Capitulo 8

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Sentía su pecho ir y venir por la respiración. Estaba nerviosa, no sabía qué hacer ni qué decirles a Dave y a Ian cuando los viera; no sabía cómo reaccionar. Cuando los pasos se aproximaron, su corazón comenzó a palpitar más fuerte que nunca antes. El cuarto estaba oscuro, así que cuando terminaron de pasar, cerró la puerta bruscamente. Ambos apuntaron sus armas a la puerta y cuando la vieron las bajaron.

—¿Blair? —preguntó Ian, confundido. — ¿Qué haces aquí?

—Vine a buscar a April. —Estaba enojada, y quería respuestas. — ¿Ustedes?

—También—dijo Dave, pero Blair sabía que no estaba diciendo la verdad. —Podemos buscarla juntos.

—No—lo interrumpió. Sus ojos se abrieron como platos. —Yo quiero traerla a casa, no llevársela a otra persona.

No dijeron nada, solo se miraron. Ian se le acercó, en forma de disculpa, pero la joven lo rechazó.

—No me toques—se defendió, casi entre lágrimas. Había creído que Ian quería ser su amigo realmente, pero solo intentaba capturarla. —No voy a ser su objeto de trabajo.

—Blair...—oyó que Ian decía. Sus ojos estaban tristes, arrepentidos. Pero a ella no le importaba. Todo eso era solo una apariencia.

—Déjame en paz. —La voz se le quebró. —Ni siquiera sé lo que soy. ¿Por qué están tan seguros de que deben cazarme?

Se volvieron a mirar. Dave habló. —¿De verdad quieres saberlo? —Blair asintió, entonces el muchacho procedió. —Tenemos un rastreador.

La mano de Blair fue a su mejilla. No supo por qué lo hizo, pero se lo merecía.

—Blair, cálmate...no te haremos daño. —Ian la miró con dulzura, pero con la misma expresión de tristeza anterior. —No te haremos nada. Solo queremos buscar a April.

—¿Cómo quieres que te crea? —casi gritó.

Ian la abrazó con fuerza, mientras ella deseaba que la soltara. No quería que la tocara. No quería tenerlo cerca. Lo odiaba. A él y a Dave.

Dave descubrió a Sophie bajo la cama y entre ellos surgió una discusión que terminó con una bofetada de su amiga a él en la misma mejilla en la que Blair le había pegado.

—¿Pueden calmarse? —gritó Dave. Todos hicieron silencio, incluso su corazón que antes palpitaba a gran velocidad. Dave dejó caer el arma que sostenía al suelo. Ian hizo lo mismo. —No vamos a hacerles daño, se los prometo. Yo... nosotros, renunciaremos al trabajo que nos dio Alec y...

—¿Quién es Alec? —preguntó Sophie, con enfado.

—Es mi padre. —contestó Dave, recibiendo la mirada de Ian, que todavía sostenía a Blair en sus brazos. —Es el líder del equipo de cazadores.

Blair se soltó de Ian. Ya estaba lo suficientemente calma. — ¿Cazadores?

—De criaturas—contestó Ian, parándose al lado de Dave. —Mi madre es la hermana de Alec, por lo tanto somos primos. Toda nuestra familia es cazadora.

—¿De criaturas? —preguntó Sophie. Luego de unos segundos, miró a Blair, un tanto asustada. — ¿Qué eres, Blair?

—Hombre lobo—dijo Dave, antes de que ella pudiera contestar. Lo había dicho como con asco y eso le molestó a Blair.

—No estoy segura que lo sea, yo...no lo sé.

—Yo sí lo sé. —Dave se comportaba como un idiota, y él lo sabía, pero a veces, era la mejor forma de enfrentar las situaciones; actuar como si no le importara nada. —Y también sé que si seguimos aquí haciendo el teatrito de drama no lograremos nada.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora