Citas

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Aparcamiento| Departamento de Lay.

Tamborileo sus dedos con impaciencia, apoyando su antebrazo en la puertilla de su auto. Suho centro su típica mirada fría en el retrovisor de su convertible y arregló ligeramente su flequillo castaño. Hecho un vistazo a su reloj de pulso, marcaba las 2:30 pm.

De un segundo a otro Lay apareció en su rango de visión, con su usual sonrisa boba y unos muy lindos jeans.

"Bonitas piernas." Pensó Suho mordiendo su dedo, casual.

El chino entro al auto, sin necesidad de abrir ninguna puerta, solo de un salto.

Beneficio de tener un jodido convertible.

—Y bien ¿A dónde iremos? — Preguntó en tono muy animado, Lay.

Suho ignoro la pregunta, y tomándolo de la nuca, lo acerco a sus labios, fue un beso corto pero húmedo y hábil.

Al separarse, el unicornio, se acomodó en su asiento suspirando. Iba a ser muy difícil tener que dejar esa vida.

En todo el camino, solo pudo observar la carretera hacia un lugar "incierto," con el estéreo a todo volumen. Aunque la música alta significara un dolor de cabeza para el coreano, simplemente lo dejo ser.

Cuando el motor se detuvo, fijo su vista en la entrada descomunal del "Amusement Park Of Seul"

Los ojos Yixing brillaron, no recordaba la última vez que había visitado un centro de atracciones. Tal vez fue trece años atrás, antes de la muerte de su madre.

Suho entrelazo sus dedos lentamente, y luego dio un apretón, empezando a avanzar dentro.

¿Qué demonios podía ser más romántico que un paseo en un parque de diversiones, por temporada?

Rta. Nada.

Las atracciones en la mayoría aterraban a Suho, que en realidad no gustaba de muchas de ellas. Según él; el pánico a los artefactos mecánicos era justificado, progresista y muy evolutista.

Pero quería pasar un buen rato con su chico.

— ¡Oh, venga Suho! Quiero subir...— Puchereo tiernamente Lay, mientras tiraba de su brazo. Se había encaprichado con la montaña rusa. Disculpen, con la puta y colosal montaña rusa.

—No lo haré, no insistas. — Contestó serio, Suho.

Lay fingió llorar tapándose el rostro con un brazo.

—No caeré en eso.

[...]

—No puedo creer que lo esté haciendo... Joder, esto no está pasando.

Suho se sostuvo de las barras de seguridad exclamando que lo dejen ir. Cuando las ruedas del carrito se balancearon hacia a delante, el pálido solo pudo ver su vida pasar frente a sus ojos. Ahora estaba a bordo de la gran montaña rusa, aquella que juro nunca subiría.

Todo mundo gritaba, por las vueltas, la parada de cabeza, incluso el momento donde llego a la cúspide y luego fue cuesta abajo. Era una completa tortura para Suho que nunca creyó poder gritar tanto por su vida, rezó al Buda y los demás santos que conoció en su adolescencia.

Cuando llegaron a la estación el coreano juro demandar al "puto juego infernal" –cariñoso nombre puesto por Suho– después de putearlos.

Lay aún reía por lo divertido que le había parecido.

—Te dije que sería genial ¿eh?... ¿Suho? — Lay se giró en busca de su novio y lo vio abrazando un tacho de basura mientras vomitaba lo poco que había ingerido en el día.

~My Sexy Maid; Undercover Operation~ |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora