Capítulo 29

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KIARA

El mundo pareció detenerse.

Mi corazón martilleaba en mi pecho con tanta fuerza que apenas podía escuchar nada más. El cuerpo de Isabella... su cuerpo sin vida, estaba hablando.

Mis manos comenzaron a temblar.

Ashley y Lena estaban inmóviles, incapaces de procesar lo que acababa de ocurrir.

Pero Athan...

Athan no parecía sorprendido.

Se agachó lentamente hasta quedar al nivel de Isabella, con los ojos fijos en su rostro pálido.

—Escuchaste eso, ¿verdad? —su voz era baja, casi un susurro.

Ashley soltó un jadeo ahogado.

—¡Claro que lo escuchamos! ¡¿Qué demonios está pasando?!

Lena apretó los dientes y sacudió la cabeza frenéticamente.

—Esto no tiene sentido... ella está... ella está muerta.

Pero yo sabía la verdad.

Sabía lo que Isabella había hecho.

El colgante brillaba débilmente, pero su resplandor no era el mismo de antes. Era más oscuro, más apagado. Como si su energía hubiera sido drenada... o contaminada.

Mi pecho se apretó con un dolor sofocante.

—Isabella... —susurré.

Pero ella no respondió.

Sus labios permanecieron entreabiertos, congelados en la última palabra que había pronunciado.

Corre.

Mi instinto me gritaba que lo hiciera. Que saliera de allí, que dejara atrás la escena macabra que tenía frente a mí.

Pero algo me mantenía anclada al suelo.

El miedo.

La culpa.

La verdad.

Athan se levantó con lentitud y me miró fijamente.

—Todavía no lo recuerdas, ¿verdad?

Su tono era frío, carente de emoción.

Mi piel se erizó.

Ashley lo miró con desconfianza.

—¿Recordar qué?

Athan suspiró y negó con la cabeza.

—Nada de esto es casualidad. Isabella no debía morir. No así.

Lena frunció el ceño, su respiración entrecortada.

—¿De qué estás hablando?

Athan se volvió hacia mí, sus ojos perforándome.

—Díselo, Kiara.

Las palabras me quedaron atrapadas en la garganta.

No podía.

No quería.

Pero la verdad ya no podía ser ignorada.

Mi mente comenzó a retroceder, las piezas del rompecabezas encajando una tras otra.

Los sueños.

Los susurros.

Los destellos de recuerdos que siempre había descartado como alucinaciones.

Rosas y Espinas © (Completa✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora