Capítulo 20

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Casi había corrido a abrazar a Dave y a Franz. Ellos se sorprendieron verla salir de la nada y la hundieron entre sus brazos mientras Blair intentaba reprimir sus lágrimas, aunque algunas lograron salir. En realidad no sabía por qué estaba llorando. De todos modos, cualquier lágrima se esfumó al ver a Ian durmiendo en el asiento trasero. Se llevó las manos a la boca en cuanto vio el corte que tenía en la frente y lo hinchado que su brazo estaba, pero solo entró al asiento y lo acurrucó junto a ella, acostando su cabeza en su hombro. En ese momento estaban volviendo a casa y estaba amaneciendo.

Ian despertó con la luz del sol colándose por la ventanilla del auto de Dave. Abrió los ojos lentamente y luego se sobresaltó al ver donde estaba.

-Sh...tranquilo-le dijo Blair, y él volvió a dormirse, preso del cansancio.

Dave condujo hasta la casa de Ian porque creían que eso era lo apropiado. Podrían haberlo llevado a la de Dave, curado sus heridas con alguna característica de licantropía o algo por el estilo, pero lo correcto era que estuviese en su casa. Todos querían hacerlo.

Sophie, a quien habían recogido antes de dejar a Ian en su hogar, se empeñó en acompañar a Blair a su casa, y por más que ella insistió en que no lo hiciera, lo hizo de todos modos.

-Quiero hacerlo, Blair. De verdad, necesitas compañía-había dicho. Y aceptó, porque no le quedaba otra opción cuando Sophie se empeñaba en algo. Además, quizás sí necesitaba de su presencia.

Así que cuando llegaron se dio una ducha y dejó que todos sus músculos se relajaran. Normalmente le gustaba bañarse con agua bien caliente, pero ahora que no tomaba las pastillas, su calor corporal había aumentado y necesitaba agua fría para calmarse. Le recordaba a los días de verano que pasaba en la casa de sus abuelos, cuando ellos no tenían piscina y tenía que bañarse con agua helada para calmar el calor y sacar el sudor de su cuerpo. Ni siquiera sabía por qué estaba tan transpirada. Supuso que por el estrés.

De repente, recordó a Ian durmiendo junto a ella, y se preguntó cómo lo habían encontrado.

-Tienes que dejar de pensar en esos asuntos de una vez-le dijo Sophie. Estaban en su habitación; Sophie sentada en su cama ojeando una revista vieja y Blair de ropa interior y una bata rosa encima, mirándose al espejo. Sus ojos se veían cansados, con sombras algo grises debajo de ellos, haciendo que su color verdoso resaltara más. Tenía un leve moretón en el pómulo izquierdo y se preguntó por qué todavía no había sanado.

-Ese "asunto" es mi mejor amigo-le contestó, vistiéndose con una remera a rayas.

- ¿Lo es? ¿Consideras a Ian como tu mejor amigo? -le preguntó, algo distraída, pero Blair captó su indirecta. ¿En verdad sentía a Ian como su mejor amigo? No hacía ni un mes que lo conocía realmente.

-Bueno-contestó, mientras sujetaba su cabello en un alto moño, todavía sin pantalones puestos-.Es lo más parecido a un mejor amigo que he tenido.

Sophie terminó la aburrida revista y se dedicó a observar a Blair. Lucía también cansada, pero sin perder su característica elegancia. Sus ondulados cabellos caían sobre sus hombros majestuosamente y sus ojos color agua estaban adornados con la cantidad de máscara que Blair usaría para ir a una fiesta. Si fuera a fiestas.

- ¿Quieres comer? -le preguntó, mientras sus jeans se escurrían por sus delgadas piernas. -Podemos pedir pizza.

Sophie sonrió. -Pizza suena bien.

Cuando la pizza llegó, se sentaron en la mesa frente al televisor. Tenía una esquina rota; Blair no se había dado cuenta hasta ese momento. Probablemente fuera de la noche en la que su madre había desaparecido y su padre muerto. Se estremeció por dentro al pensar en su madre, pero decidió dejar de pensar, incluso hacerlo dolía.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora