Game Over: Perdiendo el Control

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Instituto Nacional de Seul.

—No, lo siento. No se presentó a clases hoy. — El presidente de la clase, le miró con lastima antes de rodearlo para salir del salón dejándolo solo.

Chanyeol asintió ausente.

La angustia iba a dejarlo catatónico.

Era el puto jueves y Lee Baekhyun había desaparecido de la faz de la tierra. Nadie conocía su paradero, ni maestros, ni compañeros de salón y suponía que tampoco el maldito consejo estudiantil.

"¿Dónde te metiste?" Pensó revolcándose los cabellos.

Iba a perder la cabeza, estaba a nada de perderla.

¿Cómo podía ser eso posible?

Que simplemente seas una mancha invisible en un registro escolar. Que nadie además de él, conozca a Lee Baekhyun.

Podría pasar perfectamente como un loco que buscaba la ciudad perdida de la Atlántida. Pero, eso no era lo más extraño.

No, lo más extraño fue que... Después de que Lee Baekhyun se esfumara, ella regresó.

.

.

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El timbre sonó y supo que iba a llegar tarde a la primera clase. La idea de tener que pedir una disculpa frente a la clase y con la feroz mirada del maestro Jun, no le pareció nada tentadora.

Apresuró el paso y viendo de reojo a un costado, asegurándose que nadie le veía, se impulsó con su pie izquierdo para empezar a correr.

Era rápido, más que cualquier atleta de su edad y debía ser cuidadoso con sus capacidades físicas, apoyó sus dedos en la arista de una taquilla para re direccionar hacia la derecha y casi, casi cae de bruces al detenerse en seco.

"Mierda" Maldijo internamente.

El aroma familiar acarició su olfato. Frente a él y con una sonrisita en sus comisuras estaba Suho.

— ¿Por qué tan apurado? — Preguntó muy causal. Intentando iniciar una plática.

Lay tragó sonoramente. Un ligero rubor acompañó su pulso alto.

No debía ser un genio para saber que Suho le miraba con más que simple curiosidad.

Sus encuentros terminaban siendo muy intensos, era cómo un destape de amor/odio. Incluso podía admitir que disfrutaba de sus momentos juntos, eran como el gato y el ratón. Ambos obsesionados por quien gana esta vez. Su relación se había tergiversado a una bizarra.

—Hazte a un lado. — Le advirtió Yixing, mirando de reojo el enorme edificio que se construía a solo unos metros del pabellón. Era el reloj.

Estaba quince minutos tarde.

— ¿O qué? — Siguió el jueguito. Acercándose, y colocando primero la mano izquierda contra la taquilla y luego la derecha.

Lay trastabilló, dando dos pasos hacia atrás e inevitablemente quedando encerrado entre el cuerpo del pálido y la superficie de metal.

No planeaba intimidarlo, pero había descubierto una fascinación por tenerlo presa de su control. Debía admitir que Lay sacaba lo peor de él.

Lay lo aparto con su mano en un intento vago por liberarse pero sólo consiguió que le tomara del cabello para dejarlo contra la puertilla y le obligase a mirarlo a los ojos.

~My Sexy Maid; Undercover Operation~ |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora