesidad de verla.

Draco se sentó a su lado, observando la varita con cautela.

—Sabes lo que significa tenerla, amor —dijo con seriedad—. Es demasiado poder... y demasiados ojos buscándola.

Ella asintió, pero sus dedos seguían aferrados a la reliquia.

—Lo sé. Y por eso no la he usado. Desde lo que paso en la sala de menesteres. Pero la guerra está a punto de comenzar, Draco. ¿Y si la necesitamos?

Draco frunció el ceño, apoyando un codo sobre su rodilla mientras pensaba.

—Eso es lo que me preocupa. No sabemos qué hará si la usas. Y si alguien se entera...