Capitulo 4

1.1K 69 0
                                    

— ¿Y si vamos a una fiesta? —dijo Sophie, emocionada. Blair nunca había ido a una fiesta, lo que le entusiasmó y aterró al mismo tiempo.

—Hay una hoy—agregó Ian, metiéndose en la conversación —.Es en caso de un amigo. Dave Marco. ¿Lo conocen?

Claro que Blair lo conocía. Recordaba a Dave Marco desde la vez que le había comprado un chocolate. Iban a preescolar, pero contaba como un regalo de un chico. Era un año mayor, y todas las chicas de la escuela morían por él. Su segundo nombre era "mujeriego", y le daba buen uso a su reputación. Blair creía que no había chica en la escuela, sin contarse a ella misma, que no lo hubiera besado.

Pero era popular. Y sus fiestas eran populares. Y era obvio que ella no se sentía, ni era, popular. Quizás Ian lo fuera, y quizás a sus amigas las dejarían entrar, porque eran hermosas y nadie las conocía, pero a ella, que todo el mundo conocía su reputación, no creía posible que la aceptaran en una de esas fiestas. Pero Sophie habló por ella.

—Nos encantaría ir. —Sonrió. — ¿En dónde es?

—Estrena su nueva casa. Te pasaré la dirección esta tarde—dijo, tomando el celular de su amiga y anotando su número. April estaba ardiendo de los celos. Pero para su sorpresa, Ian tomó su teléfono del pupitre, y sin una excusa, escribió su número. Luego se fue. Y April les enseñó a Sophie y a Blair lo que había escrito.

"Llámame"

—No podemos faltar a esa fiesta. —Fue la última palabra acerca del tema. Y por primera vez, Blair sintió que comenzaba a vivir.

***

La casa de April era enorme. Era lo más parecido a una mansión que Blair había visto en su vida. Y además, se notaba que respiraba dinero. Todos los muebles, cuadros y objetos que tenía, estaban hechos de plata. Y ella no sabía bien por qué, pero eso comenzó a darle dolor de cabeza. Intentó no prestarle mucha atención. Su madre le había dado el permiso para ir a la fiesta (fue extraño, porque no le advirtió de la medicina), y no pensaba desperdiciar la oportunidad.

—Insisto en que uses ese vestido—dijo Sophie, haciendo en su cabello un moño—.Te queda hermoso.

Blair se miró al espejo. Nunca había usado vestidos, pero ese le quedaba bien. Era negro, y al cuerpo, pero no mucho. Y tampoco era muy corto, lo que era más cómodo para ella. Pero aún así, Blair se sentía rara.

Terminó aceptando, gracias a los gritos y las peticiones de sus amigas. Pero todavía quedaba algo que podía servir de excusa para no ir a la fiesta.

— ¿Qué usaré en los pies?

April arqueó la ceja izquierda. — ¿Pensabas usar zapatillas? —Buscó unos tacones de colores y Blair hizo una mueca al verlos. Nunca había usado unos, pero hizo todo lo posible para que no se notara.

Cuando cada una terminó de decidir qué prenda del ropero de April usaría, se sentaron en su cama.

—Estoy tan enamorada de Ian...—suspiró April.

— ¿Cómo te enamoras de alguien que acabas de conocer? —sonrió Blair. Siempre había querido saber lo que el amor significaba, pero aunque nunca lo había sentido, sabía que April no podía estar sintiendo amor de verdad por Ian.

— ¡No lo sé! —Rió.

La conversación giró en torno a Ian, a los novios anteriores de April y Sophie, y luego se dirigió a Blair.

— ¿Nunca has besado a nadie? —le preguntó Sophie, extrañada, luego de que se lo contara.

—No—confesó, avergonzada.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora