~My Sexy Maid; Undercover Operation~ |EXO|

Sr. Park

En el instituto de Seúl. 8:41 am

Yuri había hecho amistades rápidamente, ahora hasta tenía su grupo conformado por; Jessica y Yonna.

A diferencia de Lay que parecía un emo y andaba solo. En la clase de biología la cual Chanyeol decidió faltar, el pequeño sentía que no había nada que hacer. Aburrido se dedicó a ver los rostros del salón, algunos dormían y el resto entendían o fingían hacerlo, mientras que otros ligaban con su "hermana."

"Oh por Dios, Yuri en acción. Que miedo."

Y por último Suho, ya sabía su apodo, era popular así que no fue difícil averiguar sobre él. Además de tener los archivos de todo individuo en Corea del Sur que haya tocado al menos un won en su vida, ser un agente sí que tenía sus ventajas.

Sabía que era muy inteligente y eso le gustó mucho ya que él no era precisamente brillante. Lo miraba sin apartar la vista, tenía lindas manías como meterse el lápiz a los labios cuando el profesor hablaba o fruncir el ceño cuando decían palabras que no entendía, cosa que rara vez pasaba pero cuando ocurría, se veía demasiado lindo.

 La misión seguía en pie, Yuri y Lay habían hecho un trato, ella no diría que había fallado, solo si Lay conseguía la información necesaria. Ya que si eso no ocurría, mandarían a nuevos agentes.

Acercarse a Chanyeol no le llamaba la atención, ahora solo quería ser ese lápiz, para estar entre los labios de aquel chico de piel de porcelana.

Cuando sonó la campana de cambio de hora el profesor salió y anoto la tarea en la pizarra. Lay rio divertido, no hacia la que le dejaban en la agencia y ni loco haría esa.

Algunos alumnos salían a comprar chucherías o simplemente por el hecho de querer estar fuera del salón. Se recostó en su asiento pensando en cómo se le podía acercar a ese tal Chanyeol.

De repente una lata de soda se posó frente a él. Tuvo que agrandar los ojos chistosamente, para ver que era un jugo de naranja. Al levantar la vista casi quedo ciego. Su chico, Suho, le sonreía con sus dientes perfectos y blancos.

—No te duermas, aún falta matemática. — Y se dirigió a su sitio.

—Emh, no entiendo mate. — Comento absorto en su lata de refresco.

Suho detuvo su andar para girarse y verlo de lo más preocupado en abrir el six pack. Sonrió mordiéndose el labio y se sentó al lado del castaño sorprendiéndolo.

—Mhm... bien. ¿Qué tal si te enseño lo que no entiendes? — Estaba pasando o estaba soñando.

—... — Su carita era un poema.

—Lo tomare como un sí.

En toda la clase no pudo evitar girar su cabeza y verlo tomar apuntes, solo quería acercarse y tocarlo...

No de esa forma cochinas, hablaba de abrazarlo... besarlo tal vez.