Yo te amaré

Capítulo 25

Anastasia.

La sala de espera del OHSU Hospital es gélida y monótona, sólo aumenta mi miedo y mis ansias por saber qué es lo que le paso a mí precioso hombre. La Dra. Abbott vendrá en unos momentos para informarnos su estado de salud. Grace está tranquila, claramente preocupada pero mantiene la cordura; Mia no ha parado de llorar y yo mantengo mis pensamientos absortos en los momentos que he pasado con Christian en el día que confesó que me amaba —¿Qué estoy esperando para decírselo? — No podría vivir sin él, sin sus cautivadores ojos, sin su tímida sonrisa, sin sus labios —¡Por dios sus labios!—. Es el primer hombre al que me he entregado y será el único, no necesito ni quiero a alguien más en mi vida.

Lo necesito.

Sólo a él.

—¿Son familiares del Sr. Christian Grey?— Una mujer de cabello corto y con sonrisa tranquilizadora pregunta mientras se acerca a nosotras. Debe ser la Dra. Abbott.

—Sí, soy su madre. ¿Cómo está él?— Responde Grace.

—Está estable. Sufrió traumatismo craneal, fractura en el antebrazo izquierdo y rasguños menores; Tendremos que vigilar el traumatismo craneal puede ocasionar problemas secundarios. Pueden pasar a verlo si lo desean— La Dra. Abbott sonríe y se retira.

Christian se ve tan pequeño e indefenso en esa cama de hospital, tiene una venda en torno a su cabeza, alrededor del antebrazo se aferra el yeso blancuzco que le colocaron, tiene pequeños rasguños en sus mejillas, hematomas cerca de sus ojos y en su preciosa nariz pasan los tubos del respirador artificial. Verle así me pone triste, debí hacer que se quedara esta mañana conmigo.

Paso la punta de mis dedos por su precioso rostro. Quiero llorar.

—Ana, él está bien. No tienes por qué preocuparte.

—Sí, lo sé pero me siento culpable.

—Querida, no es tu culpa. Fue un accidente— Grace toma mis manos entre las suyas —Es tarde, podemos venir después a verlo. No creo que despierte ahora.

—Quiero quedarme con él— Sonríe.

—Te agradezco tanto que te preocupes por él— Me toma entre sus brazos. Es como una segunda madre para mí.

—Lo quiero.

—Lo sé, lo veo en tus ojos—Le da una vista a Christian— Me llevaré a Mia para que pueda descansar.

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Me siento en un pequeño espacio de la cama para poder verlo mejor. Alargo mi mano y acaricio los hematomas en su rostro ¿Qué paso en ese accidente? ¿Por qué Taylor no estaba con él? Tampoco ha llamado, sospecho que ni siquiera está enterado de lo que le sucedió a Christian. Paso el pulgar por sus labios. Mi hermoso hombre. Me acerco a besarlos, sé que no responderá y no me importa necesito su contacto, nuestro contacto, nuestra conexión.

—Te amo.

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—Ana. Querida, despierta— Picotean mi hombro. ¡Mierda! Me quedé dormida —Te traeré un café— Grace se ve radiante y descansada mientras sale.

—Mmmh.

Me vuelvo a Christian que se está retorciendo sobre la cama.

—¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo? — Ubica sus preciosos ojos grises en mí.

—¿Qué sucedió?— Pregunta examinando la habitación y tocando con sorpresa la venda en su cabeza.

—¡Oh, amor! Tuviste un accidente cuando regresabas a Seattle— Me acomodo cerca de él —Estábamos tan preocupadas por ti.