Capítulo 28

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KIARA

—Tenemos que irnos. —La voz de Ashley era apenas un susurro, temblorosa, pero firme. Su mirada estaba fija en el cuerpo destrozado de Owen, su rostro pálido como si la vida estuviera escapando también de ella.

Lena sacudió la cabeza, con los ojos brillantes de terror. —¿Irnos a dónde? No sabemos qué fue eso. No sabemos si está esperando... si sigue aquí, en las sombras.

Tragué saliva. No podía apartar la vista de la sangre de Owen, esparcida por el suelo en grotescas salpicaduras. Mis piernas temblaban, pero reuní toda mi fuerza para hablar.

—Si nos quedamos aquí, seremos los siguientes.

El silencio cayó sobre nosotros como un manto pesado. El aire estaba denso, impregnado del olor metálico de la sangre. Algo se movió entre las sombras al final del callejón, un leve crujido en la oscuridad. Lena ahogó un jadeo y retrocedió instintivamente.

Ashley cerró los ojos por un instante, respirando profundamente. Cuando los abrió de nuevo, su expresión estaba endurecida. —No podemos perder tiempo. —Nos miró a Athan, Lena y a mí con determinación—. Tenemos que averiguar qué encontró Owen. Si murió por eso... entonces es importante.

Asentí con dificultad. —El dispositivo. Él lo tenía. Estaba viendo algo... algo que nos afectaba a todos. —Mis ojos recorrieron el callejón hasta detenerse en el suelo, donde el pequeño aparato brillaba bajo la luz tenue de un farol roto.

Ashley lo vio también y, sin pensarlo, se abalanzó sobre él. Lo levantó con manos temblorosas, la pantalla agrietada pero funcional. Al desbloquearlo, un archivo de video estaba abierto. Dudó un instante antes de presionar "reproducir".

La imagen era borrosa al principio. Luego, la figura de Jake apareció en pantalla. Su rostro estaba demacrado, los ojos hundidos y llenos de desesperación.

—Si estás viendo esto... es porque ya es demasiado tarde —dijo Jake en el video, con la voz quebrada. —Yo también pensé que podría escapar, pero no hay salida. No es solo una criatura. Es una maldición. Una presencia que se alimenta del miedo, que acecha en cada sombra. No podemos verlo hasta que es demasiado tarde...

La imagen tembló y un grito desgarrador resonó en la grabación. La pantalla se oscureció y el video terminó abruptamente.

Ashley sintió un escalofrío recorrerle la espalda. —Jake sabía algo. Sabía que esto iba a pasar.

Lena tapó su boca con la mano, su respiración irregular. —Esto no puede estar pasando...

Miré a mi alrededor, cada sombra parecía alargarse, acechar. —Si es verdad lo que dice Jake, entonces no podemos quedarnos aquí. Tenemos que encontrar un lugar seguro. Y tenemos que encontrarlo ya.

Ashley miró el dispositivo, sus dedos crispándose sobre él. —Si esto es una maldición... entonces debe haber una forma de romperla.

Un crujido resonó detrás de nosotros, interrumpiendo nuestros pensamientos.

Lena jadeó. —No estamos solos.

La oscuridad se movió. Un tentáculo negro emergió de la sombra más cercana, deslizándose con una rapidez inhumana.

Ashley reaccionó primero. —¡CORRAN!

Sin pensarlo, los tres nos lanzamos en direcciones opuestas, esquivando por poco el latigazo del tentáculo. El callejón se llenó de un ruido ensordecedor, un gruñido gutural que vibró en el aire. La sombra se movió nuevamente, persiguiéndonos con una velocidad aterradora.

Rosas y Espinas © (Completa✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora