3... 2... 1... ¡Feliz año nuevo!

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31 de Diciembre, Mansión Park.

Un fuerte estruendo se escuchó sobre el ajetreo de la mansión, las empleadas dirigieron sus miradas enfurecidas hasta la pelinegra que ahora silbaba fingiendo desconcierto.

Bufo, soplando su cerquillo. — ¿Se les perdió algo?

Demonios solo se le habían caído unas cuantas cosillas, nada más grave que adornos de cristal, anda, no era el puto fin del mundo.

Se inclinó recogiendo los restos bajo los murmullos de sus colegas, su presión estaba subiendo y esa típica venita latía en su frente. D.O estaba conteniéndose de destrozar todo con un arma química diseñada por el mismo.

La señora ChaRin estaba sentada sobre el amplio sillón de cuero asintiendo y negando según los colores de tapiz que le mostraba un decorador.

Mientras el señor de la casa veía mucho más productivo jugar sudoku en la alberca, que molestarse por los preparativos para Año nuevo.

Lana y Dora corrían de un lado a otro, acatando órdenes. Chanyeol había salido con sus amigos por lo que Lana tenía que ayudar en la cocina. Aunque eso significara que ella tal vez, podría incendiarla.

—Cuenta los bocaditos. En cada fuente debe haber por lo menos, sesenta. — Explico Nana, saliendo de la habitación.

Lana solo estuvo treinta segundos cuando la puerta vaivén volvió a abrirse.

—Se me olvidaba...— Entro la mujer adulta, cuando fijo su vista en las bandejas. — ¡¿Qué rayos?! ¡Lana! — Nana había cometido el gran error de dejar a Lana a cargo de los bocadillos.

—Yo, yo...— Tartamudeo, limpiándose las migajas de su boca con el dorso de su mano. Era injustificable, ella era el monstruo devora bocadillos. — ¡Lo siento! — Y corrió por su vida lejos de la cocina, donde se hallaban cuchillos...

Seh, debía salir de ahí.

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— ¿Confesarme? ¿No es muy apresurado?— Pregunto apenado, KiKwan, a uno de los hombres que estaba arreglando las flores con él.

El grandote sonrió ampliamente, recargando su peso sobre la pala que usaba con anterioridad.

—Bueno si te gusta lo mejor será que lo hagas pronto. — Dijo muy seguro mirando al cielo, un toque romántico acompaño sus voz.

—Pero, acabo de conocerla...— Repuso, angustiado. —Tal vez, crea que sea un demente, o un pervertido.

—Son solo excusas. — Vatio su mano, restándole importancia. —Las mujeres como ella; hermosas y frías necesitan que las tomen con delicadeza y las besen. — Recito sabiamente. —Muéstrale tu amor con abrazos y caricias. Además no me sorprendería que una chica tan guapa no tenga una fila de hombres, esperando.

KiKwan asintió considerando la lógica de las palabras dichas por su hyung. —Es cierto. — Comentó ya más convencido y con una sonrisa soñadora. —Le rebelare mis sentimientos, hoy.

—Eso es muchacho, conquístala. — Animó con una sonrisa fraterna.

Y si bien los consejos del viejo jardinero no eran malintencionados, estos no eran para esta situación ya que lastimosamente "Dora" era en realidad Kyungsoo, un «hombre.» Y seguramente no estaría muy contento de ser tomado y besado. Seguramente KiKwan terminaría con una fractura o heridas de segundo y tercer grado.

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Chanyeol rio más fuerte por las idioteces que soltaba Jongin, mientras Suho ocultaba una sonrisita tras su taza de café. Las personas en el local de vez en cuanto se giraban para mirarlos, pero les importaba muy poco ser el centro de atención.

~My Sexy Maid; Undercover Operation~ |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora