Con ganas

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Chanyeol revisó su móvil por tercera vez en la noche, y nada.

La fiesta no era tan mala, pero esperaba algún mensaje de sus amigos. Si bien había visto a Kai merodear en el salón, de pronto se había perdido de su vista, y el ingrato de Suho ni siquiera se había presentado, así que las posibilidades de "diversión" se reducían a: ninguna. Suspiró y se alejó con educación de una amiga de su madre, que no dejaba de adularlo por su buena genética.

Su mirada se topó con la presencia de su empleada favorita, y una sonrisa involuntaria se dibujó en su rostro. Se bebió su trago de una, ya tenía con que divertirse esa noche, y ahora, su objeto de entretenimiento, se dirigía hacia su primo, el mismo estúpido que no había dejado de molestarla toda la noche.

Camino hacia ella y cruzo sin cuidado, topándola en el hombro lo suficientemente fuerte como para que ambos contenidos en las copas cayesen al suelo.

—Deberías tener más cuidado, empleada. — Susurró burlón.

Muchos de los presentes rieron por el hecho. Chanyeol debía admitir que hizo eso porque Lana estaba siendo muy amable con el idiota de su primo, que había llegado por las fiestas y se le notaba de lejos que planeaba llevarsela a la cama.

Lana se apresuró en pedir disculpas, bajo la mirada de varios estirados. Bufó molesta y salió del salón avergonzada, en dirección al cuarto de limpieza. Le ofreció una mirada cargada de molestia a Chanyeol, que le sonreía de lado y se encamino refunfuñando al pequeño almacén.

Chanyeol rio al verla desaparecer por el pasillo y no dudo en seguirla, estaba lo suficientemente aburrido como para fastidiarla, solo para subirse el ánimo. En realidad, disfrutaba mucho hacer la vida de la castaña miserable.

Cuando ella se asomó al oscuro cuarto, él, la empujo dentro, cerrando consigo la puerta, sin prestar atención al «clic» que se oyó junto con el portazo.

Se oyó un grito de sorpresa, por parte de Lana, y por inercia, Chanyeol le cubrió la boca con su mano. La sintió temblar, al momento en que la estampo contra la pared cercana, bloqueando la salida con su cuerpo. Juntó sus caderas pegando su pecho con el de la chica.

En una oscuridad absoluta, la nueva presencia de alguien aferrando sus muñecas sobre su cabeza y bloqueando su boca, hicieron que de pronto la claustrofobia se apoderara del cuerpo del agente, que intentaba liberarse.

—Shh...—Acercó sus labios a la oreja de Lana. —No seas tan ruidosa, por Dios. — Se quejó Chanyeol, por qué, que te griten en la cara no es para nada agradable.

Lana identifico la voz que le hablaba y empezó a gritar más fuerte, aun cuando la enorme mano bloqueaba todos sus intentos.

—Basta, basta...— Apretó más su agarre en sus caderas, atrayendo su atención. —Te soltare, pero tienes que dejar de gritar ¿Vale?

Lana afirmo con la cabeza.

Chanyeol la soltó lentamente, aún muy cuidadoso de que no volviera a escupirle un grito en las narices. Sonrió internamente y tanteó en las paredes ubicando un interruptor. La luminosidad escasa de un foco colgante, llego a su corneas, y solo en ese momento pudo apreciar mejor el aspecto de la chica frente a él.

Silbó juguetón.

—Te ves bien ¿Qué te hiciste? — Preguntó Chanyeol, recostándose en la puerta y observándola de pies a cabeza, muy descaradamente.

— ¿Qué te importa? — bufó. —Ahora muévete y déjeme salir. — Lana estaba enojada, uno porque le había insinuado que otros días se veía fea y dos, porque por su culpa había causado un desastre en la fiesta. No estaba de humor para lidiar con ese engreído.

~My Sexy Maid; Undercover Operation~ |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora